Rajoy asume que su Gobierno será frágil y pide apoyo a la oposición
El líder del PP pide la confianza del Congreso con el compromiso de mantener el rumbo y cumplir el pacto con Ciudadanos
Mariano Rajoy ha advertido este miércoles de las dificultades que tendrá como presidente del Gobierno ante un Congreso en el que el PP está en minoría. Por segunda vez en dos meses ha subido a la tribuna para pedir la confianza y ser investido presidente del Gobierno. Esta vez, tiene garantizada la reelección el próximo sábado, con los votos de su grupo, de Ciudadanos y de Coalición Canaria y la abstención del Grupo Socialista. Rajoy ha reivindicado su labor en estos años, pero ha ofrecido diálogo, ha pedido ayuda a los demás partidos dejando a un lado sus posiciones ideológicas y ha asegurado que cumplirá su acuerdo con Albert Rivera.
A cinco días del final del plazo para la disolución automática de las Cortes, Rajoy ha acudido al Congreso para ser investido presidente del Gobierno el sábado en circunstancias insólitas. Por primera vez, uno de los dos grandes partidos permitirá que el otro asuma la Presidencia del Gobierno. Por eso, el líder del PP ha acudido con el propósito de dejar atrás la forma de gobernar de la anterior legislatura, aunque sin rectificar las medidas puestas en marcha en ese periodo.
El PSOE se abstendrá el sábado, en medio de graves tensiones internas, y permitirá que Rajoy siga en La Moncloa, evitando las terceras elecciones y favoreciendo el fin del bloqueo institucional. “La excepcionalidad de las circunstancias exige que se dejen a un lado todas las confrontaciones ideológicas y se sumen los esfuerzos de manera excepcional, porque se trata de una situación inédita que no conoce precedente”, ha señalado el líder del PP desde la tribuna. Sin referencia expresa al PSOE, pero dejando claro que es consciente de las circunstancias excepcionales.
Tanto como que Rajoy ha dedidcado el final de su discurso de 50 minutos a advertir de la situación de dificultad en la que estará su Gobierno, la dificultad para garantizar la estabilidad y la petición de colaboración a la oposición, a la que trasladó la responsabilidad.
“Tengo muy claro que, dada la composición de la Cámara y los apoyos previsibles, el Gobierno que pretendo formar puede estar muy lejos de cumplir las condiciones de solidez, gobernabilidad y estabilidad que yo reclamaba en el pasado debate de investidura”, ha señalado. Su tesis es que es preciso abrir diálogos con todas las fuerzas políticas y con los agentes sociales, con la invocación a que los diputados tengan “la misma responsabilidad de mirar por el bien de los españoles”.
Esa impresión de dificultad futura se contiene también en otra expresión de Rajoy: “Tenemos asumido que cada día tendremos que construir una mayoría para la gobernabilidad”. Es decir, ley a ley e iniciativa a iniciativa. De nuevo no ha habido autocrítica alguna en su discurso. Incluso, toda la primera parte la ha dedicado Rajoy a reivindicar su gestión de la legislatura de la mayoría absoluta. Dos veces ha utilizado la fórmula de rechazar un cambio de rumbo y negar la marcha atrás a sus reformas.
Según ha explicado, si España ha podido sobrevivir al bloqueo del último año es gracias a las medidas que adoptó su Gobierno. “Bajo ningún concepto deberíamos correr el riesgo de que se tuerza el rumbo y se malogren los titánicos esfuerzos que han hecho los españoles para representar una historia de éxito que todos reconocen”, ha asegurado.
Rajoy ha sido esta vez más explícito respecto al acuerdo con Ciudadanos, para mostrar su voluntad de cumplirlo. “Soy consciente de la importancia de esos acuerdos. Mi voluntad es mantenerlos y cumplirlos. No tengan ustedes ninguna duda. Lo haré”, ha añadido el candidato a la reelección.
El líder del PP ha explicado que su voluntad de diálogo se sustentará en pactos concretos, ya conocidos del anterior intento de investidura, incluidos en el pacto con el partido de Albert Rivera y concretados ahora, aunque ligeramente.
Los pactos se refieren a pensiones, reforma laboral, educación, financiación autonómica, medidas contra la corrupción y Cataluña.
Varios de ellos, como el de pensiones o el de educación, pueden ser forzados por los demás partidos porque rechazan la última ley aprobada por el PP solo con su mayoría absoluta. El de financiación autonómica es exigido por ley desde hace dos años; el de reforma laboral está forzado por la jurisprudencia europea e interna; y las medidas contra la corrupción son exigencias de todos los demás partidos. En el de Cataluña, tiene apoyo de PSOE y Ciudadanos para frenar el desafío soberanista. Respecto a la corrupción, Rajoy ha deslizado un breve comentario sin autocrítica ni asunción de responsabilidades.
Tensión en el PSOE
Este jueves a las 9.00 se reanuda el pleno con las intervenciones de todos los grupos, de mayor a menor. Se votará a última hora de la tarde y como no habrá mayoría absoluta, volverá a votarse el sábado por la noche.
Rajoy tiene garantizada la investidura por la abstención del PSOE, lo que el líder del PP mencionó como “un cambio que abre la posibilidad de que el debate acabe de forma diferente. Circunstancias nuevas que alientan la esperanza de Gobierno”.
Esa situación de resultado garantizado hizo que todas las miradas se centraran en el tenso y quebrado grupo parlamentario socialista. Hasta el propio Rajoy repitió su renuncia a enumerar un programa concreto de Gobierno.
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