Las pesadillas de Dream
El teléfono de Google recibe críticas de las principales publicaciones en cuanto a diseño y prestaciones
Las comparaciones son odiosas, que se lo pregunten a Google. No hay medio de comunicación que se haya resistido a comparar el recién estrenado teléfono de HTC con iPhone. Pónganse en situación: usted ahorra para comprar un coche, lo presenta en sociedad a los amigos, y absolutamente todos le empiezan a hablar del excepcional automóvil adquirido por su vecino. Así se debe sentir Google al leer titulares como el The New York Times: "El iPhone con más botones", "ofrece algunas interesantes evoluciones, pero no supone una revolución del concepto".
Para The New York Times, el producto es bueno, pero no excepcional. El rotativo estadounidense cree que la incorporación de tantos botones va en detrimento de la velocidad con la que realizar las tareas más frecuentes o que su aspecto físico no le dota precisamente de la elegancia que sí tiene el teléfono de Apple. Otro de los puntos débiles del teléfono es el apartado multimedia. El software no soporta ni Flash de Adobe - el estándar para la web de video-, ni Quick Time.
Sin embargo, las críticas The New York Times son moderadas si se comparan con el análisis de la revista tecnológica por antonomasia. Wired califica de decepcionante el debut del nuevo teléfono de Google: "Ni abierto, ni emocionante", se puede leer en su titular que refleja el malestar generado por la expectación de que Google desarrollase de forma íntegra un teléfono con software distribuido y desarrollado libremente. Las expectativas no han sido colmadas para la revista tecnológica quien considera que en el desarrollo de aplicaciones libres Apple se encuentra un paso por delante. Aunque en el futuro habrá que aprender a saber cómo se desarrollan aplicaciones para Dream, algo que ya se explica en la Red.
Otro de los puntos flojos del celular es el diseño, Wired lo tiene claro: la partida la ha vuelto a ganar Apple en estos términos. "No abre nuevos caminos, es más grueso, más pesado y le faltan algunas de las características propuestas por iPhone", asegura la publicación especializada en tecnología, que recuerda que Dream (cuyo nombre oficial es T-Mobile G1) no es capaz de reproducir una película y no parece tener una buena capacidad táctil. A los defectos se une que el dispositivo no ofrece apoyo para la edición de archivos adjuntos de Microsoft Office y sólo soporta la visualización limitada de documentos de Office.
La crítica de Wired llega también a los mostradores. La publicación asegura que el celular, que sale a la venta en tres colores (blanco, marrón y negro), es poco probable que levante expectación entre los clientes que reunirían a priori un perfil empresarial.
En la misma línea continúa Time, que considera que el teclado es "irrisorio" y cree que el nivel de intuición en cuanto al manejo del teléfono disminuye considerablemente respecto a iPhone. El diario concluye su crónica con una lista de preguntas, en vez de respuestas. Para encontrar alguna de esas respuestas quizás sea necesario visitar Techcrunch, el blog tecnológico es el único que se ha molestado en enumerar en una lista la aplicaciones disponibles de Dream.
Mientras Google publica en su blog el paso que supone el lanzamiento del primer móvil basado en Android. Google califica el lanzamiento como un "hito", e insisten en la importancia de desarrollar "aplicaciones móviles avanzadas". Las críticas recogidas por Wired sobre la decepción de no ser una plataforma de código abierto parecen tener respuesta en el blog de Google, que explica que a finales de años se liberará toda la plataforma para que los desarrolladores contribuyan a una mejora del producto. La conclusión latente es que Google sabe que no ha lanzado un producto perfecto, de ahí su insistencia por mirar al futuro. El buscador ha puesto la primera piedra de un proyecto que acaba de nacer y como tal está llamado a crecer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.