Niepómniashi no trabaja con psicólogos
El ruso, retador de nuevo de Magnus Carlsen en el Mundial de 2023, se molesta al ser preguntado por su preparación mental
El ajedrez es el deporte mental por excelencia, pero poquísimos jugadores trabajan con un psicólogo especializado, como sí hacen muchas de las estrellas de otras disciplinas. Ni siquiera Ian Niepómniashi, actual subcampeón del mundo y aspirante de nuevo a la corona del noruego Magnus Carlsen tras ganar, invicto y con gran claridad, el Torneo de Candidatos de Madrid. El ruso se molestó este martes cuando EL PAÍS le preguntó si había trabajado con la ayuda de un profesional en su principal punto débil, el derrumbe psicológico tras las derrotas, o si piensa hacerlo para el Mundial de 2023.
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El ajedrez es el deporte mental por excelencia, pero poquísimos jugadores trabajan con un psicólogo especializado, como sí hacen muchas de las estrellas de otras disciplinas. Ni siquiera Ian Niepómniashi, actual subcampeón del mundo y aspirante de nuevo a la corona del noruego Magnus Carlsen tras ganar, invicto y con gran claridad, el Torneo de Candidatos de Madrid. El ruso se molestó este martes cuando EL PAÍS le preguntó si había trabajado con la ayuda de un profesional en su principal punto débil, el derrumbe psicológico tras las derrotas, o si piensa hacerlo para el Mundial de 2023.
“Muchas gracias por la pregunta”, replicó Niepómniashi, quien no utilizó ese latiguillo en ninguna otra respuesta de la conferencia de prensa en el Palacio de Santoña, con gestos de moderada irritación. Y prosiguió: “No conozco a jugador alguno cuyo punto fuerte sean las derrotas. El resultado normal en ajedrez es tablas. Perder causa estrés, pero ganar también porque a veces no puedes volver a la estabilidad emocional. En todo caso, es una pregunta muy difícil porque no conozco a ningún jugador a quien le guste hablar sobre sentimientos negativos”.
El azerbaiyano Teimur Radyábov, tercer clasificado del Candidatos tras el chino Liren Ding, estaba sentado junto al ruso y probablemente le notó tenso, porque decidió entrar en la conversación para apoyar su tesis: “Además, no creo que sea fácil encontrar expertos en derrotas. Todo el mundo se limita a decirte que te calmes, que juegues normalmente y cosas así”.
El periodista insistió entonces: si en los demás deportes profesionales es normal el trabajo con psicólogos especializados, ¿por qué no en ajedrez? Tras unos segundos de silencio, Radyábov volvió a activar el micrófono: “Esa es una buena pregunta, que cuestiona nuestra profesionalidad. Creo que todos nosotros hemos intentado algo, pero el ajedrez es un deporte muy distinto, muy conectado con tu mentalidad y tu cerebro, si lo comparamos con los deportes más físicos”.
Y lo ilustró con un ejemplo: “Nosotros no podemos gritar durante las partidas para desahogarnos, ni nadie puede darnos consejos mientras estamos jugando. Debes mantener la tensión dentro de ti todo el rato. No creo que para un ajedrecista sea útil trabajar con un experto en otros deportes. No sé, tal vez Rafa Nadal o Federer tienen algún secreto, pero lo dudo. Creo que el trabajo principal debe partir de ti mismo. En todo caso, recuerdo que Kárpov y Kaspárov también intentaron hacer cosas en ese sentido, sin buenos resultados hasta donde yo sé, porque tenían problemas para dormir. Y Kaspárov no se recuperó bien de las derrotas en el primer duelo entre ambos. No sé, quizá usted conozca algún especialista que nos pueda recomendar”, concluyó, mientras Niepómniashi repetía esa última frase.
El ruso pidió entonces el micro: “Quiero añadir que durante un torneo tienes muchos altibajos emocionales que no siempre se traducen en los resultados. Recuerdo a un eminente psicólogo y gran maestro de la época soviética, Nikolái Krogius, quien recomendaba que después de una derrota, en la próxima ronda, hay que intentar hacer tablas con el menor esfuerzo posible”.
El innovador psicólogo español Amador Cernuda, doctor honoris causa por la Universidad de Guantánamo (Cuba), tiene un brillante historial con estrellas del deporte. Por ejemplo, trabajó con el gimnasta Gervasio Deferr en la víspera de su primera medalla de oro olímpica (Sydney 2000), y durante varios años con la selección española femenina del mismo deporte, aplicando, entre otras, técnicas utilizadas por los cosmonautas soviéticos. También ha prestado servicios al excampeón del mundo de ajedrez Véselin Topálov, búlgaro residente en Salamanca, y otros cuyo nombre debe mantener en secreto.
Cernuda comprende la reticencia de Radyábov y Niepómniashi, pero aclara: “Si la preparación psicológica es muy importante en cualquier deporte, es obvio que en el ajedrez debería serlo, con mayor motivo. Pero también es verdad que un psicólogo debe estar especialmente bien preparado para que su trabajo con ajedrecistas sea eficaz; por ejemplo, en neurociencia”.
Y agrega: “Ciertamente, un ajedrecista puede definir su problema psicológico mejor que nadie porque conoce al detalle sus procesos mentales. Ahora bien, otra cosa muy distinta es quien realiza el tratamiento de esos problemas. Él no puede, porque la solución puede ser algo tan sofisticado como la hipnosis o programas cognitivos complejos. Por desgracia, en el ajedrez todavía abunda el perfil de quienes piensan que si acudes a un psicólogo es que estás enfermo”.
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