La percepción de inseguridad lastra Bogotá

La capital de Colombia ha empujado el crecimiento económico del país y avanza en la recuperación luego de los estragos provocados por la pandemia de la covid-19, pero aún enfrenta grandes retos en términos de derechos humanos. Así lo evidencia el más reciente informe de Bogotá, Cómo Vamos (BCV) sobre la calidad de vida en la ciudad durante el año pasado. La organización, que desde 1998 realiza anualmente este trabajo, resaltó los a...

La capital de Colombia ha empujado el crecimiento económico del país y avanza en la recuperación luego de los estragos provocados por la pandemia de la covid-19, pero aún enfrenta grandes retos en términos de derechos humanos. Así lo evidencia el más reciente informe de Bogotá, Cómo Vamos (BCV) sobre la calidad de vida en la ciudad durante el año pasado. La organización, que desde 1998 realiza anualmente este trabajo, resaltó los avances en materia de medio ambiente, hábitat, movilidad sostenible y, en especial, reactivación económica. Sin embargo, alertó que Bogotá sigue siendo un lugar inseguro y particularmente violento para mujeres y migrantes.

Entre los hallazgos se destaca el aumento de los homicidios en la capital. Según el informe, la tasa de homicidios pasó de 13,4% por cada 100.000 habitantes en 2020 a 14,4% en 2021. Eso equivale a 91 homicidios más en el último año. Ciudad Bolívar fue la localidad donde hubo mayor incremento, con un 6,2% de los casos, seguida por Kennedy. Las principales causas fueron el sicariato, las riñas y los atracos. El 88% de los encuestados se siente inseguro en la ciudad.

Para la población migrante el panorama ha sido particularmente hostil. El documento sostienen que hubo un crecimiento del número de migrantes venezolanos en la capital, y que de forma paralela a ese crecimiento se registró un incremento en los asesinatos de los que son víctimas. Incluso, en términos porcentuales, la violencia homicida contra esta población fue superior a la de su presencia en Bogotá. Asimismo, el empobrecimiento monetario de esta comunidad se recrudeció entre 2020 y 2021, pasando de un 66,9% a 70,6%. Lo que significa que siete de cada 10 venezolanos están bajo la línea de la pobreza. De acuerdo con las más recientes cifras de las autoridades migratorias, casi medio millón de venezolanos ya residen en Bogotá, una urbe de cerca de ocho millones de habitantes.

Otros datos alarmantes tienen que ver con el entramado de violencias de género que se intensificaron en el último año. Así lo demuestra el crecimiento del 18,3% en delitos sexuales contra las mujeres durante 2021, cuando se reportaron 4.852 casos. A esto se le suma la brecha de tiempo destinado a labores del cuidado que siguió recayendo sobre las mujeres, marcando una diferencia mensual de 118,2 horas con respecto a los hombres, quienes apenas dedican dos horas y 26 minutos a estas tareas.

El estudio asegura que las mujeres destinan un promedio de seis horas y 48 minutos diarios a esas actividades no remuneradas. En este punto en especial, se esperaba un descenso con la puesta en marcha del Sistema Distrital de Cuidado en Bogotá (SIDICU), un proyecto que pretende hacerle frente a este tipo desigualdad y que ha sido la política estrella de la administración de la alcaldesa Claudia López. Para mitigar esta brecha, recomiendan fortalecerlo con la participación activa del sector privado, incentivando a contratar mujeres en espacios históricamente ocupados por hombres.

Durante el lanzamiento del Informe de Calidad de Vida 2021, Felipe Mariño, director del programa, subrayó que “en Bogotá permanecen brechas de género que obstaculizan el ejercicio del derecho a la ciudad por parte de las mujeres, y que no permiten garantizar una ciudad sostenible”.

La reactivación económica avanza

De acuerdo con los datos recogidos, la economía de la ciudad se ha ido recuperando paulatinamente de los estragos de la pandemia. El informe señala que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de Bogotá es superior que el del país, y alcanza 30,2 millones de pesos para el 2021 (unos 6.800 dólares). Es decir, hubo un aumento del 9% que posicionó a la ciudad como un impulso para la economía en el conjunto del país. Asimismo, el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) bajó, lo que rompe la tendencia de incremento que venía presentándose desde 2018. “A nivel nacional, Bogotá es la ciudad con el IPM más bajo en comparación con otras regiones”, asegura el documento.

Para la industria también fue un buen periodo con la creación de 70.456 empresas en la ciudad: se adicionaron 28.143 empresas más con respecto al año anterior. En 2021, la dinámica empresarial mostró una recuperación en el total de empresas por cada 1.000 habitantes, aunque aún no se logra volver a cifras previas a la irrupción del coronavirus.

Frente al medio ambiente se presentó la mayor cobertura arbórea por hectárea desde 2016, con un total de 1.019 hectáreas. También se resalta que la calidad del aire mejoró, aunque aún no se ajusta a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En cuanto a educación, en 2021 aumentó la población entre cinco y 16 años por fuera del sistema educativo, pero la tasa de analfabetismo no varió para este periodo.

A un año de finalizar su mandato, la alcaldesa tiene grandes tareas para sostener los resultados positivos de los 48 indicadores en los que el informe resalta avances. También afronta el desafío de integrar las recomendaciones hechas para que los 46 indicadores restantes, que presentan retrocesos, evidencien mejoras en el balance de 2022. Desde Bogotá Cómo Vamos apuntan a entender las problemáticas de manera integral para superar las barreras de forma eficaz. “Se requiere un carácter más equitativo e inclusivo que reduzca las brechas y reconozca la intersección de diferentes elementos como el género, etnia, clase y capacidad, pues incrementa la vulnerabilidad y da lugar a dinámicas de violencia y discriminación particulares que deben ser contrarrestadas”, concluye el informe.

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