Video | 100 días de Gustavo Petro en el poder en 5 puntos
El Gobierno ha desarrollado una frenética agenda para marcar la llegada del cambio a Colombia
Los primeros 100 días de Gustavo Petro en la Presidencia de Colombia han sido frenéticos. El Gobierno ha llevado adelante una lluvia de propuestas para dejar en claro que el cambio ha llegado al país andino. Y los mensajes han sido contundentes. Quizá en ningún lugar más que en las Naciones Unidas, donde en septiembre el presidente dio un discurso que pareció haber deseado toda su vida. Denunció ante los líderes mundiales el fracaso de la guerra contra las drogas y reclamó un cambio radical en los enfoques. “Se ha producido un genocidio en mi continente y en mi país han condenado a las cárceles a millones de personas”, exclamó.
Petro, hábil en el discurso, no se ha quedado solo en la retórica. El Congreso ha tenido una intensa agenda legislativa, que lidera Roy Barreras, un senador que nunca descansa. Ya casi es una realidad la reforma tributaria, que permite recaudar 20 billones de pesos adicionales (4.161 millones de dólares), indispensables para financiar los proyectos del Ejecutivo. La ley de la paz total ha sido aprobada también. Habilita al Gobierno a negociar con las guerrillas y el crimen organizado. Petro piensa llevarla a la práctica pronto, con conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que se reanudarán en las próximas semanas.
Las conversaciones con el ELN son difíciles, pero el Gobierno contará con el apoyo de Venezuela. Ambos países han reanudado sus relaciones después de seis años. La frontera terrestre reabrió en septiembre y Petro se reunió con su par venezolano a principios de noviembre. “Es antinatural que Colombia y Venezuela se separen, somos el mismo pueblo”, dijo.
Finalmente, la reforma agraria ha echado a andar. El Ejecutivo firmó a principios de octubre un acuerdo con la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGAN), que lidera José Félix Lafaurie, enemigo histórico del Petro. El Estado comprará tres millones de héctareas para redistribuir entre los campesinos sin tierras del país. “Llevamos décadas donde el origen de la violencia es la absurda y concentrada tenencia de la tierra en Colombia”, declaró el presidente. Generar productividad en las tierras y convertir al país en una potencia agroalimentaria es una prioridad.
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