Las acusaciones que vienen y van a pocos días de que inicie la Feria de las Flores

Con las elecciones regionales a la vuelta de la esquina, cambios de última hora y falta de recursos para la tradicional celebración de Medellín se han convertido en nuevo motivo para el enfrentamiento entre el alcalde Daniel Quintero y sus opositores

Daniel Quintero, alcalde de Medellín.Santiago Mesa

La Feria de las Flores de 2023 se convirtió en motivo de conflicto y no de expectativa. La tradicional celebración que se lleva a cabo anualmente en Medellín es el centro de una discusión que enfrenta al alcalde Daniel Quintero con sus detractores. El mandatario local insiste en que el evento, programado entre el 28 de julio y el 7 de agosto, no cuenta con los recursos necesarios debido a que el Concejo no aprobó una transferencia por 330.000 millones de pesos que Empresas Públicas de Medellín (EPM) le haría al mun...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Feria de las Flores de 2023 se convirtió en motivo de conflicto y no de expectativa. La tradicional celebración que se lleva a cabo anualmente en Medellín es el centro de una discusión que enfrenta al alcalde Daniel Quintero con sus detractores. El mandatario local insiste en que el evento, programado entre el 28 de julio y el 7 de agosto, no cuenta con los recursos necesarios debido a que el Concejo no aprobó una transferencia por 330.000 millones de pesos que Empresas Públicas de Medellín (EPM) le haría al municipio, y eso implicó recortes de última hora en la planeación. Los concejales responden que la actual Administración es la que más dinero ha recibido de EPM en la historia y agregan que los cambios recientes en la programación se deben a la falta de planeación, y no a la falta de plata.

El cruce de argumentos saltó a otro nivel con la aparición de la Procuraduría General de la Nación. El pasado 22 de julio, la institución, encargada de vigilar el desempeño de los funcionarios públicos, profirió un comunicado anunciando que solicitaría información a la Secretaría de Cultura de Medellín sobre “el detalle de la inversión de recursos hasta la fecha y los fondos con los que cuentan para la Feria”. Esta petición coincidió con el incremento de voces inconformes sobre el manejo que se le ha dado al evento. Entre la ciudadanía no cayó bien que el desfile de silleteros —uno de los sucesos más esperados, que resalta la identidad cultural antioqueña— no cuente con graderías, y culpan a la Alcaldía de que diferentes actores privados decidieran cancelar conciertos. A la inconformidad se suma la sensación de desorden que por momentos transmiten las autoridades locales, incluyendo el propio alcalde.

Luis Alberto Posada es un reconocido cantautor de música popular, a quien es habitual verlo presentándose en las festividades de ciudades y pueblos. El 16 de julio, el alcalde compartió una publicidad en su cuenta de Twitter que mostraba a Posada en la parrilla de artistas que participarían del concierto gratuito que inaugurará la Feria de las Flores, que es promovido por la Alcaldía de Medellín. Los asistentes no alcanzaron a emocionarse porque Posada, al poco tiempo, desmintió públicamente a Quintero. “Me permito informar que no he suscrito contrato alguno con esta entidad, que no existe ningún compromiso contractual con ningún representante artístico, empresario o promotor de eventos para ese evento en particular”, se lee en un comunicado que difundió el cantante redes sociales.

Germán Carvajal, licenciado en artes escénicas y una figura con trayectoria en el sector cultural, afirma que este año el municipio ha contratado a menos artistas locales, y que se redujo el rol que jugaban las empresas que solían acompañar la Feria. “Los problemas que tiene la Alcaldía respecto al presupuesto tienen que ver con el papel que cumplía el Greater Medellín Convention & Visitors Bureau, que tenía la tarea de comercializar la Feria de las Flores y conseguir los recursos con los que se pagaba la mayor parte de los eventos”, explica.

En el Greater Medellín Convention & Visitors Bureau confluyen representantes de la Alcaldía, de la Cámara de Comercio y del sector privado. Un exsecretario de Cultura, que pidió no ser citado por su nombre, explicó que esta institución fue clave durante los años que estuvo en el cargo y le ayudó para apalancar recursos de distintas empresas y así financier los eventos. “Uno no ve que se muevan como antes, no hacen mayor cosa”, agregó.

En conversación con El PAÍS, el actual secretario, Álvaro Nárvaez, calificó esos señalamientos como producto del “desconocimiento”. Además, invitó a que se revisen los informes de gestión que, según dice, su despacho publica periódicamente. “No hay que generar pánico”, aseveró. Nárvaez enfatiza en que el plan de la Alcaldía de llevar los eventos “a barrios, comunas y corregimientos” sigue en pie, y que los recursos que el Concejo no aprobó eran necesarios para que el cierre de la Feria se realizara en el estadio Atanasio Girardot. “Nos hubiera gustado ver el estadio repleto de 35.000 personas, pero no fue posible. Seguimos encontrándonos en zonas populares”, añadió.

Según cifras de la Alcaldía, la edición de 2022 de la Feria generó ingresos superiores a los 30 millones de dólares para la ciudad, y una ocupación hotelera del 100%. Es probable que este año las cifras sean más altas. Para Jorge Melguizo, también exsecretario de Cultura, eso no quita que este año se pueda sentar un precedente que marque negativamente a la Feria. “Los eventos puede que se hagan y ojalá salgan bien. El alcalde, el día que se acabe la Feria, va a salir a decir que tuvo éxito a pesar de todo lo que se le criticó. No se justifica, aun así, que los hoteles y las agencias de viajes oferten paquetes turísticos con eventos que están sujetos a incertidumbres de última hora por la pésima gestión de la Alcaldía”, pronosticó. Las dos siguientes semanas dirán quién tuvo la razón.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.

Sobre la firma

Más información

Archivado En