Marchas, tarifas diferenciales y el subsidio a la gasolina: el Gobierno choca con los transportadores por las alzas
El Ejecutivo busca entendimientos con motociclistas, taxistas y camioneros, que se manifiestan en varias ciudades del país para rechazar el aumento del precio por la reducción paulatina de las ayudas estatales
El tema no es nuevo: una de las banderas de la campaña del entonces candidato Gustavo Petro fue la transición del uso de combustibles fósiles a las energías limpias. Ya de presidente, el camino para convertir parte de esa propuesta en realidad fue reducir los subsidios a los combustibles, que hasta ahora habían mantenido a la gasolina colombiana como una de las más baratas de Latinoamérica y que producían un hueco fiscal significativo. Sin embargo,...
El tema no es nuevo: una de las banderas de la campaña del entonces candidato Gustavo Petro fue la transición del uso de combustibles fósiles a las energías limpias. Ya de presidente, el camino para convertir parte de esa propuesta en realidad fue reducir los subsidios a los combustibles, que hasta ahora habían mantenido a la gasolina colombiana como una de las más baratas de Latinoamérica y que producían un hueco fiscal significativo. Sin embargo, el encarecimiento alabado tanto por algunos partidarios como por algunos detractores del Gobierno, ha tropezado con la indignación de motociclistas, taxistas y transportistas, acosados por las pérdidas económicas que esos aumentos les han ocasionado.
El fin de los mencionados subsidios, aparte de buscar el tránsito a las energías verdes, tiene un segundo gran objetivo: sanear un hueco financiero para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que para el cierre de 2022 sumaba 36 billones de pesos, unos 9.000 millones de dólares, el triple del costo calculado de la primera línea de metro de Bogotá. El FEPC se creó para evitar cambios fuertes en el precio de los combustibles cuando varíe el valor internacional, al que está atado el costo que asumen los consumidores. La decisión de desmontar el esquema ha llevado a un escenario natural: el aumento en un 47% de los precios de la gasolina desde agosto de 2022 y el rechazo posterior de los transportadores y motoristas cuyo trabajo depende de ella.
El gremio de los taxistas, que tiene capacidad de hacer sentir sus molestias bloqueando las ciudades, logró un acuerdo con el Gobierno el fin de semana pasado para tener una tarifa diferencial. La idea es que se impida para ellos un mayor aumento del precio de la gasolina. El Ejecutivo defiende la medida al asegurar que los taxis representan cerca del 1% del total de vehículos que transitan en todo el país.
El exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo criticó el precio especial: “El acuerdo al que llegó el Gobierno para establecer una tarifa diferencial para la gasolina consumida por los taxistas terminará echando por la borda la que era quizá la mejor política fiscal que venía aplicando la administración de Petro. Casi inexorablemente arrastrará algo similar para el consumo de diésel (que representa cerca del 70% del déficit del fondo de estabilización de combustibles)”.
El debate, no obstante, ha trascendido los diálogos y los anuncios y se ha desplazado a las calles. Este lunes ha habido manifestaciones y bloqueos en varias ciudades del país, convocados por diversos gremios que buscan pronunciarse contra el Gobierno. En ellas han participado motociclistas, camioneros y transportistas.
La representante a la Cámara Jennifer Pedraza, del partido independiente Dignidad y Compromiso, ha respaldado las manifestaciones por el impacto que, según ella, tiene el aumento de los combustibles en buena parte de la ciudadanía: “Para quienes insisten en que el alza del precio de la Gasolina solo afecta a los ricos, les dejo el testimonio de los habitantes de la isla Tierra Bomba: ‘Comprábamos el galón de agua a $700 y ahora vale $1.400′, porque se encareció el transporte. Nos vemos este #28A en las calles”.
El actual titular de Hacienda, Ricardo Bonilla, se refirió a las protestas por el supuesto aumento del precio del diésel: “El Gobierno no ha subido el precio del diésel ni ha contemplado incrementos este año. No hay ningún motivo para que los camioneros amenacen con un paro con el argumento de que está subiendo el precio del diésel. Es un objetivo absolutamente electoral y político que no podemos aceptar”.
Las manifestaciones complican la movilidad
Desde las primeras horas de este lunes, los transportistas han salido con sus vehículos en varias ciudades del país para bloquear o restringir el paso en avenidas muy concurridas. En Bogotá ha habido bloqueos en la calle 26, en varios puntos de las carreras séptima y 30, y en la autopista norte. También ha habido retrasos en el servicio de Transmilenio, sobre todo en la hora pico (entre las seis y las ocho de la mañana). En Medellín ha habido manifestaciones cerca del búnker de la Fiscalía y en la autopista norte.
En Cali había convocatorias en el Parque de las Banderas; en Bucaramanga, en la Puerta del Sol y en el intercambiador del Mesón de los Búcaros; en Cartagena, en la estación de servicio de El Amparo; y en Cúcuta, cerca del estadio General Santander y de la Plaza de Banderas.
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