El debate en Bucaramanga que terminó en acusaciones de favorecimiento al pastor Jaime Beltrán

El candidato puntero se abstuvo de ir, pero el canal público que organizó el evento emitió mensajes publicitarios suyos durante el debate y sobre los temas discutidos en él

Candidatos a la Alcaldía de Bucaramanga durante el debate del Canal TRO, el 23 de octubre de 2023.Canal TRO

En Colombia se volvió costumbre que el candidato líder de las encuestas no asista a los debates. El pastor cristiano Jaime Beltrán, primero en las mediciones en Bucaramanga, ha evitado esos encuentros desde hace dos semanas. Su ausencia del que organizó el canal público de televisión de la región, sumado a una serie de hechos posteriores, terminó en polémica.

Televisión Regional de Oriente (TRO) es el medio de comunicación de propiedad de las...

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En Colombia se volvió costumbre que el candidato líder de las encuestas no asista a los debates. El pastor cristiano Jaime Beltrán, primero en las mediciones en Bucaramanga, ha evitado esos encuentros desde hace dos semanas. Su ausencia del que organizó el canal público de televisión de la región, sumado a una serie de hechos posteriores, terminó en polémica.

Televisión Regional de Oriente (TRO) es el medio de comunicación de propiedad de las gobernaciones de Santander y Norte de Santander. Este lunes organizó un debate entre candidatos a la Alcaldía de Bucaramanga. Beltrán, segundo en las elecciones de hace cuatro años y a quien las encuestas ponen en un cómodo primer lugar, estuvo ausente. Con los demás aspirantes presentes, la discusión se proyectaba como una sin sobresaltos. Pero desde el inicio de la transmisión, comenzó el descontento.

Pese a la inasistencia de Beltrán, el canal inició la transmisión con un video suyo, en el que, por cerca de un minuto, explicaba que prefería no ir para evitar ataques e invitaba a sus adversarios a centrar la discusión en las propuestas. Ese mensaje molestó a otros candidatos, que consideraron incorrecto que se le diera la palabra a alguien que había elegido ausentarse, y más que fuera en la apertura del debate. La indisposición solo fue en aumento cuando pasó la primera pausa comercial y en ella aparecieron al aire piezas audiovisuales del pastor cristiano, refiriéndose a temas que estaban siendo debatidos, como la seguridad, uno de los cimientos de su programa de gobierno.

La suma de ambas cosas deterioró el ambiente. Lo que se había planeado como una confrontación de ideas terminó en acusaciones contra los organizadores. Varios alzaron su voz de protesta por lo ocurrido, pero el más vehemente fue Jorge Figueroa, candidato del Partido Demócrata Colombiano. En plena transmisión en vivo, el exsecretario de Desarrollo Social de Bucaramanga acusó a TRO de revelar una preferencia por la candidatura de Beltrán. El periodista Óscar Gerardo Hernández, moderador y director del sistema informativo del canal, pidió respeto, pero la inconformidad del candidato continuó. “Discúlpeme, pero las reglas estaban claras desde el principio. Si no le parece, se puede retirar perfectamente, señor Jorge Figueroa”, dijo al aire Hernández.

Figueroa, en efecto, se retiró del estudio y otros candidatos lo siguieron. Lo que sucedió después, según algunos de los asistentes, fue incluso más inusual. Al aire se vio cómo los candidatos restantes se aproximaban a conversar con Hernández, dándole la espalda a la cámara. Tras bambalinas, otros posaban ante las cámaras que sostenían sus equipos de redes sociales y denunciaban lo ocurrido. Pasados unos minutos, volvieron los candidatos que se habían ido, pero el debate nunca se volvió a encarrilar. El caos fue tal que los videos del debate completo fueron eliminados de las diferentes cuentas de TRO y solo quedaron algunos cortos momentos que algunos televidentes compartieron en X —antes Twitter— y en Facebook.

“Se volvió una guachafita”, resume Figueroa a EL PAÍS. Él, que fue comisionado nacional de televisión y dirigió un programa en Cablenoticias, calificó los hechos ocurridos ante las cámaras como “un grotesco espectáculo”. “La transmisión inicia con cuñas [publicidad] del pastor. Y nosotros preguntándonos: ‘Oiga, en el debate no deberían pasar cuñas de los candidatos’. Empieza el presentador diciendo que el pastor no pudo asistir, luego lo muestran leyendo una carta en la que dice que el resto somos reyes de la propaganda negra y, además, nos sugiere de qué debemos hablar”.

La tarifa de un minuto de pauta publicitaria en TRO es de 1,9 millones de pesos (cerca de 500 dólares). La campaña de Beltrán, hasta el momento, reporta gastos por 408 millones (100.000 dólares), de los que un poco más de la mitad, 223 millones (55.000 dólares), han sido destinados a la propaganda electoral. En Cuentas Claras, la plataforma que condensa los gastos de las campañas políticas, Beltrán registra la celebración de un contrato de pauta con TRO por 5,9 millones (1.475 dólares).

Otros aspirantes expresaron igualmente su disgusto. Carlos Felipe Parra, de la Alianza Verde, explicó a este diario que se trató de “un debate organizado para impulsar a un candidato, cuya ausencia fue suplida con pauta en los espacios comerciales” y acusó a Óscar Hernández de tener relaciones familiares con funcionarios de la Gobernación de Santander, entidad que es socia del canal y que pone tres de los nueve miembros de la junta administradora, incluyendo al gobernador mismo.

Horacio José Serpa, del Partido Liberal, también cuestionó el supuesto conflicto de interés de Hernández y recriminó “la vitrina de varios minutos” a la que tuvo acceso Beltrán. El exsenador, quien lleva semanas insistiendo en la existencia de un apoyo por parte del gobernador Mauricio Aguilar hacia el pastor cristiano, aseguró que sus intervenciones sobre estos hechos fueron cortadas durante la transmisión. “En últimas, el pastor puede hacer lo que quiera y puede ir o no ir. Pero que el canal TRO presente un video suyo bastante extenso, en el que nos ataca a los candidatos que sí asistimos, es algo que no merecen los bumangueses. Y cuando yo estoy haciendo esta denuncia en vivo, manifestándome por lo que pasó, cortaron la señal. Ahora, excusándose, dicen que fue culpa de la empresa operadora”.

Por su parte, Consuelo Ordóñez, avalada por el Nuevo Liberalismo y la Liga de Gobernantes Anticorrupción, reconoce que, a lo largo del debate, TRO emitió un comercial de su campaña, pero asegura que fue desproporcionada la cantidad que le permitieron transmitir a Beltrán. “Cuando uno identifica que no hay espacio en igualdad de condiciones para todo el mundo, se pierde el sentido de debatir. A nosotros nos preguntan y controvierten. En cambio, a él, que prefirió no ir, sí le dan prioridad a sus mensajes y llenan de pauta todos los comerciales”.

El canal emitió un comunicado en el que afirma que está en su derecho de vender pauta en este tipo de espacios, “se solidariza con el equipo de producción por las acciones que alteraron el normal desarrollo del programa durante la transmisión en vivo y detrás de cámaras” y “ratifica que no tiene ninguna intención de favorecer una campaña política”. A su vez, Beltrán, en conversación con Blu Radio, negó que haya recibido el apoyo del gobernador Mauricio Aguilar y de su poderosa familia, la cual incluye a dos exgobernadores: su padre Hugo, condenado por paramilitarismo, y su hermano Richard, en juicio por corrupción.

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