Colombia frena la deforestación y registra la cifra más baja en 23 años
El número de hectáreas perdidas de bosques pasó de 123.000 en 2022 a 79.000 al cierre de 2023, de acuerdo con el balance anual del Ministerio de Ambiente
Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, registró en 2023 la cifra de deforestación más baja de los últimos 23 años. El año pasado se perdieron en todo el territorio colombiano 79.256 hectáreas de bosques, lo que supone una reducción de 36% frente a las 123.517 hectáreas taladas y quemadas en 2022. Son los números más bajos desde que se llevan registros y suponen un impulso para el Gobierno de Gustavo Petro, un presidente con un marcado acento ambientalista que se prepara para ser el anfitrión de la cumbre de Naciones Unidas sobre biodiversidad a finales de este año, la COP16 que se celebrará en Cali a partir de octubre.
“Es la cifra más baja producida desde que tenemos serie histórica en el país, desde el año 2000. Es, por primera vez, una cifra que se reduce sustancialmente y por debajo de las 100.000 hectáreas. Es un año realmente icónico en esta lucha contra la deforestación”, destacó este lunes la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, al entregar las cifras anuales consolidadas en una rueda de prensa en Bogotá. “Hemos identificado que hay una asociación directa entre la paz y el resultado de la deforestación, condiciones de paz generan reducción”, valoró la funcionaria al destacar el fortalecimiento de los acuerdos de conservación, especialmente en lo que se conoce como el arco amazónico. “Debemos llegar a cero para mantener el pulmón del mundo”, reaccionó el presidente Petro en sus redes sociales al celebrar la noticia.
Las reducciones fueron significativas justamente en los cuatro departamentos que conforman el arco amazónico: Meta (-57%), Putumayo (-52%), Caquetá (-34%) y Guaviare (-27%). La conservación de esos ecosistemas es clave para garantizar, entre muchas otras cosas, la regulación del clima y la oferta de agua en la zona andina de Colombia, que incluye la distante Bogotá –hoy sometida a racionamientos–, a través de los llamados “ríos voladores”.
El plan de contención de la deforestación que ha trazado el Ministerio de Ambiente colombiano incluye estrategias como el programa Conservar Paga, que triplicó los incentivos para las comunidades que se comprometen con la protección de los bosques. Mientras que el anterior Gobierno de Iván Duque militarizó la política ambiental, el de Petro favorece trabajar de la mano de esas comunidades.
A pesar de las buenas noticias, en el horizonte aparecen oscuros nubarrones. El hito que representa la nueva cifra en la lucha contra la deforestación puede estar en riesgo en este nuevo año. La propia ministra Muhamad había lanzado una voz de alerta en abril ante la posibilidad de un “pico histórico” en la pérdida de bosques en este 2024, en medio de la crisis en los diálogos con las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC agrupadas en el autodenominado Estado Mayor Central, una organización fragmentada que se encuentra más afuera que adentro de la política de paz total. El Gobierno negocia con menos de la mitad de las estructuras del dividido EMC, que es el actor armado dominante en los departamentos donde la deforestación devora cada año enormes trozos de bosque.
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