Un procurador demasiado comprometido

Me pregunto por qué Luis Felipe Henao, uno de los hombres más cercanos a Luis Carlos Sarmiento, quiere abandonar sus responsabilidades actuales y competir por ser el sucesor de Margarita Cabello

Luis Felipe Henao en una conferencia de prensa.Cortesía

¿Qué extraña alquimia se produce en el cerebro de un profesional inteligente y exitoso como Luis Felipe Henao cuando decide abandonar sus responsabilidades actuales (que, para no ir muy lejos, lo tenían como uno de los hombres más cercanos e influyentes en el entorno de Luis Carlos Sarmiento) y encaminarse hacia la “incierta” elección (sí, como lo lee, incierta entre comillas) que el Consejo de Estado podría hacer de su nombre para integrar la terna sobre la cual se elegirá el nuevo procurador...

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¿Qué extraña alquimia se produce en el cerebro de un profesional inteligente y exitoso como Luis Felipe Henao cuando decide abandonar sus responsabilidades actuales (que, para no ir muy lejos, lo tenían como uno de los hombres más cercanos e influyentes en el entorno de Luis Carlos Sarmiento) y encaminarse hacia la “incierta” elección (sí, como lo lee, incierta entre comillas) que el Consejo de Estado podría hacer de su nombre para integrar la terna sobre la cual se elegirá el nuevo procurador general de la Nación?

Esa pregunta, con todas sus implicaciones, es la que ronda mi cabeza desde que el nombre del exministro empezó a sonar como candidato para tan elevado cargo. Y es que si Henao que, repito, es muy inteligente quiere ser procurador es porque algo demasiado bueno e interesante debe pasar allá. ¿El salario? No es tan fenomenal como el que se puede percibir en el mundo de los ultrarricos. ¿El poder? También el entorno de los ultrarricos está lleno de poder, tal vez menos visible, pero poder. ¿Exposición pública? Sin duda un procurador es un jugador político con bastante exposición. Sobre todo cuando se dan casos como el de la actual procuradora que en muchas ocasiones ha mostrado más su talante de política reaccionaria, antes que de garante de los derechos de los colombianos y máxima vigilante de la moral pública. Pero si es por esto por lo que Henao quiere ser procurador, ¡qué tristeza! Nada más vil que la política. Nada menos transparente.

Por eso la pregunta me ronda y me quita el sueño. Porque a Henao se le conocen sus cualidades como hombre ejecutivo que puso a andar desde un ministerio hasta el mejor centro de investigación y tratamiento del cáncer en el país. Pero su faceta de abogado experto en asuntos disciplinarios no se le conoce. Al menos yo no se la he visto.

¿Cuándo ha salido Luis Felipe Henao a ofrecer disculpas por los inmensos casos de corrupción y escándalos menores protagonizados por el que hasta hace poco fuera su partido, Cambio Radical? ¿Cuándo lo hemos visto en una posición argumentada y crítica ante hechos que atentan contra lo ético en el nivel gubernamental disparando a otro que no sea el Gobierno Petro? Que ya no tenga carné de Cambio Radical (aunque en el partido aún lo sienten como si fuera uno de ellos) no lo exime de tener y mostrar su talante ético, pero guarda silencio. Que no quiera inmiscuirse en política y problemas ajenos, se entiende, pero un abanderado de lo correcto, en vez de callar, alza la voz y lo hace sin distinguir colores.

Tal vez es que a Henao no le gusta pelear. Le gusta llevar las cosas por la vía generosa y negociada. Tal vez es que Henao prefiere tener amigos y no enemigos. Y así cuando uno llega a ser procurador y tiene muchos amigos y estos últimos están en problemas, pues la amistad se aprecia y se aprecia mucho. A veces se puede apreciar con regalos o con sorpresas llenas de ceros. Pero el aprecio es invaluable.

Henao podría llegar como llegan todos los políticos a la competencia para ser procurador: haciendo campaña. Y lamentablemente la campaña a esos niveles no se hace con tamales, ni con tejas. ¿Con qué se hará? Porque repito: ¿Dónde está el talante de rector de disciplina de Henao? No lo conozco y ese cargo, si queremos que la Procuraduría tenga sentido, hay que librarlo de políticos.

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