Un edificio se desploma en Barranquilla y deja una mujer muerta y cuatro menores heridos
Las construcciones de este conjunto ya habían sido declaradas en riesgo desde hace 14 años, pero seguían estando parcialmente habitadas
El conjunto residencial Privilegios, en el extremo occidental de Barranquilla, resultó ser una amenaza para sus habitantes. En la tarde de este jueves se desplomó parte de uno de los edificios de seis pisos. Cuatro menores de edad lograron ser rescatados, pero su abuela, Nelly Insignares, una mujer de 63 años, fue hallada muerta. Todas las víctimas, que vivían en un apartamento del cuarto piso, hacían parte de una misma familia. Un video tomado por uno de los vecinos muestra los momentos de angustia que se vivieron luego de que se escuchara un fuerte estruendo. Mientras llegaban la policía y los bomberos, fueron los habitantes del barrio Campo Alegre quienes se lanzaron a buscar a los sobrevivientes entre los escombros.
Una vez llegaron los organismos de socorro -Bomberos, Policía, Defensa Civil y Ejército- para atender la emergencia, continuaron con la remoción manual de los escombros; decidieron no usar maquinaria pesada que pudiera causar movimientos bruscos en la infraestructura, con la esperanza de que la mujer atrapada siguiera con vida. La búsqueda se realizó con el apoyo de perros rastreadores del Ejército, para verificar que no quedara nadie más entre los restos. Los menores heridos, de 15, 13, 9 y 7 años, permanecen hospitalizados, estables y en observación.
Los edificios de este conjunto ya habían sido declarados en riesgo en 2010, durante una fuerte y recordada temporada de lluvias. En ese entonces, los deslizamientos de la ladera en la que están ubicados afectaron las construcciones, en las que desde años atrás ya se habían detectado algunas grietas. Las autoridades determinaron que sus habitantes debían ser desalojados. No obstante, de los propietarios de los apartamentos de Privilegios, inicialmente 30 familias se negaron a marcharse, argumentando que el valor que la Administración Distrital les daba para pagar un arriendo no era suficiente para cubrir ese gasto, ni los servicios públicos; consideraban injusto pasar de propietarios a arrendatarios en otros inmuebles. Otros decidieron desocupar los edificios y señalaron que la indemnización que les pagaron sí les alcanzaba para adquirir otro inmueble.
En ese entonces, según recuerda una nota en el diario regional El Heraldo, la directora de la Oficina de Gestión del Riesgo del Distrito, Ana Saltarín, dijo que quienes que quedaron “están bajo su responsabilidad (...) Los jueces han determinado que, quien no acate una orden de este tipo, está asumiendo su auto puesta en peligro”. No obstante, como las autoridades de Barranquilla no demolieron las edificaciones, estas seguían estando parcialmente habitadas, y además fueron ocupadas irregularmente por otras familias en situación vulnerable. Las lluvias de las últimas semanas habrían filtrado el terreno y contribuido a lo que muchos usuarios de X califican como una tragedia anunciada.
A raíz del derrumbe, las autoridades barranquilleras efectuaron un censo en los otros edificios del conjunto, que señala que en los edificios de la zona, considerada de alto riesgo, viven 74 personas que hacen parte de 22 familias, de las cuales 35 fueron trasladadas a hoteles. Otras decidieron pasar la noche con familiares. Las soluciones que les ofrecen son las mismas que hace 14 años: un hotel provisional y recursos para arriendos temporales.