El hombre que intentó asesinar a Cristina Kirchner: “Imaginate los nervios. Tiré del gatillo y el tiro no salió”
Fernando Sabag Montiel, en prisión preventiva desde hace cinco meses, confirma que disparó contra la vicepresidenta argentina y pide a ayuda a los jueces que la condenaron por corrupción
Fernando Sabag Montiel, el hombre de 35 años que intentó asesinar a Cristina Kirchner en septiembre pasado, acaba de romper su silencio público. El juicio en el que se le acusa por tentativa de homicidio comenzará pronto, y mientras espera recluido en prisión preventiva desde hace cinco meses, Sabag Montiel se ha incriminado en televisión. “Imaginate los nervios de estar en el lugar”, relató. “Tiré el gatillo y el tiro no salió. Tenía cinco balas”,...
Fernando Sabag Montiel, el hombre de 35 años que intentó asesinar a Cristina Kirchner en septiembre pasado, acaba de romper su silencio público. El juicio en el que se le acusa por tentativa de homicidio comenzará pronto, y mientras espera recluido en prisión preventiva desde hace cinco meses, Sabag Montiel se ha incriminado en televisión. “Imaginate los nervios de estar en el lugar”, relató. “Tiré el gatillo y el tiro no salió. Tenía cinco balas”, dijo en un breve llamado del canal de noticias C5N. Sabag también afirmó que no está arrepentido, que actuó sin ayuda, y quiso desligar a su novia de la investigación: “Brenda Uliarte no tiene nada que ver. Yo lo hice por motu proprio, ¿entendés? Están inventando una historia y actué solo”.
Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte son acusados como coautores del intento de homicidio de la vicepresidenta el pasado 1 de septiembre mientras saludaba a una multitud en la puerta de su casa. Esa semana se había conocido la acusación en su contra por corrupción y la militancia kirchnerista se había movilizado en apoyo a la expresidenta. Sabag Montiel se infiltró entre la multitud esa noche de jueves e intentó dispararle dos veces a centímetros de su rostro. “Tiré el pestillo para atrás, y cuando apreté el gatillo no salió el tiro. Entre tanto tumulto y tanta gente estaba nervioso”, contó. Fue detenido en el momento.
El canal había dado con su teléfono a través de una carta firmada por Sabag Montiel dirigida al fiscal federal Diego Luciani. Luciani no tiene nada que ver con su caso, pero se ha convertido en una estrella mediática del antikirchnerismo por ser quien lideró la acusación por la que Cristina Kirchner fue condenada por corrupción el pasado 6 de diciembre. En la carta filtrada a los medios, Sabag Montiel acusó a Kirchner, a la jueza que lleva su causa y a sus abogados de tenerlo “secuestrado” y haberle quitado todo contacto. También pidió a Luciani que “jueces de su confianza” intervengan en la causa en su contra. Todos los mencionados habían participado en alguna acusación de corrupción en contra de la expresidenta (2007-2015) y actual vicepresidenta. “A Luciani lo conocía de la tele desde antes”, dijo Sabag Montiel en la conversación publicada por C5N. “Es obvio que Luciani tiene bronca, que tenía problemas con Cristina”.
La Justicia está por terminar la fase de investigación para mandar a juicio a Sabag Montiel y a Brenda Uliarte, de 23 años, que esa noche escapó de la escena y fue arrestada tres días después. Mientras muchos medios debatían si Sabag Montiel era “un loco suelto” o si todo estaba armado por el Gobierno, la Justicia tiraba de un hilo fino que se confirmó semanas después. “Mandé a matar a la vice Cristina. No salió porque se metió para adentro. Una bronca te juro, la tenía ahí. Mandé un tipo para que la mate a Cristi”, decía un mensaje que Uliarte le había enviado a una amiga por teléfono días antes: no era su primer intento.
“La próxima voy y gatillo yo, Nando [por Sabag Montiel] falló. Yo sí sé disparar bien, no me tiembla la mano”, le escribió a otro amigo la noche del atentado. Uliarte, que durante ese fin de semana de confusión había salido en los medios a decir que convivía con Sabag Montiel y que no era un tipo extraordinario, también le afirmaba a sus contactos que tenía un plan y financiación para escapar. La Justicia apresó entonces a cuatro militantes de ultraderecha, líderes de protestas violentas en contra del Gobierno peronista en las que Uliarte había estado presente. Uno de ellos, Jonathan Morel, es un carpintero con un pequeño emprendimiento que, según los abogados de Kirchner, había recibido pagos por millones de pesos de una empresa cercana al expresidente liberal Mauricio Macri. Los tres han sido procesados por “incitación a la violencia colectiva”, pero la Justicia ha rechazado el pedido de Kirchner de vincularlos a la investigación sobre una posible “asociación ilícita” que intentó asesinarla.
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