El FMI y Argentina cierran un nuevo acuerdo por 7.500 millones de dólares

Los fondos, que llegarán en agosto, se usarán para cancelar parte de la deuda de 44.000 millones que el país sudamericano tiene con el multialteral

Una mujer camina junto a una casa de intercambio de divisas, en el centro de Buenos Aires.Enrique García

El Fondo Monetario Internacional ha anunciado este viernes que ha llegado a un acuerdo técnico con Argentina para aprobar las últimas dos revisiones del acuerdo que firmó con el país sudamericano para la refinanciación de su deuda, en enero de 2022. El Fondo liberará 7.500 millones de dólares en agosto para aliviar la economía argentina, pero los fondos no llegarán a las arcas del país sudamericano hasta que el directorio revise los detalles durante la ...

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El Fondo Monetario Internacional ha anunciado este viernes que ha llegado a un acuerdo técnico con Argentina para aprobar las últimas dos revisiones del acuerdo que firmó con el país sudamericano para la refinanciación de su deuda, en enero de 2022. El Fondo liberará 7.500 millones de dólares en agosto para aliviar la economía argentina, pero los fondos no llegarán a las arcas del país sudamericano hasta que el directorio revise los detalles durante la segunda quincena de ese mes.

El Gobierno argentino ha celebrado que el nuevo acuerdo quita la discusión sobre la deuda con el FMI de la campaña electoral. Los tiempos, sin embargo, no están con Argentina, que tiene vencimientos por 3.000 millones de dólares la semana próxima. Para cubrir el bache, la Casa Rosada ha pedido créditos puente a otros organismos internacionales, como la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.

La revisión del acuerdo ha tenido en vilo al país. El domingo, en un escueto hilo de Twitter en su cuenta en español, el FMI anunciaba que sus técnicos ya tenían acordados “los objetivos y parámetros centrales” para liberar los últimos giros de este año, con los que Argentina está pagando la deuda que contrajo el Gobierno de Mauricio Macri en 2018 y que renegoció en enero de 2022. Con las reservas internacionales en saldo negativo, y un hueco en exportaciones de 20.000 millones de dólares por la sequía, Argentina había cancelado en yuanes aportados por China su último vencimiento con el Fondo. Pero el Gobierno peronista necesitaba asegurarse los desembolsos de este semestre, mientras su actual ministro de Economía, Sergio Massa, se prueba el traje de candidato presidencial para las elecciones del 13 de octubre.

Massa celebró el acuerdo durante una gira de campaña por el noroeste del país. “Nos permite recorrer con tranquilidad esta segunda parte del año marcada por lo electoral”, dijo desde la provincia de San Juan, al pie de la Cordillera de los Andes. Massa había empezado la semana haciendo malabares: el lunes, anunció nuevos impuestos a las importaciones, restricciones a la compra de dólares y una mejora en el cambio que ofrece al sector agroexportador, a la espera de engrosar las reservas del Banco Central. Fue una devaluación del peso dividida por sectores que buscaba complacer al FMI. El preacuerdo estaba anunciado desde un día antes, el acuerdo formal parecía al caer, y Argentina necesitaba hacer buena letra: el Gobierno había incumplido sus metas de acumulación de reservas y déficit fiscal durante los primeros meses del año, fue castigada sin el desembolso de junio, casi 4.000 millones de dólares, y terminó pagando parte de la deuda de ese mes apelando al swap que tiene acordado con China.

Una situación “desafiante”

“La situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante”, dijo el FMI este viernes en un comunicado. “Desde la finalización de la cuarta revisión [en marzo de este año], la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía en las exportaciones y los ingresos fiscales. También ha habido desvíos y retrasos en las políticas, que han contribuido a una fuerte demanda interna y una balanza comercial más débil. Como resultado, no se alcanzaron los criterios de desempeño de finales de junio de 2023″.

El Fondo pide ahora a Argentina que cumpla su meta original de rebajar el déficit fiscal en un 1,9% hasta fin de año (las estimaciones más positivas rondan un 2,4%), y que sus reservas internacionales netas, aquellas que no son propiamente del Banco Central, sino que están atadas a un compromiso de devolución, alcancen los 1.000 millones de dólares hasta fines de 2023, una rebaja considerable desde los 8.000 millones que pidió en marzo. Estas últimas han caído alrededor de 14.000 millones en el último año, en medio del impacto de la sequías, y en junio llegaron a su récord en rojo: acumulaban casi 5.000 millones en negativo.

El Fondo ha asegurado que Argentina tendrá acceso a unos 7.500 millones de dólares en agosto, y que espera que la próxima revisión tenga lugar en noviembre.

El ministro Massa ha celebrado la noticia como una oportunidad de poder llevar la campaña electoral con mayor tranquilidad: el giro de agosto llegará después de que el país vote en las primarias presidenciales y, la próxima revisión, cuando ya se conozca el nombre del nuevo presidente. Ahora, el objetivo de Gobierno es lograr los préstamos para asegurar los vencimientos de la semana que viene. El Gobierno asegura que se harán a través de “operaciones puente” con préstamos de otros organismos multilaterales como la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, pendientes aún de aprobación.

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