Benjamín Solari Parravicini, el “Nostradamus argentino” que encandila a Milei
El presidente argentino y su círculo más cercano siguen a este artista que en 1971 vaticinó la llegada a la Casa Rosada de “el hombre gris”
Santiago Caputo, el todopoderoso estratega político de Javier Milei, lleva tatuada en la espalda una profecía. “La Argentina tendrá su ‘revolución francesa’ en triunfo, puede ver sangre en las calles, si no ve el instante del ‘hombre gris”, dice el texto, escrito en 1971 por Benjamín Solari Parravicini, el “Nostradamus argentino”. El asesor se la tatuó tras el triunfo electoral de su jefe, convencido, claro está, de que “el hombre gris” que salvará al país sudamericano no es otro que Milei. Como él, otros miles piensan lo mismo, y con esa convicción alimentan el relato de “las fuerzas del cielo” en su guerra contra “los zurdos de mierda”. El 10 de marzo pasado, Caputo recibió en la Casa Rosada a Marcela Podestá Costa, sobrina nieta de Parravicini. Posó sonriente para una foto en la que se veía la psicografía del “hombre gris” colgada en su despacho. La visita de Podestá Costa, sin embargo, fue el resultado de una protesta. Como protectora del legado de Parravicini, la mujer no estaba de acuerdo con el uso que los seguidores más radicales de Milei hacen de su tío abuelo y, sobre todo, de la cruz orlada que sintetiza su pensamiento. “Creían que podían usarla para salir a luchar como gladiadores, pero la cruz es espiritual y no se usa como una esvástica”, dice Podestá Costa.
Parravicini murió en 1974 a los 76 años. Había sido el mayor de ocho hermanos de una familia de clase alta de Buenos Aires con raíces italianas. Pintor de renombre, nunca se casó ni tuvo hijos. En la familia le decían Pelón. “Desde chico hablaba con seres que no existían, como amigos invisibles. Cuando creció tiraba frases. Una vez le dijo a una vecina que buscaba a su marido que estaba en la plaza de Olivos, sentado en un banco, y allí estaba. En mi familia no le daban mayor trascendencia, porque éramos muy abiertos y nos parecía de lo más normal”, cuenta Podestá Costa. Pelón pronto dio muestras de ser “un gran médium”, hasta que en los años treinta empezó a hacer sus famosas psicografías. “Eran dibujos y mensajes que le dictaba en sueños el fray José de Aragón, muerto en el 1.500. Dormido, agarraba un lápiz y cuando despertaba veía que había hecho un dibujo. Eran predicciones fechadas 30 años antes de que sucediesen”, cuenta Podestá Costa. Poco antes de morir, Parravicini contó que había sido abducido por extraterrestres y abandonado tiempo después.
El nombre de Parravicini ya circulaba entre algunos fanáticos del esoterismo, pero fue después de su muerte que comenzaron a vincular sus textos y dibujos con acontecimientos históricos. Aseguran, por ejemplo, que anticipó la llegada de Fidel Castro —”Cabeza barbuda, que parecerá santa, más no lo será y encenderá las Antillas”— o el asesinato de John F. Kennedy —”Un golfer [jugador de golf] americano gobierna y le matan joven”—. La fama definitiva le llegaría en 2001, tras el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York. En 1939, Parravicini escribió: “La libertad de Norte América perderá su luz. Su antorcha no brillará como ayer y el monumento será atacado dos veces”. “Cuando cae la segunda torre, un canal de televisión pone un cartel que decía ‘Parravicini, el vidente argentino que lo anticipó’. Ahí tomé conciencia de lo que Pelón había hecho”, cuenta Podestá Costa.
Más de 20 años después, Parravicini vuelve arropado por Milei y sus seguidores. El primer contacto entre la sobrina nieta del “Nostradamus argentino” y el presidente fue en medio de una manifestación. Milei era aún candidato y presentaba su partido, la Libertad Avanza, en una plaza frente a la embajada de Estados Unidos. Podestá fue hasta allí, atraída por ese personaje “genial, que iba contra todos”, dice. “Ese día, le di a Milei unas cruces orladas, que trasmutan lo negativo en positivo. La cruz orlada la sonó una noche mi tío y la dibujó. Milei, que me seguía en Twitter, me manda una foto con las cruces y me dice ‘como verás, he guardado lo que me regalaste’. A Milei le encanta Parravicini y cuando ganó las elecciones le entregué en mano una cruz orlada de plata, de 12 centímetros, para colgar en la pared. Me invitó a la Casa Rosada y estuvo una hora y media con él y con su hermana, Karina. Estaba fascinado con la cruz”, cuenta la sobrina nieta de Parravicini.
Milei y Karina forman junto con Caputo lo que en Argentina llaman “el triángulo de hierro”. El tridente toma todas las decisiones de Gobierno y no acepta opiniones de terceros. La devoción por Parravicini y sus profecías forma parte del cemento que los une detrás de la idea“del hombre gris”. En noviembre pasado, Caputo lanzó una agrupación llamada Las fuerzas del cielo, que con una estética fascista se proclamó “el brazo armado de Milei”. La sobrina nieta de Parravicini vio entonces que la cruz orlada de su tío lucía en las banderas verticales de la nueva agrupación. “No me gustó que la usasen como si fuese el logo de un partido político. Insultan y marchan con la cruz, con el Gordo Dan [un youtuber que es la cabeza de la organización] y todo su séquito con pecheras blancas. No quiero que usen la cruz como distintivo para la agresión, como una esvástica”, dice Podestá Costa. Nadie le hizo caso.
El 1 de marzo, en la apertura de sesiones del Congreso, Caputo y el Gordo Dan lucieron la cruz en el pecho de sus sacos, como un pin. La sobrina nieta se quejó entonces directamente ante Milei, y dos días después recibió una invitación del asesor estrella para una reunión en la Casa Rosada. “Le dije que tuviesen cuidado, porque así como la cruz transmuta lo negativo en positivo, en las malas te jode la vida”, dice la sobrina nieta de Parravicini. Milei y Caputo deben haber tomado nota, porque la cruz poco a poco desapareció de las redes sociales ultras y de la iconografía de Las fuerzas del cielo. El “hombre gris” prefirió no violentar la memoria del Nostradamus argentino.
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