Jorge F. Hernández: “Somos lengua, es decir, imaginación y memoria”
El escritor mexicano se crio en EE UU. De ese cruce de culturas e idiomas nace ‘Un bosque flotante’, novela que se interna en la arboleda de una infancia sobrevolada por la memoria y desmemoria de una madre amnésica
Escritor y columnista de EL PAÍS, Jorge F. Hernández (Ciudad de México, 1962) es un mexicano criado en EE UU. De ese cruce de culturas e idiomas nace Un bosque flotante (Alfaguara), novela que se interna en la arboleda de una infancia sobrevolada por la memoria y desmemoria de una madre amnésica.
¿Por encima de qué flota el bosque de su novela?
Sobre la lenta re...
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Escritor y columnista de EL PAÍS, Jorge F. Hernández (Ciudad de México, 1962) es un mexicano criado en EE UU. De ese cruce de culturas e idiomas nace Un bosque flotante (Alfaguara), novela que se interna en la arboleda de una infancia sobrevolada por la memoria y desmemoria de una madre amnésica.
¿Por encima de qué flota el bosque de su novela?
Sobre la lenta recuperación de la memoria de mi madre, su amnesia es mi infancia… y cada árbol intacto me acompaña.
¿Hay algo que se pueda expresar en inglés que no tenga traducción al castellano? ¿Y viceversa?
Vaho, no tiene traducción al inglés… y el ácido humor de ciertos limmericks no llegan a convertirse en greguería.
¿Qué imágenes, palabras o ideas… de México no tienen una buena traducción en España?
Un pendejo con iniciativa no es necesariamente los empeños de un gilipollas…
¿Cuánto de las personas está hecho del lenguaje que hablamos?
Somos lengua; es decir, imaginación y memoria… somos el habla con la que amamos, incluso con los párpados cerrados.
Su novela se traslada al brumoso territorio de la niñez. ¿Sirve escribirlo para hacer que esas imágenes se vuelvan más nítidas?
Me alivió la memoria de mi amigo Bill, que conocía otras caras del pretérito de mi infancia que yo había olvidado.
¿Considera la palabra madre un sinónimo de niñez?
Más bien, de Vida.
Hay un capítulo de la novela donde usted intenta expresar en palabras la música. ¿Cree que hay alguna canción que haya sido capaz de componer un libro?
Eleanor Rigby, Stairway to Heaven… Esta tarde vi llover… Cambalache y Como un burro amarrado a la puerta de un baile.
¿Qué canción u obra musical ha sabido leer mejor su personalidad?
For What It’s Worth, de Buffalo Springfield.
¿Eligió usted la literatura o la literatura lo eligió a usted?
Uno habita lo que lee y se atreve a escribir todo lo que no merece olvido… la literatura llega solita.
De no ser escritor le habría gustado ser...
Figura del toreo.
¿Tiene alguna manía, ritual o reticencia a la hora de sentarse ante un libro?
A menudo leo en voz alta y hago voces de personajes.
¿Qué libro no pudo terminar?
El Péndulo de Foucault, de Umberto Eco.
¿Qué libro ajeno le había gustado escribir?
El Quijote, Cien años de soledad y Esther en alguna parte.
¿A quién le daría el próximo premio Cervantes?
Estoy a sus órdenes, pero primero van Antonio Muñoz Molina y Juan Villoro.
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