La Haya falla a favor de Chile en un diferendo con Bolivia por el uso de las aguas del río Silala
Santiago no debe compensar a La Paz por la utilización histórica que ha hecho del recurso natural
La Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas (CIJ) le ha dado la razón este jueves a los argumentos presentados por Chile en su demanda contra Bolivia sobre el río Silala, que nace en el municipio boliviano de Potosí y cruza la frontera hacia la región chilena de Antofagasta. En 2016, el entonces presidente boliviano, Evo Morales, amenazó con demandar a su país vecino ante La Haya por “robar” las aguas del río altiplánico, negando que fuese u...
La Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas (CIJ) le ha dado la razón este jueves a los argumentos presentados por Chile en su demanda contra Bolivia sobre el río Silala, que nace en el municipio boliviano de Potosí y cruza la frontera hacia la región chilena de Antofagasta. En 2016, el entonces presidente boliviano, Evo Morales, amenazó con demandar a su país vecino ante La Haya por “robar” las aguas del río altiplánico, negando que fuese un río internacional, y frenar su afluente hacia Chile. Antes de que esos escenarios ocurriesen, el segundo Gobierno de Michelle Bachelet demandó a La Paz ante la CIJ en busca de certeza jurídica sobre el carácter internacional de las aguas del río y el derecho de ambos países al uso equitativo y razonable de estas.
Durante el juicio, Bolivia reconoció el curso internacional de las aguas del Silala y el derecho de su uso equitativo y razonable desde su territorio y también del chileno. Lo que hizo la ofensiva boliviana fue derivar su argumentación en la supuesta existencia de un “flujo artificial” versus un “flujo natural”. Alegaban que el flujo artificial, producto de canales construidos en 1928 por la empresa británica Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) habría mejorado el volumen de las aguas al territorio chileno y reclamaban la soberanía de este.
Como explicó en EL PAÍS el excanciller del Gobierno de Bachelet, Heraldo Muñoz, no existe en el derecho internacional una distinción entre “flujo natural” y “flujo artificial”, y Bolivia no contaba con una base jurídica para reclamar una soberanía exclusiva en la supuesta parte artificial del caudal, como lo que confirmó esta mañana La Haya. En la lectura del fallo, la CIJ sostuvo que las modificaciones que aumentan el flujo superficial de un curso de agua no guardan relación con su caracterización como curso de agua internacional. “La Corte indica a este respecto que los expertos nombrados por ambas partes concuerdan en que las aguas del Silala, ya sean superficiales o subterráneas, constituyen un conjunto unitario que fluye desde Bolivia hacia Chile y hacia una desembocadura común”.
El cambio de postura de Bolivia durante los seis años de litigio provocaron que la CIJ dejara “sin objeto” los principales aspectos de la demanda, ya que actualmente no existen discrepancias respecto a que el Silala es un curso de agua internacional. La Corte constató que ambas partes están de acuerdo en que Chile tiene un derecho a un uso equitativo y razonable de las aguas del Silala, independiente de si se trata de aguas naturales o artificiales. Además, “Bolivia no declara en este procedimiento que Chile deba compensación a Bolivia por los usos del pasado del agua del Silala”, afirmó la jueza Joan Donoghue, presidenta de la Corte.
Chile logró que Bolivia aceptara cuatro de sus cinco demandas. Sobre la petición de que La Paz deba cooperar y notificar oportunamente las medidas sobre el Silala que puedan tener efectos adversos en los recursos hídricos compartidos, la Corte ha señalado que esta obligación aún no es parte del derecho internacional consuetudinario, por lo que no puede ser aún reclamada como tal.
El presidente chileno, Gabriel Boric, celebró esta tarde desde La Moneda el “sólido, fundamentado y categórico” fallo a favor de Chiole. “Nuestro país puede estar tranquilo con la sentencia de la Corte, hemos obtenido la certeza jurídica que fuimos a buscar y los temas en disputa han quedado resueltos de manera definitiva bajo el derecho internacional conforme a la pretensiones de Chile”, ha asegurado el mandatario.
Sin relaciones diplomáticas desde 1962, Bolivia demandó a Chile en 2014 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por una salida soberana al Pacífico. En 2018, por 12 votos a favor y 3 en contra, los jueces fallaron que Santiago “no está jurídicamente obligado a hacerlo, porque ninguno de los acuerdos o tratados firmados por ambos países a lo largo de los años así lo indica; tampoco lo indican otras resoluciones internacionales”.
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