La caída de Manuel Monsalve, el zar de la seguridad de Boric, por una denuncia por violación, golpea al oficialismo

La acusación en contra del renunciado subsecretario del Interior, quien monitoreaba la seguridad pública, estaba en conocimiento de la Administración de izquierdas desde el martes

Manuel Monsalve, en una oficina del Congreso en Valparaíso, Chile, en 2023.Sofía Yanjarí

La última actividad que el socialista Manuel Monsalve tuvo como subsecretario del Interior del Gobierno del presidente Gabriel Boric fue la mañana de este jueves, cuando participaba de una subcomisión de presupuesto en la sede del Congreso en Santiago. Exponía en su calidad de funcionario de alto rango, cuando solo él y unas pocas autoridades de la Administración de izquierdas sabían, desde el martes, lo que vendría pocas horas después. El médico, de 59 años, ha ocupado por dos años y siete meses un puesto estratégico en La Moneda, responsable de la seguridad pública y en uno de los momentos más complejos para Chile, cuando el país atraviesa por una inédita crisis por la irrupción de una nueva delincuencia, marcada por homicidios cada vez más violentos y cometidos con armas de fuego. Pero, públicamente, todo cambió poco antes del mediodía, cuando el titular del periódico La Segunda anunciaba que la Fiscalía lo investigaba desde el 14 de octubre por abuso sexual. Luego, detalló La Tercera, la denuncia era por violación y quien la presentó fue una asesora de esa cartera, que estaba bajo el mando de Monsalve.

Poco después de las 14.30 horas, Monsalve hizo un punto de prensa en La Moneda. A diferencia del tono con que solía hablar para informar de detenciones y operativos antidrogas, esta vez su voz tembló al anunciar su renuncia a la subsecretaría del Interior debido a que, “como ustedes saben”, dijo a los periodistas, “durante esta semana se ha presentado una denuncia en mi contra de la cual no conozco los detalles”. Y agregó: “Quiero reafirmar que no he cometido ninguna conducta constitutiva de delito, por lo cual, en el marco de la investigación, demostraré mi inocencia”.

De acuerdo con La Tercera, la denuncia que la víctima, de 32 años, presentó el 14 de octubre se refiere a un hecho ocurrido el 22 de septiembre, cuando después de cena en un restaurant en el centro de Santiago, despertó al día siguiente en un hotel de la capital chilena, donde alojaba Monsalve.

La denuncia en contra de Monsalve (59), que investiga el fiscal Xavier Armendáriz, ha golpeado a La Moneda, y complica dos conceptos clave de la Administración de izquierdas, su sello feminista y el combate en contra de la delincuencia, pues quien está involucrado era, hasta este jueves, una figura clave en esa materia, y el rostro del Gobierno de la seguridad pública. En contraste, la tarde del jueves la Policía de Investigaciones (PDI) levantó antecedentes de los lugares donde estuvo el exsubsecretario con la denunciante.

Hasta la acusación, que está en una etapa preliminar en la Fiscalía, el médico era una figura que se proyectaba para liderar, eventualmente, el futuro Ministerio de Seguridad —gestión que está radicada en Interior— o bien volver a emprender una carrera en el Parlamento: fue diputado por cuatro períodos, entre 2006 y 2022. Su salida del Gobierno se produce además en la víspera de las elecciones municipales del 26 y 27 de octubre, en las que él tenía un papel clave. También, ha ocurrido 24 horas antes del aniversario de los cinco años del estallido social del 18 de octubre de 2019.

Gabriel Boric, Carolina Tohá y Manuel Monsalve durante una reunión de la Unidad de Acción y Seguridad, en Santiago.Presidencia de Chile (EFE)

Dos días en reserva

Cerca de las 17.00 horas, en un jueves convulsionado en el que Boric por la mañana había cuestionado al Congreso por la forma en que se tramitó la destitución del juez de la Corte Suprema Sergio Muñoz, la ministra del Interior, Carolina Tohá, inició una rueda de prensa en La Moneda para hablar del caso del subsecretario, con quien ha sido dupla desde que ella asumió en la cartera en septiembre de 2022. Allí sorprendió al anunciar que, en su reemplazo, fue designado el ministro de Justicia Luis Cordero, de la centroizquierda moderada, y quien era uno de los integrantes más fuertes del Gabinete. A su vez, quien lo sucede en Justicia, se informó, es el ahora exsubsecretario Jaime Gajardo, en adelante, el cuarto secretario de Estado que milita en el Partido Comunista.

Por ello, Tohá intentó dar una señal de normalidad en un día convulsionado: “Tenemos la seguridad de que, a pesar de que esto es duro y es difícil, se va a lograr enfrentar esta situación sin que se afecte el trabajo que tenemos que hacer para los chilenos y las chilenas, para su seguridad y para el cumplimiento de las tareas que estas distintas carteras tienen por delante”.

Según la ministra, “hasta el día de hoy, ni Manuel Monsalve ni las autoridades de gobierno, conocemos la denuncia. Sabemos una información muy general”. Luego reveló algunos datos de la trastienda de la denuncia en contra de Monsalve: que ella y el presidente Boric se enteraron el martes. Y que ese día, por la noche, tras una reunión del subsecretario con el mandatario, se tomó la decisión de darle tiempo para que viajara al sur del país para hablar con su familia. Ello implicó que, por 48 horas, la acusación se mantuvo en el ámbito privado.

Ese hecho, precisamente, se le preguntó a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, durante una rueda de prensa. Venía de un viaje, de Ginebra, Suiza, cuando estalló la acusación. “El Gobierno no esperó la publicación de prensa, sino que empezó a evaluar la situación una vez conocida a carácter general la denuncia que se había interpuesto”.

Manuel Monsalve durante una rueda de prensa, en Santiago.-- (EFE)

En el punto de prensa, Orellana dijo que, lo que le corresponde señalar como ministerio de la Mujer “es que, en nuestro país, de acuerdo con nuestra legislación y a los planes y programas para la erradicación de violencia que hemos establecido, las víctimas tienen todas las garantías de que van a poder llevar un juicio en el que no se les revictimice”. Y agregó: “Éste, evidentemente, es un hecho de relevancia pública, pero no nos puede llevar a pasar por encima de derechos fundamentales de alguien que denuncia delitos sexuales como es su privacidad y su honra”.

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