Una vacuna no basta
Europa ha contratado millones de dosis con seis empresas. Es buena idea
Europa lo está haciendo bien. Ha reservado 300 millones de dosis de la vacuna de Pfizer y 160 millones de la de Moderna. Como cada persona necesita dos dosis, eso da para inmunizar al 60% de los adultos de la UE –los menores de 16 años no están en la lista de momento—, no muy lejos de la frontera que marca la inmunidad de rebaño. Pero los economistas que sufren ansiedad por la recuperación económica, que son casi todos, tienen que meter la primera y...
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Europa lo está haciendo bien. Ha reservado 300 millones de dosis de la vacuna de Pfizer y 160 millones de la de Moderna. Como cada persona necesita dos dosis, eso da para inmunizar al 60% de los adultos de la UE –los menores de 16 años no están en la lista de momento—, no muy lejos de la frontera que marca la inmunidad de rebaño. Pero los economistas que sufren ansiedad por la recuperación económica, que son casi todos, tienen que meter la primera y calmarse un poco, porque todas esas dosis no van a llegar en los plazos que ellos prevén. El ministro Illa ha anunciado que habrá 20 millones de españoles inmunizados para junio, y ojalá tenga razón, pero aun si la tiene, eso será insuficiente para dar a la economía el pistoletazo de salida. Las vacunas casi están aprobadas, pero suministrarlas a toda Europa va a llevar la mayor parte de 2021. De ahí el mensaje de que nos centremos en salvar las navidades, pero no estas, sino las del año que viene.
Entretanto Hungría, ese gran benefactor altruista de sus vecinos europeos, se dedica a comprar la vacuna rusa, que parece funcionar bien según podemos vislumbrar por indicios indirectos, dada la racanería de los directos, pero que no ha sido autorizada por la agencia del medicamento europea (EMA). Alemania, Reino Unido, Japón y el consorcio global Covax, impulsado por la OMS para vacunar a los países pobres, están alcanzando acuerdos no solo con Pfizer, sino con otra media docena de fabricantes.
Según los datos de ‘The Economist’, basados en el Eurostat y la Comisión Europea, las vacunas más contratadas por la UE no son las de Pfizer (para cubrir a un 40% de la población europea) ni Moderna (20%), cuya suma nos da el 60% de inmunidad que vimos antes. Son las de Curevac, una farmacéutica alemana (suficiente para cubrir al 54% de la población europea adulta), la ya célebre de la británica Oxford/AstraZeneca (53%), la de la estadounidense Johnson & Johnson (107%) y la de la francesa Sanofi (40%). Los reguladores europeos tienen razón. La demanda es enorme, una sola vacuna no es suficiente para inmunizar a sus ciudadanos y la UE está apostando por cualquier candidato prometedor, aunque no tenga aún la autorización de la agencia reguladora.
Si todos los compromisos con las farmacéuticas llegan a buen término, los países europeos tendrán dentro de un año más dosis de las que necesitan para inmunizar a su población
Aunque Francia y Alemania han hecho reservas del fármaco por su cuenta, la UE ha manejado los contratos esencialmente con una sola voz, lo que le da una posición negociadora muy superior a la que tendría cada país por separado, y ha acordado distribuir las dosis entre los Estados miembros según su población. Si todos esos compromisos con las farmacéuticas llegan a buen término, los países europeos tendrán dentro de un año más dosis de las que necesitan para inmunizar a su población, como ha reconocido el presidente español, Pedro Sánchez. Pero nadie quiere arriesgarse a quedarse corto. Y lo que sobre se podrá donar al mundo pobre. Nihil obstat.
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