El puerto de Gibraltar reabre tras el desastre del buque hundido, aunque seguirá sin repostajes
Un buque se afana por rescatar del mar objetos sueltos del granelero, mientras que se apura la extracción residual de combustibles
El puerto de Gibraltar reabre la noche de este miércoles a operaciones de buques, después de más de una semana cerrado por el hundimiento de un granelero junto a las costas del Peñón que ha provocado vertidos de fueloil durante días. Con todo, la Autoridad Portuaria de Gibraltar ha decidido mantener aún cerrada la infraestructura a labores de repostaje de combustible a mercantes, precisamente uno de los servicios —la mayoría realizados en el mar, lo que se conoce como bunkering— por los que es más conocida mundialmente. Mient...
El puerto de Gibraltar reabre la noche de este miércoles a operaciones de buques, después de más de una semana cerrado por el hundimiento de un granelero junto a las costas del Peñón que ha provocado vertidos de fueloil durante días. Con todo, la Autoridad Portuaria de Gibraltar ha decidido mantener aún cerrada la infraestructura a labores de repostaje de combustible a mercantes, precisamente uno de los servicios —la mayoría realizados en el mar, lo que se conoce como bunkering— por los que es más conocida mundialmente. Mientras, los trabajos de extracción de fuel continúan en el OS35 y otro barco está recuperando todo tipo de objetos —pinturas, bidones o colchones— susceptibles de convertirse en basura en el mar.
La Capitanía de Gibraltar decidió cerrar el puerto a toda actividad de buques mercantes momentos después de que, en la noche del 29 al 30 de agosto, el granelero quedase varado de forma controlada en la cara de levante del Peñón, a 700 metros de Catalan Bay, sobre un lecho arenoso a 17 metros de profundidad. La infraestructura volvió a reabrir apenas un día, hasta que la tarde del 31 de agosto, el buque semihundido se combó por la mitad y comenzó a soltar aceites y combustibles. Después de días de intensos trabajos —realizados por la empresa gibraltareña designada por el seguro del armador, los equipos de rescatistas del Peñón y Salvamento Marítimo Español—, el plan de Capitanía es que la recuperación de la actividad se haga de forma “escalonada”, según ha asegurado la tarde de este miércoles el Gobierno de la Roca en un comunicado.
Eso, en la práctica, implicará que por ahora quedarán fuera todas las operaciones de suministro de combustible. En un Estrecho por el que pasan más de 110.000 buques al año —según datos de la Dirección General de la Marina Mercante de España—, en el puerto gibraltareño entran barcos con un peso total de 240 millones de toneladas, según asegura la institución en su propia web. Ese volumen está principalmente asociado a operaciones de repostaje de buques, la mayor parte de ellos realizados en el mar. De hecho, Gibraltar suele estar en los rankings de los principales puertos del mundo que realiza esta actividad. En 2021, hasta 5.735 buques recurrieron al Peñón para ello, un 9,3% más, según la web especializada Bunkerspot. La práctica, conocida como bunkering, es legal —también la realizan los cercanos puertos de Algeciras o Tánger—, pero suele ser criticada por los ecologistas por los riesgos que supone para el medioambiente cualquier error en el proceso.
El OS35 chocó con un metanero, mientras este estaba fondeado en las inmediaciones del puerto de Gibraltar, cuando se disponía a abandonar la zona, camino de Países Bajos. El granelero —cargado con barras de acero— acabó varado en Catalan Bay después de que el capitán desoyese las órdenes de detener el buque y pese a tener una vía de agua en la zona central de 10 por cuatro metros. En el momento del accidente, el mercante dijo que viajaba, para su autoconsumo, con 255 toneladas de gasóleo, 222,5 de fueloil y 27 de lubricante. Tras días de bombeos, Gibraltar ya ha conseguido recuperar más de la mitad del fuel —el más contaminante y delicado de extraer—, y la práctica totalidad del diesel y de los aceites. La Autoridad Portuaria de Gibraltar atribuye el descuadre entre lo declarado y lo recogido del primer combustible a que la verificación de cantidades es “difícil de determinar” por las características de los tanques.
Los rescatistas continúan aún con las tareas de intentar extraer lo que queda de combustible en partes de los tanques 1 —donde ya se cree que es residual— y 2, donde se trabaja en las zonas de babor y estribor para retirar el fuel “en la medida de lo posible”. Gibraltar aseguró este martes que el granelero había dejado de verter petróleo al mar, aunque días antes ya dejó claro que el riesgo de filtrado se mantendrá hasta que el barco no desaparezca del lugar. Además, un catamarán traído de Cádiz y buques de Salvamento Marítimo y de la Autoridad Portuaria de Gibraltar siguen recogiendo los vertidos que escaparon del mercante, tanto fuera como dentro de las barreras de contención.
A las tareas se ha sumado el barco Multicat Nero para afrontar una nueva tarea en los trabajos: la eliminación de todos los objetos que sueltos y a la deriva pueden convertirse en basura en el mar. Gracias a sus dos grúas y su cubierta ya han descargado 51 grandes costales cargados con artículos sueltos como pinturas, bidones, colchones o bolsas con residuos oleosos. Es un paso más en unos trabajos que tendrán que terminar con la retirada total del OS35, una fase que se considera compleja y larga y para la que aún no existe un plan de cómo hacerlo.
En la costa, Gibraltar no ha reportado nuevas llegadas de vertidos, al igual que ocurre en la zona española. La Junta de Andalucía acordó esta semana mantener el cierre de los tres caladeros de bivalvos, una medida que acepta a más de 30 barcos pesqueros. Al otro lado de la frontera, el Peñón informó este pasado martes de que estaba estudiando levantar ya la prohibición para los pescadores.
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