Juan Jesús González Alemán, meteorólogo: “El cambio climático da a las danas un mayor potencial de tener más impacto”
Este experto de la Aemet señala que los escenarios de cambio climático apuntan a que a medida que avance el calentamiento estas tormentas tardarán más en llegar, pero serán más intensas
Juan Jesús González Alemán (35 años, Telde, Gran Canaria) es doctor en Física e investigador en dinámica y modelización atmosférica en la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología). Atiende por teléfono a EL PAÍS desde Bratislava, capital de Eslovaquia, donde participa en un congreso de la Sociedad Meteorológica Europea, pero con un ojo puesto en ...
Juan Jesús González Alemán (35 años, Telde, Gran Canaria) es doctor en Física e investigador en dinámica y modelización atmosférica en la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología). Atiende por teléfono a EL PAÍS desde Bratislava, capital de Eslovaquia, donde participa en un congreso de la Sociedad Meteorológica Europea, pero con un ojo puesto en la durísima dana que ha golpeado a la España peninsular y que ha dejado un reguero de destrucción a su paso. Vincular esta tormenta al cambio climático es realmente prematuro, porque se necesitan estudios de atribución y estos fenómenos son muy complejos. Este experto sostiene que “es posible que haya una relación, porque el Mediterráneo justamente en estos días ha estado más cálido de lo normal”, pero no deja de ser una hipótesis de partida que se deberá luego corroborar en estudios como el que acaba de publicar en el Boletín de la Sociedad Americana de Meteorología sobre una supertormenta muy rara —denominada derecho— que se vivió hace un año en el Mediterráneo occidental. En este caso, González Alemán y sus colegas han conseguido demostrar que el cambio climático fue el detonante de este fenómeno.
Pregunta. ¿Qué influencia tiene el cambio climático en las danas en el Mediterráneo?
Respuesta. No se sabe todavía con certeza cómo influye en la dinámica, en la circulación atmosférica. Es decir, si las hace más frecuentes o menos frecuentes. Lo que sí sabe es que, cuando llegan, le da un mayor potencial de tener más impacto.
P. ¿Es decir, las vuelve más duras?
R. Sí, con mayor potencial de dejar más precipitaciones y de que la tormenta sea de mayor impacto. Y uno de los factores es el aumento de la temperatura del mar, que aumenta la disponibilidad de vapor de agua, es decir de energía. El vapor de agua tiene el potencial realmente de dar más energía a las tormentas. Porque las tormentas se nutren de eso.
P. ¿Entonces, al mirar los datos del pasado, no se puede concluir que las danas han aumentado en número?
R. Los estudios no llegan a una conclusión clara sobre el aumento en el número de danas. Lo que sí sabemos es que cuando llegan, tienen una mayor disponibilidad para aprovechar esa energía.
P. ¿Se puede saber si la tan fuerte dana que hemos padecido en España ha estado influenciada o alimentada por el cambio climático?
R. No, hasta que no haya estudios al respecto no se puede concluir nada. Lo único que se puede decir es que es posible que haya una relación, porque el Mediterráneo justamente en estos días ha estado más cálido de lo normal. Por lo tanto, es posible que haya una relación, pero eso es ahora mismo solo una hipótesis.
P. Se necesita un estudio de atribución, ¿no?
R. Así es, se necesita un estudio de atribución. Esta dana tiene un comportamiento anómalo porque su estructura es más intensa de lo normal para la época del año. Este tipo de danas llegarían más hacia finales de septiembre o durante octubre. Además, se ha aprovechado de que todavía estamos cerca del verano y el mar está más cálido.
P. ¿Respecto a las danas en general, qué es lo que nos espera en el futuro con el avance del calentamiento global?
R. A medida que nos vamos adentrando más en el cambio climático, en teoría, la llegada a estas perturbaciones debería ser menos frecuente, pero cuando lleguen tendrían más potencial de ser más dañinas. Lo que nos dicen los escenarios de cambio climático es que habrá periodos muy largos de sequía y las danas tardarían más en llegar, pero cuando lleguen tendrán mayor potencial de tener más impacto con precipitaciones más intensas y tormentas más destructivas. De todas formas, es un tema en el que se necesita más investigación. En el caso de las olas de calor está bastante solventada la forma en la que les afecta el cambio climático, pero las danas son un fenómeno muy complejo y todavía es muy difícil hablar con robustez.
P. ¿Son muy complejos porque influyen muchos factores en su formación e intensidad?
R. Claro y son fenómenos también de una escala no tan grande. Incluso sus tormentas asociadas son fenómenos todavía más pequeños, de una escala más local. Entonces, es mucho más difícil para los modelos climáticos simular o representar este tipo de fenómenos. Por eso todavía hay que esperar a que se hagan más estudios. Pero los indicios es que con el cambio climático serán menos frecuentes, pero con más potencial destructivo.
P. ¿A qué se le denomina en meteorología un derecho?
R. Un derecho es una tormenta, pero una tormenta muy rara. En Estados Unidos, donde es más frecuente que se formen, solo se dan una o dos veces al año. Sucede cuando un grupo de tormentas más pequeñas se organizan y adquieren más intensidad. Al unirse entre ellas dan lugar a una supertormenta más grande. En términos de impacto sería algo muy parecido a un tornado, pero en el tornado el viento gira, mientras que en el derecho no y los vientos son en línea recta. Por eso en Estados Unidos se les puso por primera vez el hombre de derecho. Tienen un recorrido mucho más grande que los tornados y pueden llegar hasta los 700 u 800 kilómetros.
P. ¿En el Mediterráneo se ha dado algún caso?
R. Hay documentado uno en 2003 y el último en 2022, que es el que analizamos en el artículo que se acaba de publicar. Pero su formación en el Mediterráneo es extremadamente rara.
P. ¿Y qué relación tiene la formación del derecho en 2022 y el cambio climático?
R. El pasado año hubo una ola de calor marina muy intensa y contribuyó a formar ese evento. Es un fenómeno que tiene potencial de suceder en un clima normal, pero lo que hemos descubierto en este caso es que el cambio climático ha contribuido sustancialmente y de forma crucial a formarlo. Al final, lo que se puede establecer es que el cambio climático ha sido el detonante de esa tormenta, como hemos descubierto con este estudio.
P. Es decir, que no solo alimentó la tormenta, la creó.
R. Sí, esa es la principal conclusión del estudio, que es pionero porque es la primera vez que se demuestra que el cambio climático no solo ha hecho más intenso un evento o más probable de suceder, sino que lo ha formado.
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