Guirao, ministro de Cultura: “La sonrisa de Carmen era como un abrazo”
El mundo de la cultura, la política y la economía dan su último adiós en Valencia a la exministra socialista
"La sonrisa de Carmen [Alborch], era como un abrazo; aunque no pensemos lo mismo, podemos hablar", han sido las sentidas palabras del ministro de Cultura, José Guirao, tras su paso por el Tanatorio municipal de Valencia, donde están los restos mortales de la exministra socialista Carmen Alborch, fallecida ayer a los 70 años de un cáncer, a la espera de la ceremonia de despedida [será una incineración], prevista por la tarde, y que por expreso deseo de la familia tendrá lugar en la intimidad.
Visiblemente emocionado, Guirao ha explicado los vínculos que le unían a Alborch: "Fue mi jefa pero no lo fue; era mi amiga, y esa amistad ha durado hasta el último momento", ha subrayado el titular de Cultura, que ha rememorado que conocía a la exministra cuando ésta dirigía el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM). Más tarde, cuando Alborch se puso al frente del Ministerio de Cultura, en 1993, Guirao se unió a su equipo; primero como director general de Bellas Artes y luego como responsable del Museo Nacional Centro Reina Sofía.
"El mejor legado de Carmen es haber estado en política de una manera que desafortunadamente no se practica: era una mujer conciliadora, trabajadora infatigable, siempre buscaba el entendimiento y la empatía para construir algo. Compartiera o no las ideas del otro, siempre buscaba un punto de encuentro", ha enfatizado.
Los familiares de Alborch rogaron el miércoles, pocas horas después de su muerte, que la despedida de esta feminista, defensora de la igualdad y la cultura, no se convirtiera en una sucesión de coches oficiales; y emplazaron a que el último adiós fuera discreto, amistoso, sin excesivo bombo, porque más adelante habría tiempo de organizar un funeral más multitudinario.
Sin embargo, sin grandes alharacas, el mundo de la política, la cultura y la economía no ha dejado de pasar por el tanatorio para abrazar a la familia. La noche del miércoles lo hicieron el empresario valenciano, presidente de Mercadona, Juan Roig, que se refirió a ella como una "grandísima persona"; el senador socialista y expresidente de la Generalitat Joan Lerma y grandes amigos como el diseñador Francis Montesinos.
Este jueves lo han hecho el empresario y expresidente del Valencia CF Paco Roig, el diputado de Ciduadanos Toni Cantó, el exdirigente socialista Jorge Alarte, el dibujante valenciano Ortifus, la consejera valenciana Ana Barceló, la exministra de Sanidad Carmen Montón, el pintor y escultor Miquel Navarro, el empresario y editor Eliseu Climent, muchos de sus colegas de facultad [fue rectora de Derecho], la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, la presidenta de Dones Progresistes, Amàlia Alba, asociación que ya ha anunciado un premio anual con su nombre. Y los familiares y amigos.
El presidente valenciano Ximo Puig ha llegado unos minutos antes que el ministro José Guirao y a la salida, acompañado del consejero de Educación valenciano, Vicent Marzà, ha ensalzado "la maravilosa herencia que deja Carmen Alborch, su mirada abierta, integradora y moderna" sin por ello perder nunca sus raíces valencianas.
"Deja una enorme herencia ética; era una persona excepcional, que ejerció de valenciana sin por ello dejar se sentirse ciudadana del mundo", ha concluido Puig, quien ha recogido la reivindicación del feminismo que la exministra de Cultura hizo el pasado 9 d'Octubre, Dia de la Comunidad Valenciana, a modo simbólico cuando recibió la Alta Distinción de la Generalitat, el honor más elevado de la institución autonómica. "Carmen Alborch es realmente patrimonio de los valencianos y del mundo".
Para la exministra socialista Carmen Montón, Alborch "ha defendido la esperanza y la alegría hasta el último momento, esa alegría que transmitía y que defendía tan bien, la felicidad dentro de la política. Por eso, la imagen que tenemos de ella, esa gran sonrisa enmarcada en rojo, es el mejor recuerdo que podemos tener e ella", ha concluido.
Tras la muerte de Alborch, más de 2.000 personas han firmado una petición en Change.org para que la Unesco reconozca el feminismo como patrimonio inmaterial de la Humanidad, el deseo que verbalizó la exministra quince días antes de morir.
El pleno del Congreso y el de las Cortes Valencianas se han sumado al homenaje a la política y han guardado un minuto de silencio, y la Casa Real envió un telegrama de pésame a la familia. La presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, ha transmitido el pésame del Parlamento a la familia de Alborch, a la que ha recordado como "compañera, amiga y una persona comprometida con la docencia y cultura y el servicio público". Los homenajes a la exministra se han producido desde todos los ámbitos de la política.
Babelia
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