Rozalén, premio Nacional de Músicas Actuales: “Me siento una recién llegada”
La compositora y cantante es distinguida por un trabajo que “reactualiza la tradición de la canción de autor” y “su sensibilidad y compromiso con el feminismo”. A sus 35 años es la artista más joven en recibir el galardón
Todo el sosiego extraordinario que transmite en sus canciones acaba de esfumarse por la euforia del día. Rozalén ha recibido el premio Nacional de Músicas Actuales 2021. “Estoy atacada”, asegura en conversación telefónica. “Es que mi móvil está ardiendo y ya me he puesto nerviosa desde el momento que me han llamado para comunicarme el premio. Iba en tren, regresando de Granada, de un recital de poesía internacional a Madrid, me ha llamado el ministro...
Todo el sosiego extraordinario que transmite en sus canciones acaba de esfumarse por la euforia del día. Rozalén ha recibido el premio Nacional de Músicas Actuales 2021. “Estoy atacada”, asegura en conversación telefónica. “Es que mi móvil está ardiendo y ya me he puesto nerviosa desde el momento que me han llamado para comunicarme el premio. Iba en tren, regresando de Granada, de un recital de poesía internacional a Madrid, me ha llamado el ministro de Cultura y se ha cortado varias veces. No había cobertura y yo como una loca sin saber si era verdad lo que me decía”.
Era verdad. Rozalén, a sus 35 años, es la artista más joven en recibir el premio más prestigioso de la música española, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 30.000 euros. Un galardón que antes que ella ha recaído en Joan Manuel Serrat, Luz Casal, Santiago Auserón, Amaral, Christina Rosenvinge, Kiko Veneno, Jorge Pardo, La Mala Rodríguez o Javier Ruibal, quien se ha molestado en llamarla y darle la enhorabuena. “¡Madre mía! Es que estoy rodeada de mis maestros”, confiesa Rozalén. “Me he quedado loca y aún sigo en shock”, añade.
Nacida en Albacete e iniciada en la música desde niña, María de los Ángeles Rozalén Ortuño formó parte desde los siete años de la rondalla del barrio albaceteño de Fátima como instrumentista de guitarra y bandurria. Cantante en coros, a los 14 años empezó a componer y a los 16 dio su primer concierto, en el festival Operación Bocata de Albacete. En 2011 se trasladó a Madrid para estudiar un máster en musicoterapia, tras cursar sus estudios de Psicología en la Universidad de Murcia. Dio sus primeros pasos en la capital tocando en locales como El Rincón del Arte Nuevo y Libertad 8. Es en esa época cuando conoce al productor Ismael Guijarro, quien le propone grabar un disco. Al poco tiempo, fichó por la multinacional Sony Music. Publicó su primer disco en 2013, titulado Con derecho a…, cuyo primer sencillo, 80 veces, superó el millón de visitas en YouTube al poco de publicarse. El segundo corte, Comiéndote a besos, dedicado a las personas seropositivas, superó el éxito del primero. En 2015, su canción Berlín formó parte de la banda sonora de la película Perdiendo el Norte, de Nacho J. Velilla, y en septiembre de ese año publicó su segundo álbum, Quién me ha visto…, otro gran éxito, que reeditó con su tercer álbum, Cuando el río suena…, en 2017. En octubre de 2020 llegó El árbol y el bosque, su cuarto disco, que es con el que está de gira actualmente.
Este jueves, recién galardonada, Rozalén se para a pensar en el camino recorrido hasta hoy y suspira. “Lo que más alegría me ha dado ha sido saber que te lo dan por el reconocimiento al talento”, explica. El jurado había destacado de ella multitud de actividades ligadas a su música, como “su compromiso con el feminismo, la accesibilidad y la inclusión social” o ser una activista social que ha trabajado la musicoterapia con enfermos de párkinson o colectivos en riesgo de exclusión o ha incorporado la traducción de sus letras a la lengua de signos. “Todo eso forma parte de mi trabajo, pero al final es importante que entiendan mi música. Me siento una recién llegada y me sigue sorprendiendo un montón que me lo hayan dado”.
Todavía sin haber decidido cómo lo va a celebrar ―”quizá con todo mi equipo después del siguiente concierto en Onda, Castellón”―, la cantante y compositora, poseedora de cuatro Discos de Oro, dos de Platino y un Goya a la Mejor Canción Original por Que no, que no, compuesta para la película La boda de Rosa, se detiene a reflexionar sobre un reconocimiento que, asegura, recae en una artista insegura. “Soy una tía hipersensible. Demasiado. Y que valoren la sensibilidad me gusta. La sensibilidad es muy importante en la música, pero cada día me juega una mala pasada”, confiesa. Y lo explica: “Soy disfrutona con todo ymuy pasional, pero llegan otros momentos que me meto mucha caña. Tengo miedo todo el rato en mi trabajo. Porque pienso mucho que esto no va a ser para siempre. O que no voy a dejar de gustar a la gente. O que paso de moda. Entonces, llega este premio y es como una voz que te dice: ‘Relájate con todo y sigue trabajando”.
Esa voz ha llegado a través de un jurado presidido por la directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Amaya de Miguel, que ha tenido como vicepresidente al subdirector general de Música y Danza, Antonio Garde, y que ha estado integrado por Almudena Heredero, gestora cultural y directora de PrimaveraPro; el periodista musical español José Miguel López Ruiz; el músico Francisco López Martín; Montserrat Portús Francolí, directora ejecutiva del Mercat de Música Viva de Vic; Julio Ródenas Domercq, director y presentador de Turbo 3 en Radio 3 de RNE, y Carmen Zapata Corbalán, a propuesta de la Asociación de Mujeres de la Industria de la Música.
Después del “desgaste psicológico y emocional” que trajo la pandemia, Rozalén ahora ha vuelto a escribir canciones mientras sigue girando con su último disco, El árbol y el bosque. Reconoce en esta entrevista que tiene más proyectos en mente, como grabar un disco de folclore y seguir apoyando con libros y conciertos la lucha contra la despoblación rural. Pero antes un objetivo inmediato: ganar un Grammy. Está nominada a la categoría de mejor disco de canción de autor en los Grammy Latino. “Si me lo dan, después de este premio y el Goya, ya me da algo”, asegura. Y vuelve a reírse con nerviosismo y recordar lo que dijo al principio de la conversación: “Estoy atacada”.