Alec Baldwin habla sobre la muerte de Halyna Hutchins: “No siento culpa porque no soy el responsable”
El actor afirma que el arma que mató a la cineasta durante el rodaje del wéstern ‘Rust’ se disparó cuando soltó el martillo del revólver
Alec Baldwin no siente culpa por la muerte de Halyna Hutchins. “Alguien es responsable de lo que sucedió, pero sé que no soy yo”, ha dicho este jueves el actor sobre el disparo accidental que mató a la directora de fotografía de 45 años durante el rodaje...
Alec Baldwin no siente culpa por la muerte de Halyna Hutchins. “Alguien es responsable de lo que sucedió, pero sé que no soy yo”, ha dicho este jueves el actor sobre el disparo accidental que mató a la directora de fotografía de 45 años durante el rodaje del wéstern Rust. “Me hubiera suicidado si pensara que soy culpable, no lo digo a la ligera”, ha señalado el protagonista y productor de la cinta en una entrevista con el periodista George Stephanopoulos emitida en la cadena ABC y por el servicio de streaming Hulu, la primera que concede desde la tragedia. “Ella era tan admirada como querida”, aseguró minutos después de romper a llorar al hablar de la cineasta de origen ucraniano cuya muerte sacudió Hollywood. También se ha defendido de quienes lo llaman asesino. “Yo no apreté el gatillo”, ha asegurado ante las cámaras. “Nunca apuntaría a alguien con un arma y apretaría el gatillo, nunca”, ha añadido. El disparo, según la explicación que ha dado a la audiencia en horario estelar estadounidense, se produjo cuando soltó el martillo del arma.
Baldwin ha descrito por primera vez los hechos de la mañana del 21 de octubre, cuando ensayaba con un revólver Colt una escena frente a Hutchins, que estudiaba el encuadre de la toma. “En esta escena voy a amartillar el arma”, dijo el actor a la fotógrafa. “Le dije: ‘¿Quieres verlo?’. Me respondió que sí. Tomé el arma y apreté el martillo. Nunca apuntaría con un arma a alguien y apretaría el gatillo”. El actor preparó la pistola y mostró a Hutchins el movimiento. “¿Lo ves?”, repreguntó. Ella le pidió inclinar un poco más la mano. Cuando soltó el martillo el proyectil se disparó. Los testigos describieron que se oyó algo similar a un latigazo. Él creyó que la cineasta se había desmayado. Hasta 45 minutos después no entendió lo que había sucedido. Una hora más tarde le comunicaron que Hutchins había muerto.
¿El fin de su carrera?
El actor ha subrayado que los actores no son los responsables de garantizar que las armas que se utilizan en los rodajes no estén cargadas. La tarea, según los protocolos de la industria, recae primero en los encargados de la armería y posteriormente en el asistente de producción, quien debe hacer saber a los integrantes de una escena que una pistola o rifle a punto de utilizarse está “fría”, según la jerga de las filmaciones. “Yo confié en la persona encargada de esa tarea cuando me dio el arma... En 40 años que llevo en el negocio, y hasta ese día, no había tenido ningún problema con eso”, ha afirmado Baldwin, quien cree que su carrera podría llegar a su fin. “Me importa un carajo ahora”, ha dicho el tres veces ganador del Emmy y padre de seis hijos, que tenía previsto otro rodaje en enero pero que ahora no sabe si lo hará. “Ha sido muy duro”, ha confesado a Stephanopoulos, quien le preguntó si es lo peor que le ha pasado. “Sí, por supuesto”, ha sentenciado el actor, que asegura llevar semanas “exhausto”, sin dormir, atormentado por sueños en los que aparecen armas que se disparan.
Los hechos descritos por Baldwin han sido corroborados por la abogada de Dave Halls, el primer asistente de Joel Souza, director de la cinta, que también resultó herido por la bala perdida. “Dave me dijo desde el primer día que Alec no apretó el gatillo”, ha dicho este jueves la letrada Lisa Torraco a la cadena ABC. De acuerdo con el testimonio de Halls, el dedo de Baldwin no estaba en la zona que acciona el disparo, sino a lo largo del cañón del arma. Halls y la armera contratada por la productora de la película, Hannah Gutierrez-Reed, de 24 años, son las únicas dos personas que tocaron el arma antes que Baldwin, según ha constatado la investigación de la oficina del sheriff de Santa Fe. “No quiero que nadie sufra innecesariamente”, ha indicado el artista, quitando algo de presión a la sospecha que envuelve a sus compañeros.
Una bala de verdad
“Solo hay una pregunta que responder y esa es de dónde vino la bala”, ha subrayado Baldwin en la entrevista. El actor no ha querido hacer especulaciones sobre el gran misterio de este caso y ha dicho que son los policías quienes deben mover cielo, mar y tierra para responder a esta pregunta. Esta semana, las autoridades de Santa Fe practicaron un registro en la armería que proveyó de proyectiles y salvas a la película. Después del accidente, las autoridades se incautaron de más de 500 balas en el rancho Bonanza Creek, donde se desarrollaba el rodaje. “Alguien puso una bala de verdad en la pistola, una bala que ni siquiera debió estar en la propiedad... Eso lo debe resolver la investigación criminal... No tengo nada que ocultar”, ha informado el protagonista, que ha declarado varias veces ante la policía.
Baldwin es también uno de los productores de la cinta, por lo que está entre los demandados en los casos civiles que se han presentado. Para defenderse, ha contratado a un importante bufete de abogados de Los Ángeles. La fiscalía local aún no ha presentado ningún cargo contra los involucrados. “Gente que sabe de esto me asegura que esmuy improbable que se presenten cargos criminales contra mí”, ha dicho Baldwin.
Serge Svetnoy, un técnico de la producción que asegura haber auxiliado a Hutchins en sus últimos minutos de vida, presentó a principios de noviembre una demanda contra Baldwin y el resto de los productores por negligencia y falta de profesionalidad. Svetnoy considera que los encargados del rodaje y la armera Gutierrez-Reed no hicieron todo lo que estaba en sus manos para que se cumplieran los protocolos de seguridad. A esto se sumó después una segunda acusación de una supervisora de guion.
Baldwin ha calificado de “perturbadores” estos litigios. Ha confesado, sin identificar quién, que una de estas dos personas se acercó a él minutos después del incidente para consolarlo y hacerle saber que no había sido su culpa. Lo que más ha criticado de las demandas es que hayan llegado antes de que Matthew Hutchins, el esposo de Halyna, interponga una. “No puedo hablar por él, pero me sorprendería que no la presentara”, ha añadido Baldwin, que ha explicado también que el proceso obliga a acumular un fondo económico de reparación del daño que debe ser aportado entre todos los demandantes.
El actor desconocía las supuestas quejas que se habían hecho sobre la falta de protocolos de seguridad. Tampoco le habían informado del tenso ambiente laboral descrito por la prensa, que llevó a seis integrantes del equipo de camarógrafos a parar el día del accidente. Pero sí ha rechazado las acusaciones del abogado de Gutierrez-Reed, quien ha afirmado públicamente que alguien sembró la bala asesina como un acto de sabotaje. “Eso está fuera de la realidad... ¿Cuál sería el móvil? ¿Para atacar a quién? ¿Afectar a quién?”, ha señalado Baldwin en la entrevista, añadiendo más preguntas a las múltiples incógnitas del caso.