Muere Loretta Lynn, leyenda de la música country, a los 90 años
La cantante, ganadora de tres premios Grammy, retrató en sus letras el universo femenino en una escena dominada por hombres
Loretta Lynn, una de las cantantes que le dieron una visión femenina al country, ha fallecido este martes a los 90 años en su casa de Tennessee, según ha confirmado la familia de la artista. Ganadora de tres premios Grammy y considerada una de las leyendas del género, Lynn logró su mayor fama a finales de la década de los sesenta con Coal Miner’s Daughter (la hija del minero), una de sus ...
Loretta Lynn, una de las cantantes que le dieron una visión femenina al country, ha fallecido este martes a los 90 años en su casa de Tennessee, según ha confirmado la familia de la artista. Ganadora de tres premios Grammy y considerada una de las leyendas del género, Lynn logró su mayor fama a finales de la década de los sesenta con Coal Miner’s Daughter (la hija del minero), una de sus primeras canciones, de tintes autobiográficos. La letra se desarrolló después en un libro de memorias que Hollywood adaptó en una exitosa cinta protagonizada por Sissy Spacek, como Lynn, y Tommy Lee Jones como su esposo Oliver, con quien se casó a los 15 años.
“Nuestra madre preciosa, Loretta Lynn, ha fallecido en paz esta mañana mientras dormía en su casa en el rancho de Hurricane Mills”, ha escrito la familia en un comunicado. Fue el punto final de una trayectoria que inició en 1964 con el disco Loretta Lynn Sings y alcanzó el máximo estrellato con una balada en la que una chica nacida en la zona de los Apalaches de Kentucky admitía que nunca había soñado en dejar la comunidad minera de Butcher Hollow. “Fuimos pobres, pero éramos queridos / De aquello se aseguró papá / Sacaba el carbón a paladas para ganarse un dólar pobremente”, cantaba en el tema que daba nombre al álbum Coal Miner’s Daughter, lanzado en 1971.
La canción, que contenía nueve versos sin repeticiones, era poco común para una mujer en el country, en este caso una cantante que ya tenía quince álbumes con el sello Decca y MCA en Nashville, la capital de los músicos del género. Cuando Lynn se la mostró a su productor, Owen Bradley, este le puso algunos peros. “Estaba preocupado de lo larga que era y de que era una canción biográfica. Pero le encantaba que fuera real. Era yo y mi historia por contar”, le dijo la cantante a la publicación especializada Sounds Like Nashville.
Lynn era la segunda de ocho hijos que crecieron escuchando a la familia Carter. Su padre tocaba el banjo y su madre la guitarra. Es indudable que la familia tenía la música en las venas. Su hermana menor, Crystal Gale, es también una exitosa cantante.
Ese éxito se ha convertido en un clásico del country. La letra estaba llena de recuerdos de su infancia, de sus padres y de la vida en su pequeño pueblo de Kentucky. Ese fue el sello que Lynn imprimió a lo largo de sus 41 álbumes de estudio, donde se confirmó como una de las cantantes más interesantes gracias a sus letras sobre sexo, maridos infieles, divorcios, amor y desamor. En The Pill (La píldora), de 1975, hablaba sobre la pastilla para el control del embarazo. Eligió como personaje a una mujer que estaba harta de quedarse preñada todo el tiempo, por lo que daba las gracias al método anticonceptivo. Varias emisoras conservadoras vetaron la canción, lo que estancó el tema en el número cinco de la lista de ventas; Lynn estaba acostumbrada a ver sus composiciones alcanzar las primeras posiciones de venta en la lista de country desde 1971.
“Era lo que yo quería escuchar y lo que también muchas mujeres querían oír. No escribía para los hombres, aunque a ellos también le gustaban mis canciones”, dijo Lynn a la agencia Associated Press en 2016. En los inicios de su carrera, recibió la ayuda de otro gran nombre del country, Patsy Cline, quien la ayudó a escalar en una industria llena de hombres.
Sus premios Grammy llegaron en 2005 con el álbum Van Lear Rose, que hizo en colaboración con Jack White, el rockero de The White Stripes. El título volvía a hacer referencia a la infancia de Lynn, pues Van Lear es el pueblo en los Apalaches del este de Kentucky. Sus colegas músicos le reconocieron a Lynn su valentía para explorar nuevas temáticas en el country. La Asociación de Música Country la nombró en 1972 artista del año, lo que la hizo la primera mujer en ganar esa distinción.
Pero su importancia rebasó las fronteras de un género que forma parte del ADN del estadounidense. En noviembre de 2013, el presidente Barack Obama la recibió en la Casa Blanca junto a otros miembros destacados de la sociedad para otorgarle la Medalla Presidencial de la Libertad. “Su primera guitarra le costó 17 dólares. Y con ella esta hija de un minero le dio voz a una generación cantando de lo que nadie se atrevía a hablar”, afirmó el mandatario en la ceremonia, donde también recordó que antes de saltar a la fama como artista, Lynn ganaba premios en las ferias rurales por sus conservas de vegetales enlatados.
Wouldn’t it be great?, su penúltimo álbum, se lanzó en septiembre de 2018. Sus apariciones públicas se redujeron a lo mínimo tras 2017, cuando sufrió un infarto a los 85 años. En abril de 2019, sin embargo, pudo formar parte en el homenaje que la Academia de la Grabación hizo de su trayectoria y que contó como invitados especiales a Jack White, Garth Brooks o Kacey Musgraves. Su disco final, Still Woman Enough, de 2021, es una colección de temas que rinde tributo a las mujeres en el country. Una leyenda que ella ayudó a forjar.