El paso por la cárcel de Sofía Loren inspira la primera zarzuela de Boris Izaguirre y Lucas Vidal
El músico y el escritor se estrenan en el género este sábado con ‘Trato de favor’, con ecos de musicales de Broadway, pop y ballet
Un grupo de reclusas de la cárcel de mujeres Las Albricias planea una represalia contra la nueva presa. “Esto te pone más caliente que Sabrina en Nochevieja”, dice una de ellas. Lucas Vidal y Boris Izaguirre, que escuchan el ensayo desde una de las butacas del teatro, se tronchan. El primero ha escrito la música de la zarzuela Trato de favor y el segundo es autor del texto. Queda poco para su estreno este sábado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y la tienen ya trilladísima de tanto oírla,...
Un grupo de reclusas de la cárcel de mujeres Las Albricias planea una represalia contra la nueva presa. “Esto te pone más caliente que Sabrina en Nochevieja”, dice una de ellas. Lucas Vidal y Boris Izaguirre, que escuchan el ensayo desde una de las butacas del teatro, se tronchan. El primero ha escrito la música de la zarzuela Trato de favor y el segundo es autor del texto. Queda poco para su estreno este sábado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y la tienen ya trilladísima de tanto oírla, pero parece la primera vez que la escuchan.
El argumento no suena enrevesado: Ana Mía, interpretada por la soprano Ainhoa Arteta, es una célebre cantante cuyo marido es condenado por evasión de impuestos y ella termina también en la cárcel. Y resulta que en esa prisión, cada año, celebran un festival de zarzuelas. El argumento lo ideó Izaguirre y confiesa que se inspiró en la condena a Sofía Loren, que fue acusada junto a su marido de fraude fiscal. “Ese mes en prisión de Sofía fue una noticia que me impactó muchísimo”, confiesa. Tanto le marcó que años después tuvo la oportunidad de entrevistarla y le preguntó sobre ello. “Se creó un silencio absolutamente aterrador porque todo el mundo daba por hecho que esa pregunta nunca más se le harían a Sofía Loren. Le pregunté: ‘¿Es cierto que cuando usted abandonó la cárcel declaró que las mejores personas que había conocido en su vida las dejaba atrás?”. Ella le cogió del brazo y, con una respuesta algo enrevesada y diplomática que Izaguirre recita ahora de carrerilla, le dio a entender que sí. “Y yo pensé: ‘Si alguna vez tengo que hacer una obra de teatro, esta es la historia que me gustaría escribir”.
De la música se ha hecho cargo Lucas Vidal, un compositor con experiencia en bandas sonoras de series y películas como la sexta entrega de Fast & Furious. ¿A qué suena Trato de favor? “A Broadway, a zarzuela, a pop, a ballet… Hay un poco de todo, pero siempre respetando al final lo que queríamos: hacer una zarzuela para todos. Que alguien que no ha venido nunca se lo pase genial. No quería que fuera una ida de olla mía que entiendan solo cinco intelectuales. Se te quedan las melodías y sales cantándolas”, cuenta el músico. Y asegura: “Si conseguimos que un joven venga y gracias a esta obra se abone al Teatro de la Zarzuela o vaya a ver una ópera con sus amigos o a un concierto en el Auditorio Nacional… Si lo conseguimos, para mí habrá servido todo. Y lo digo de corazón”.
El trabajo juntos ha sido sencillo, se han acoplado bien. Aunque han tenido que llegar a acuerdos. A Vidal, y también al director de escena Emilio Sagi, les ha tocado frenar las ansias destructivas de Izaguirre. Que si quemar la cárcel, que si matar a esta y luego a aquella. “Como buen tragicómico yo quería un final como Hamlet, donde que todo el mundo termina muerto. Pero no me dejaron”, recuerda el autor.
El resultado final es una obra con más comedia que tragedia y con una base fiel a la zarzuela clásica, aunque a Izaguirre le costara de primeras acatar algunas normas. “En este género hay que repetir ciertas partes. Boris me decía a veces: ‘Corta esto’. Y yo le contestaba: ‘No, hazme caso’. Cuando veía que se enfadaba, sobre todo con el tema de la estructura, paraba y le decía: ‘Ahora vengo’. Y llegaba con el mejor jamón y el mejor queso que tenía. Con el estómago lleno se olvidaba y aceptaba”, dice Vidal riendo. “He arruinado la economía de esa familia”, añade Izaguirre.
También cuenta con gracia el escritor que el primer día de ensayo todo el equipo se dirigía al director de escena como el maestro Emilio y al músico como maestro Lucas: “Y a mí todos me llamaban Boris. Ahí ya me di cuenta de que es un poco mi rol porque un guionista en el fondo es como un sastre. Está ahí porque de repente se suelta un hilo de un pantalón y tiene que remendarlo”. Pero Izaguirre también se tiene reservado un pequeño papel que ambos guardan con misterio. Se sabe que saldrá al escenario. ¿Cantará? “Que lo pida el público”, contesta Vidal. Habrá que ir al teatro para saberlo.