‘The Palace’: Polanski perpetra la mayor debacle final de carrera de un grande del cine

Es inconcebible que el director de ‘Chinatown’ y ‘La semilla del diablo’ se haya metido a los 90 años en un demencial berenjenal de producción y en un incomprensible rodaje de 17 semanas

John Cleese, en el centro, en 'The Palace'.

En una clasificación quizá un tanto restrictiva, la parte final de las carreras de los mejores cineastas de la historia, cuando estos alcanzan ese momento en que el proyecto presente puede ser con toda probabilidad el proyecto final de una vida en esto del arte, se podría dividir entre la de los directores posibilistas, que hacen ya lo que pueden y lo que les dejan, y la de los de los autores personales a los que aún les queda una bala relevante en el cargador, que consideran como un posible testamento final.

En ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En una clasificación quizá un tanto restrictiva, la parte final de las carreras de los mejores cineastas de la historia, cuando estos alcanzan ese momento en que el proyecto presente puede ser con toda probabilidad el proyecto final de una vida en esto del arte, se podría dividir entre la de los directores posibilistas, que hacen ya lo que pueden y lo que les dejan, y la de los de los autores personales a los que aún les queda una bala relevante en el cargador, que consideran como un posible testamento final.

En la actualidad, en un momento en el que no son pocos los directores septuagenarios, octogenarios y hasta nonagenarios que continúan en la brecha, el paradigma del primer grupo sería Woody Allen, esquinado desde la producción por sus problemas relacionados con la moral, que no con la ley, que lleva años haciendo películas aquí y allá con más prisa que calma y al que, de todos modos, aunque ninguno de sus últimos trabajos tenga la más mínima pinta de testamento, aún le queda en alguno de ellos ese punto de frescura que otorga la falta de pretensiones. Un lugar en el que también podríamos encajar nombres célebres como Billy Wilder (Aquí un amigo) y Alfred Hitchcock (La trama).

En el otro lado de la clasificación, con casos tan importantes en la historia del cine como los de John Huston (y la sublime Dublineses), Sidney Lumet con Antes que el diablo sepa que has muerto, Stanley Kubrick con Eyes wide shut y John Ford, cuya Siete mujeres fue un fiasco en su momento, aunque hoy en día esté considerada como la extraordinaria obra que le quedaba por legar, podrían situarse cineastas contemporáneos como Marco Bellocchio, Víctor Erice y Hayao Miyazaki.

Mickey Rourke, a la derecha, en 'The Palace'.Malgosia Abramowska

El caso de Roman Polanski, como el de Allen, pero aquí sumando lo legal y lo jurídico a lo moral, lleva tiempo envenenado por sus antiguos problemas con la justicia estadounidense, pero la polémica con su anterior película, esta sí, con aureola de testamento, acabó por dinamitar su situación laboral, artística, política, social y ética. En los premios César a las mejores obras del año 2019, calificados por muchos como los “César de la vergüenza”, El oficial y el espía, historia alrededor del mítico caso Dreyfus y su sentencia judicial injusta, podía verse como una (escandalosa) parábola de la situación del propio Polanski y, en opinión del realizador francopolaco, la de su estado de indefensión ante los ataques del feminismo. El director, que no estuvo presente en la gala, obtuvo los galardones de mejor película, dirección y guion en medio de la bronca.

Por todo lo anterior resulta tan incomprensible ver una película tan estúpida como The Palace. Más de cuatro años después de aquella gala, en la que Polanski se defendió (como pudo) con, al menos, una buena obra del cine, es inconcebible que el director de Chinatown y La semilla del diablo, de El quimérico inquilino y El pianista, se haya metido a los 90 años de edad en un demencial berenjenal de producción entre Polonia, Italia, Suiza y Francia, en un incomprensible rodaje de 17 semanas, según algunas fuentes de producción, que da vergüenza ajena. Un añejo guion de comedia escrito junto a otro octogenario (y gran director, Jerzy Skolimowski), en torno al efecto 2000 (su falta de vigencia es risible), ambientado en un hotel de los Alpes suizos repleto de oligarcas rusos y asquerosos rostros cincelados con la peor cirugía estética, filmado con los pies (lleno de planos medios en los que la comedia física resulta invisible), con una fotografía deplorable, abarrotado de rancios chistes homófobos, misóginos y escatológicos, y un carrusel de viejas glorias entre las que llama demasiado la atención el genial John Cleese de los Monty Python, al que nada se le había perdido en esta infumable caricatura de lo que otrora, al menos como profesional del arte, fue el pequeño gran polaco. The Palace es quizá la mayor debacle final de un grande del cine en toda la historia.

The Palace

Dirección: Roman Polanski.

Intérpretes: Mickey Rourke, Fanny Ardant, John Cleese, Joaquim de Almeida. Oliver Masucci, Fanny Ardant, John Cleese. 

Género: comedia. Italia, 2023.

Duración: 100 minutos.

Estreno: 26 de abril.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Sobre la firma

Más información

Archivado En