Guantes, termómetros y largas concentraciones: así es el protocolo para la vuelta a los entrenamientos
El texto para el regreso a la competición elaborado por el CSD y aprobado por Sanidad señala que el deporte profesional mejorará “el bienestar psicológico de la población”
El Consejo Superior de Deportes (CSD) publicó este sábado el protocolo sanitario que autoriza la vuelta a los entrenamientos de los deportistas profesionales y de alto nivel con vistas a un hipotético regreso de las competiciones. El documento, aprobado por el Ministerio de Sanidad, otorga al deporte profesional el rango de actividad esencial y le atribuye propiedades benefactoras para la salud mental de la población. “El deporte federado profesional y de alto nivel es una actividad esencial. Además, se consider...
El Consejo Superior de Deportes (CSD) publicó este sábado el protocolo sanitario que autoriza la vuelta a los entrenamientos de los deportistas profesionales y de alto nivel con vistas a un hipotético regreso de las competiciones. El documento, aprobado por el Ministerio de Sanidad, otorga al deporte profesional el rango de actividad esencial y le atribuye propiedades benefactoras para la salud mental de la población. “El deporte federado profesional y de alto nivel es una actividad esencial. Además, se considera que la futura vuelta de las competiciones deportivas contribuirá a mejorar el ánimo y el bienestar psicológico de la población”, reza el documento, al que médicos, deportistas y federaciones aún encuentran lagunas interpretativas. Una de las principales controversias que genera es si a partir de este lunes se podrán realizar ya test masivos del tipo PCR, que detectan si un organismo está infectado por la covid-19. En el caso del fútbol, LaLiga dice que tanto la orden ministerial del pasado 13 de abril como el protocolo la facultan para realizarlos. Desde el CSD, sin embargo, mantienen que en la primera fase no habrá test masivos y advierten que en el protocolo están previstas las inspecciones por sorpresa para asegurar su cumplimiento.
El esperado documento describe una restitución gradual y asimétrica en cuatro fases y establece una duración conjunta con un mínimo de tres a cuatro semanas antes del inicio de las competiciones. De la fase primera, entrenamientos individuales y por turnos, se descartará a cualquier deportista que dé positivo antes de comenzar la actividad. En este periodo se establecen una batería de medidas que permanecen hasta el final, principalmente las higiénicas, y otras que se abren o modifican en las posteriores. Así, se recomienda en la medida de lo posible evitar el uso de instalaciones cerradas y para las abiertas se estipula que deben dotarse de puntos de control de acceso especial, material de desinfección y aislamiento, de elementos técnicos que permitan comprobar la temperatura de las personas que accedan al recinto, y circuitos cerrados de televisión. A los deportistas se les obliga al uso de guantes y mantener las distancias de seguridad. En los ejercicios con carrera se respetarán dos metros por delante y por detrás también en los adelantamientos. El uso de gimnasios y de los servicios de fisioterapia se limitan a lo indispensable.
En la segunda fase, denominada de entrenamiento medio, ya se podrán realizar actividades en grupos reducidos y se establecerán turnos para que coincidan sobre el terreno, siempre segmentado, el mínimo número de personas posible: un aforo máximo del 50%. En los deportes de equipo se podrán realizar trabajos tácticos no exhaustivos. En los deportes individuales que sea necesario (ciclismo, deportes agua) se podrá salir al exterior ajustándose a las medidas de distanciamiento establecidas en la primera fase. En los vestuarios, ya compartidos, debe haber una distancia mínima de seis metros, por lo que se establecerán turnos. En este segundo escalón aparecen por primera vez, como recomendación, las concentraciones, a la que principalmente se oponía el colectivo de futbolistas. El protocolo las mantiene ya hasta la finalización de las competiciones y deberán realizarse en hoteles o en residencias deportivas. Se exige que los deportistas permanezcan en su habitación salvo para entrenarse o comer. Además, el lugar escogido deberá disponer de al menos dos habitaciones libres y equipadas para poder aislar a posibles contagiados o personas que deban pasar cuarentena y que no puedan ser trasladas a su domicilio. En los restaurantes y cafeterías se entregarán las comidas a los deportistas en contenedores cerrados individuales y ya desinfectados.
Recoger el plato
Se establecerán turnos de comida que permitan el alejamiento de dos metros. Cada deportista recogerá su vajilla y verterá lo restos de la comida en un contenedor, cerrado y desinfectado. En esta fase dos, en el caso de darse un positivo de covid-19, se aislará al deportista, y en los deportes de equipo se realizarán pruebas a todo el grupo, incluido el cuerpo técnico o personal con el que pudiera haber tenido contacto.
En la fase tres, la llamada de precompetición, se percibe ya un mayor aperturismo de las medidas. Los grupos podrán ser de hasta 14 deportistas. Los servicios de fisioterapia podrán ampliarse de manera razonada, así como el uso de los gimnasios. Se mantiene el mismo protocolo en caso de positivo.
En el último escalón, el CSD establece que “se volverá a competir cuando las autoridades sanitarias y deportivas lo decidan”. Las competiciones serán “breves y a puerta cerrada hasta que exista una garantía sanitaria que anule el riesgo”.
El texto levantó dudas y reticencias en el sindicato de futbolistas (AFE), que a última hora de la noche emitió un comunicado cuestionándolo en varios puntos y quejándose de que apenas tuvo una hora y cuarto para presentar alegaciones. AFE insiste en que todas las decisiones las debe tomar Sanidad, por encima incluso del CSD.
AFE apunta a la inconstitucionalidad de las concentraciones
El texto levantó dudas y reticencias en el sindicato de futbolistas (AFE), que a última hora de este sábado emitió un comunicado cuestionándolo en varios puntos y quejándose de que apenas tuvo una hora y cuarto para presentar alegaciones. AFE insiste en que todas las decisiones las debe tomar Sanidad, por encima incluso del CSD. Sobre las concentraciones, los jugadores quieren saber si se establecen como un criterio generalizado y las califica de inconstitucionales “por cuanto que está limitando derechos, además de privar de días con las familias y puede afectar a la integridad de la salud del deportista. Y a sus derechos como trabajador, si se hace con medidas de coacción”. Sobre esta tercera fase, los futbolistas tienen dudas en el caso de que hubiera un positivo por la covid-19: “¿Significará que entra en cuarentena el equipo entero, o se aísla al jugador?”, se preguntan. AFE también exige la protección de datos para los jugadores que den positivo y un plan de riesgos laborales en el que queden recogidas todas las medidas, así como las acciones a realizar cuando se produzca un contagio. Además, demanda que sea un especialista en virus quien trabaje con los médicos de los clubes y que Trabajo haga las inspecciones para que se cumpla el protocolo.