El Espanyol respira ante el Alavés

No querían hablar de final ni de partido decisivo, pero a once duelos para el final de LaLiga y clavado en la última posición de la tabla desde la jornada 15, en el Espanyol sabían que un tropiezo ante el Alavés significaría el principio del fin. Y en un encuentro en el que cuadro vasco parecía dispuesto a jugar con la presión de su rival, el Espanyol se encontró este sába...

No querían hablar de final ni de partido decisivo, pero a once duelos para el final de LaLiga y clavado en la última posición de la tabla desde la jornada 15, en el Espanyol sabían que un tropiezo ante el Alavés significaría el principio del fin. Y en un encuentro en el que cuadro vasco parecía dispuesto a jugar con la presión de su rival, el Espanyol se encontró este sábado con un inesperado cambio de guion: el portero Pacheco calculó mal en una excursión fuera del área y, cuando el balón lo superaba, decidió atraparlo. Dos decisiones, una peor que la otra: roja en el minuto 19. El Espanyol no desperdició la oportunidad. Bernardo, en el ocaso del primer tiempo, y, Wu Lei, tras el paso por los vestuarios, sellaron la victoria del cuadro blanquiazul. Respiró el Espanyol, que cosechó el quinto triunfo en LaLiga, la segunda en su casa.

Hasta la expulsión de Pacheco, no había un dueño del partido en Cornellà. Y si había un equipo que jugaba con más calma, ese era el Alavés. Por ahora, no le aprieta la clasificación al cuadro vasco, a siete puntos del Mallorca que marca línea de la salvación. La ansiedad, en cambio, limitaba al Espanyol, hundido en la última posición de LaLiga, es el conjunto de LaLiga más afectado por el coronavirus: ocho futbolistas contagiados. Y, para colmo, el Espanyol tiene entre algodones a su delantero estrella, Raúl de Tomás. Con molestias en la rodilla derecha, RDT saltó al campo en el segundo tiempo. El Alavés también se había quedado sin pólvora en ataque, al sancionado Joselu se le sumó la lesión de Lucas Pérez. Mal augurio en la previa para Garitano, entre los dos suman el 70% de los goles del Alavés.

El técnico vasco contrarrestó la ausencia de sus dos delanteros con un sistema mixto, un 4-4-2 que evolucionaba en un 5-4-1 cuando el Espanyol tenía la pelota. No sufría el Alavés en la agradable mañana de Barcelona, hasta que apareció Pacheco. Sí, un regalo, vestido de imprudencia y castigado con la tarjeta rojo para el portero cambió el partido. Se liberó Melendo con el balón, encontró espacios Embarba y comenzaron a morder y morder los dos delanteros de Abelardo, Wu Lei y Calleri. No contaba el Espanyol con una figura inesperada: Roberto. El portero del Alavés contó cinco paradas, cada una más espectacular de la otra, hasta que Bernardo le rompió la imbatibilidad. Un buen centro de Embarba se culminó con un poco ortodoxo remate de cabeza del colombiano. Alivio para el Espanyol. Al Alavés no le cambió la racha, al contario se le agudizó: perdió por lesión a Aleix Vidal.

Si algo le faltaba al Espanyol para sellar su pacto con la calma fue le gol de Wu Lei. De nuevo apareció Embarba para dejar mano a mano al delantero chino ante Roberto. No falló Wu Lei. Para Abelardo ya era tiempo de pensar en el calendario para el Espanyol: todavía ni había terminado de cantar el 2-0 y el técnico blanquiazul mandó al campo a Raúl de Tomás y Darder para darle descanso a Wu Lei y Embarba. Ni asomaba el Alavés por el área de Oier, que se estrenó sin trabajo este sábado en la portería blanquiazul. El partido ya estaba definido. Ni el Alavés se rebeló ni el Espanyol apretó. Ya tenía la confianza que había ido a buscar. No era necesario nada más para el cuadro blanquiazul, todavía aferrado a su ilusión de Primera.