Lieke Martens: “Mi juego no es hacer un gol por partido; no soy Messi”
La delantera holandesa conversa con El País sobre el precio de la fama y las aspiraciones del Barça en la Champions
Lieke Martens nació Bergen (Holanda) en 1992, el mismo año en que Ronald Koeman marcó el tan emblemático como catártico gol para el Barcelona en Wembley. “Es un gran entrenador, hay que ver lo que hizo Holanda. No es un trabajo fácil. Pero, si tiene tiempo, lo puede hacer bien”, dice Martens. A partir de Johan Cruyff, el Camp Nou y Holanda siempre estuvieron ligados, un puente para jugadores como Kluivert, Cocu y Overmars, también par...
Lieke Martens nació Bergen (Holanda) en 1992, el mismo año en que Ronald Koeman marcó el tan emblemático como catártico gol para el Barcelona en Wembley. “Es un gran entrenador, hay que ver lo que hizo Holanda. No es un trabajo fácil. Pero, si tiene tiempo, lo puede hacer bien”, dice Martens. A partir de Johan Cruyff, el Camp Nou y Holanda siempre estuvieron ligados, un puente para jugadores como Kluivert, Cocu y Overmars, también para ella. “Johan es un dios aquí y allá, la conexión ya es para siempre”, explica Martens, que llegó al Barcelona en 2017, con el premio de mejor jugadora de la UEFA bajo el brazo, y que este martes juega la semifinal de la Champions contra el Wolsfburgo en Anoeta (20.00, Gol TV).
Pregunta. ¿Cómo fue la transición a la fama?
Respuesta. Todo fue diferente. En el campo, fuera del campo y en mi tiempo libre, mi vida cambió a partir de 2017. No fue fácil. Fue una etapa que me costó. La gente comienza a pensar diferente acerca de ti. Nadie te conoce y, sin embargo, todos tienen una opinión sobre ti. Fue raro, estaba acostumbrada a una vida normal.
P. ¿Ahora la ha recuperado?
R. Estoy bien, sí. Pero me he tenido que reencontrar conmigo misma. Entrevistas, contratos, personas con diferentes expectativas… Fue pasar de cero a 100.
P. ¿Afectó su fútbol?
R. Es algo que te afecta en general. Todos están más pendientes de ti, también en el campo. Las marcas son más duras, los rivales te estudian más.
P. ¿Dejó de disfrutar el juego?
R. Las personas pueden decir que no soy tan buena. Yo creo que he mejorado en el Barça y que el equipo también lo ha hecho. El fútbol femenino ha crecido mucho. El nivel es superior, cada jugadora es mejor. Es lo que necesitamos: competición. El fútbol femenino no es como el masculino, que lo dominan Messi y Ronaldo. Aquí, el Balón de Oro es cada año para una jugadora diferente.
P. ¿En qué momento está hoy?
R. Esta última temporada fue muy difícil. Me lesioné. Volví después de cinco meses. Y cuando ya me sentí bien de nuevo, llegó el parón por el coronavirus.
P. ¿Hizo el confinamiento en Holanda?
R. Sí, y se puede ver como que tuve un poco de suerte. Allí no fue tan duro como en España. Había algunas reglas, como que no se podía salir con más de tres personas por la calle y los bares y restaurantes estaban cerrados, pero se podía visitar a la familia. Al principio, no lo hice. No tuve nadie cercano con covid-19 y fue un momento difícil, pero lo pude aprovechar para estar cerca de mi familia y de mis amigos, también de mi novio. Tenemos una relación a distancia, por lo que esto fue una especie de regalo.
P. ¿Tiene la sensación de que se tiene que reivindicar en el Barcelona?
R. Gané el premio a la mejor jugadora de Europa, pero mi nivel fue similar. Lo que cambió fue la expectativa de los demás. Había gente que creía que tenía que marcar goles en todos los partidos. No soy esa clase de futbolista. No juego de 9 ni de 10. No estoy siempre en el área. Claro que me presiono para mejorar y que quiero progresar, pero no juego para calmar las expectativas de la gente que espera que haga un gol en cada partido. No soy Messi. Y se hizo esa comparación cuando gané el premio a la mejor jugadora de Europa.
P. ¿El Barça está en el lugar en el que deseaba cuando firmó?
R. La primera temporada fue difícil. El juego no era totalmente diferente, pero sí había matices que me dificultaron un poco mi adaptación. Ahora tenemos un juego posicional, pero también somos pragmáticas. En los partidos con espacios, tenemos futbolistas que los pueden atacar bien. Tenemos la posesión, pero también podemos ser verticales.
P. ¿Cómo recuerda la final del año pasado ante el Lyon?
R. Tenemos que aprender de lo que pasó. Toqué la pelota tres veces y ya íbamos 0-3. Fue duro, pero aprendimos mucho y tenemos que estar orgullosas de haber llegado a la final. El problema fue cómo perdimos. Ahora tenemos más experiencia. Y eso nos va a servir para enfrentarnos a un rival como el Wolfsburgo.
P. ¿Cómo analiza la semifinal?
R. Tenemos que usar la experiencia del partido contra el Lyon, para jugar contra ellas. Va a ser intenso, muy duro. No será un encuentro fácil. Al contrario.