Tassotti: “El destino me hizo pagar el codazo a Luis Enrique”
El italiano, mano derecha de Shevchenko en la selección ucrania, volverá a encontrarse con el asturiano en el Ucrania-España en la Liga de las Naciones
La fotografía de Luis Enrique con la nariz rota y la camiseta blanca ensangrentada fue una de las imágenes del Mundial de Estados Unidos 94. Mauro Tassotti (Roma, 60 años) fue el responsable, asegura que involuntario, de aquel codazo en los cuartos de final (2-1 para los italianos) que dolió a toda la afición española, más que nada porque el árbitro no señaló nada. Tassotti es ahora la mano derecha ...
La fotografía de Luis Enrique con la nariz rota y la camiseta blanca ensangrentada fue una de las imágenes del Mundial de Estados Unidos 94. Mauro Tassotti (Roma, 60 años) fue el responsable, asegura que involuntario, de aquel codazo en los cuartos de final (2-1 para los italianos) que dolió a toda la afición española, más que nada porque el árbitro no señaló nada. Tassotti es ahora la mano derecha de Shevchenko en la selección ucrania que mañana se enfrenta a España en Kiev, en la Liga de las Naciones. Volverá a encontrarse con Luis Enrique.
Pregunta. ¿Cómo después de 37 años en el Milan decidió irse con Shevchenko a Ucrania?
Respuesta. Había cambiado mi situación en el Milan. Estaba fuera del staff técnico, era observador de los jugadores jóvenes del club y Sheva me propuso irme con él. Pensé que podría ser una aventura interesante. Preferí volver a mi viejo puesto de entrenador. Además, era un momento un tanto particular en el club, en pleno cambio entre el Milan de Berlusconi y el de los propietarios chinos. No lo veía claro. No fue fácil después de tantos años en el Milan, pero estoy satisfecho.
P. En España, hablar de Tassotti es recordar su codazo a Luis Enrique. ¿En el pasado España-Ucrania se saludaron?
R. Sí, sí nos saludamos. Ya lo habíamos hecho en el estadio Olímpico de Roma, cuando él entrenaba allí y yo era asistente de Allegri y fui con el Milan. Aquel día él vino a verme, me dio la mano… El tiempo pasa. Ya me he convertido en abuelo y él es más joven pero también ha crecido desde 1994, que éramos muy jóvenes los dos. Ha pasado mucho.
P. Usted confesó que había sido una estupidez de la que estaba arrepentido un minuto después.
R. Claro, seguro. Disputábamos un balón. Alargué el brazo porque me sentí agarrado. Yo me equivoqué y me arrepentí. Nunca lo he negado. Nunca me he escondido de mi responsabilidad. Lo siento, me disculpo otra vez. Comprendo también que él al principio no quisiera aceptar mis disculpas. Comprendo todo \[al finalizar el partido de Boston, Tassotti fue a pedir disculpas al jugador español. Pudo comprobar cómo tenía la nariz y aún tenía sangre en el rostro. Luis Enrique, nervioso y desconsolado, no las aceptó. “Estaba en su derecho de no hacerlo, comenta el italiano”].
P. A usted esa acción le costó no volver nunca más a la selección italiana. Le sancionaron con ocho partidos. Fue la primera vez que se utilizó en un Mundial la televisión para revisar la jugada y sancionarle.
R. Sí. Para mí fue un desastre. Hubiera tenido la oportunidad de jugar una semifinal y una final de un Mundial con 34 años. Pero me equivoqué y el destino me lo hizo pagar. En la carrera de un jugador hay momentos buenos y menos buenos y se tienen que aceptar todos. Sobre todo cuando la culpa es tuya. Fui yo. Siempre he mantenido que fue un gesto instintivo que le alcanzó la nariz, pero no era mi intención rompérsela. No había nada premeditado. No tenía nada en contra suya. En el fútbol te das golpes y en este caso el problema fue que le rompí la nariz. De no habérsela roto no hubiese sucedido nada.
P. Justo antes de saludarse esa primera vez en el Olímpico, Luis Enrique dijo que le perdonaba...
R. Fue él quien vino a saludarme. Yo pensaba pedirle disculpas personalmente y así lo había dicho el día anterior en una entrevista, pero no quise ir a su banquillo porque no quería provocar una situación complicada. Entendía entonces que él no hubiera querido estrecharme la mano. Evidentemente, Luis Enrique había madurado todo lo que había pasado desde entonces y vino. Me dio la mano. No creo que me dijera nada de particular [en julio de 2003, Tassotti, como segundo de Ancelotti, y Luis Enrique, todavía jugador del Barcelona, se cruzaron en un amistoso en Washington. Tassotti apuntó entonces que había intentado aclarar las cosas, pero que Luis Enrique no quiso].
P. ¿Qué le pareció España el mes pasado [ganó la Roja a Ucrania 4-0]?
R. Jugó muy bien. Me dio una gran impresión. Nunca desde que estoy en la selección ucrania habíamos tenido enfrente a un rival como España, ni encontrado esas dificultades para jugar y salir de nuestro campo. Hay mucha diferencia técnica y física. Nosotros no tenemos tanto donde elegir.
P. ¿Cómo ve a Ansu Fati?
R. Me impresionó su madurez. Jugar con esa personalidad a esa edad no es fácil. Se nota que juega en un gran equipo como el Barcelona y se entrena con grandes jugadores. Esa técnica, esa personalidad, demuestra que tiene un talento particular. El camino para convertirse en un jugador como Messi o Cristiano es todavía largo, pero el talento lo tiene. Lo importante es que alcance la madurez de cabeza y como persona.
P. Como jugador usted tuvo de entrenadores a Sacchi y a Capello. ¿Quién le influyó más?
R. Sacchi, lo que no quiere decir que sea más bravo que Capello. Pero lo encontré primero. Sacchi hizo una revolución en el fútbol italiano y europeo. En aquellos tiempos los equipos italianos estaban vistos como defensivos. Fuera de casa pensaban solo en no recibir un gol. Y Sacchi hizo una revolución con el pressing,la táctica del fuera de juego. Me hubiera gustado encontrarlo un poco antes en mi carrera. Lo encontré ya con 27-28 años. Llegó un poco tarde. Pero fueron tiempos de un gran aprendizaje, para nosotros fue un maestro. Capello fue muy inteligente al gestionar la etapa post-Sacchi. No era fácil. Era un equipo que había ganado mucho, un poco apagado, que tenía la barriga llena. Y él fue capaz de motivar a los jugadores. Sacchi, digamos, hizo un trabajo más profundo que Capello. Un trabajo a las raíces del juego, el cambio de la mentalidad. El mérito estuvo en cómo tenía que entrenarse y se tenía que entrenar como después se quería jugar. Creo que hasta su llegada los jugadores italianos en los entrenamientos no lo dábamos todo, ahorrábamos energías. Y él nos convenció que para dar el ciento por ciento en los partidos lo tienes que dar también en los entrenamientos. Aprendimos mucho de Sacchi.
P. La España que ganó Eurocopa-Mundial-Eurocopa también marcó una época. ¿Será difícil para la selección volver a ese nivel?
R. Será difícil para España y para cualquier otra selección. El nivel fue altísimo. Ahora España llega a las victorias por sus grandes jugadores. No es tan fácil jugar bien para las selecciones. Para los clubes que se entrenan todos los días juntos es mucho más fácil. Todos los equipos se fijaban entonces en España. Todos querían tener la posesión del balón. Aquella selección quería ganar pero jugando, como los equipos españoles. Es una versión distinta a la de los clubes italianos.
P. ¿Qué Ucrania quiere Shevchenko?
R. Que sea protagonista, pero no es fácil porque su campeonato no se puede comparar con los grandes Ligas, con dos grandes equipos, Shakhtar y Dinamo, que completan nuestras convocatorias. Es una selección de segunda fila, pero hemos hecho algo importante. Ganamos nuestro grupo de clasificación para la Euro y teníamos a Portugal, actual campeón. Les ganamos en casa, empatamos fuera. Con buen juego. España para nosotros es un rival imposible. No podemos competir contra ellos ni contra Alemania.