Quartararo, de la clínica a la ‘pole’ position
El piloto de Petronas, líder de MotoGP, suma en Alcañiz su cuarta ‘pole’ después de una fea caída por la mañana
Fabio Quartararo, líder del Mundial de MotoGP, tiene las ideas claras. En ausencia de Márquez, él es la referencia en este extraño y corto campeonato. Él es el hombre a batir. Con sus tres victorias y tres pole position, cuatro con la que consiguió este sábado por la tarde, se imponía marcar el terreno en Alcañiz y fijar la pauta. Lo intentó desde el primer libre, por bien que este trazado nunca fuera el que mejor se le dio, consciente del potencial de Ducati en el circuito aragonés o del empuje con el que llega Mir, segundo en la general pese a no contar ni una victoria. Por eso, en bu...
Fabio Quartararo, líder del Mundial de MotoGP, tiene las ideas claras. En ausencia de Márquez, él es la referencia en este extraño y corto campeonato. Él es el hombre a batir. Con sus tres victorias y tres pole position, cuatro con la que consiguió este sábado por la tarde, se imponía marcar el terreno en Alcañiz y fijar la pauta. Lo intentó desde el primer libre, por bien que este trazado nunca fuera el que mejor se le dio, consciente del potencial de Ducati en el circuito aragonés o del empuje con el que llega Mir, segundo en la general pese a no contar ni una victoria. Por eso, en busca de los límites, se fue al suelo. No una, sino dos veces. Hasta llevarse el mejor tiempo de la sesión de clasificación con una vuelta magnífica en los últimos compases de la prueba en 1m,47′076s.
“Ha sido un día bastante movido”, confesó poco después de bajarse de la moto. Cojeaba. Y no cambió el gesto de dolor hasta que su asistente, Thomas Maubant, le arrancó una sonrisa. “He tenido una caída un poco fea esta mañana. Estoy muy contento después de un día tan difícil”, añadió. Así fue como Quartararo pasó de la clínica a la pole en apenas unas horas. Es la convicción del que quiere ser campeón del mundo.
Y no es que la sesión de clasificación no anduviera tan reñida como siempre. Peleaba el de Petronas con uno de los hombres del paddock más veloces a una vuelta, Maverick Viñales, que se quedó a 46 milésimas de segundo y saldrá segundo en la parrilla. Peleaba con su compañero Morbidelli (cuarto) y con el agresivo Jack Miller (quinto). El mismo Crutchlow se coló en la lucha. Y acabó siendo tercero: será la primera vez en este año tan accidentado para él en que saldrá de la primera línea. Hasta Mir había pasado directamente a la Q2. Y terminó sexto, su mejor resultado desde el GP de Estiria. No podía despistarse Fabio, por bien que otro de sus rivales por el título, Dovizioso, se quedara estancado en la Q1 y vaya a salir desde la 13ª posición este domingo. El joven piloto de 21 años combatió al dolor y se llevó premio. Aunque el premio gordo espera este domingo (15.00, DAZN).
Fuerte golpe en la cadera
La mañana había despertado tan fría que todas las sesiones libres se retrasaron una hora. Avisados los pilotos desde el día anterior de la decisión final y una vez las condiciones de la pista mejoraron –es imprescindible alcanzar unos mínimos de temperatura en el asfalto para que el rendimiento de las gomas sea bueno, especialmente en el caso de MotoGP, donde aunque con mayores prestaciones, más crítico es el comportamiento de los neumáticos– empezaron los pilotos a dar vueltas al circuito de Alcañiz. El sol, cálido, no impidió sin embargo unas cuantas caídas, bruscas la mayoría, en un trazado con subidas y bajadas y de fuertes frenadas. En una de sus bajadas, en la curva 14 y a unos 120 km/h se cayó Fabio Quartararo. Era su segunda caída del fin de semana. La del viernes, solo un golpe, señaló él esa misma tarde, no pareció causarle grandes problemas. La de este sábado, otro golpe, fortísimo, fue otra cosa.
El francés intentaba mandar en la tabla de tiempos del tercer libre cuando su moto le escupió y lo lanzó violentamente hacia el suelo. El impacto sobre su cadera izquierda fue tremendo. El día anterior se había golpeado la misma parte del cuerpo, pero en el lado derecho. Esta vez, sin embargo, necesitó la ayuda de los comisarios para ponerse en pie y llegó al centro médico del circuito en ambulancia. Las radiografías no mostraron ninguna fractura, pero el director médico de MotoGP, Ángel Charte, advertía que seguiría bien de cerca su evolución. Se iba a producir hematoma seguro y eso le preocupaba. Tras pasar por la clínica móvil del circuito y recibir asistencia de los fisioterapeutas, Quartararo volvió a subirse a su Yamaha. Salvó el último entrenamiento libre, aunque le sirvió lo justo: “No hemos podido trabajar bien el ritmo de carrera, pero sabemos dónde podemos mejorar y lo que tenemos que hacer”, decía, feliz, tras lograr la pole. Este domingo le espera una carrera más dura de lo habitual.