Los problemas de Garitano
El Athletic visita al Real Madrid con el técnico en entredicho, sequía goleadora de los delanteros y endeblez defensiva
Gaizka Garitano tiene varios problemas. Uno es de contestación interna. Parte de la directiva está en contra de su continuidad. La irregularidad del Athletic, en Bilbao y fuera de casa, y el escaso atractivo de su fútbol hacen que su figura, salvadora hace dos años, esté en entredicho. Le sostiene la confianza del presidente, Aitor Elizegi. Aseguran sus detractores que con un San Mamés lleno su posición sería insostenible. Es algo que se repite en muchos clubes de Primera. La pandemia ha convertido en co...
Gaizka Garitano tiene varios problemas. Uno es de contestación interna. Parte de la directiva está en contra de su continuidad. La irregularidad del Athletic, en Bilbao y fuera de casa, y el escaso atractivo de su fútbol hacen que su figura, salvadora hace dos años, esté en entredicho. Le sostiene la confianza del presidente, Aitor Elizegi. Aseguran sus detractores que con un San Mamés lleno su posición sería insostenible. Es algo que se repite en muchos clubes de Primera. La pandemia ha convertido en conjeturas lo que pudieron ser certezas. Ahora no hay pañoladas, ni silbatinas.
Otro de los problemas es el gol. La escasa aportación de alguna de sus figuras, como Iñaki Williams, que suma ya 586 minutos sin marcar en jugada. El último tanto lo anotó frente al Levante en octubre. Sólo ha marcado otro más y lo hizo de penalti, pero es que antes del gol ante el equipo de Paco López acumulaba 15 partidos sin ver puerta. Una racha nefasta para un delantero. Tampoco sus compañeros andan finos. Raúl García, que acabó la temporada anterior con 15 goles, consiguió de penalti en Mestalla el primero de la temporada. El navarro parece haber perdido comba con la titularidad. Villalibre, que hace un lustro fue la gran esperanza de la cantera de Lezama, le ha adelantado en la posición de delantero centro, la que ocupaba en sus últimas titularidades. Lleva cuatro partidos en el equipo inicial el Búfalo de Gernika y en dos de ellos ha respondido marcando.
Sin embargo, una de las máximas preocupaciones de Garitano es la defensa, que ha encajado el doble de goles (14) que la temporada pasada a estas alturas. Cuando ascendió del filial al primer equipo, su valor fue cauterizar la herida defensiva del sistema de Berizzo. Ordenó la línea y taponó la herida con un cuarteto zaguero que repite desde entonces, con Capa, Yeray, Iñigo Martínez y Yuri, además del recambio de Núñez, el tercer central.
Pero las intermitencias de Yuri, por las secuelas de la covid, la baja forma de Capa y los errores puntuales de defensas, centrocampistas y portero han hecho saltar las alarmas. Un penalti absurdo de Dani García en Mestalla, otro de Capa en El Sadar, o las garrafales erratas de Unai Simón para el empate del Valencia, o en San Mamés el domingo anterior, lastran al equipo. Sin demasiado poder goleador tras la retirada de Aduriz, cada gol encajado es una dificultad añadida.
Garitano cree que no hay motivos de preocupación: “El rendimiento defensivo está siendo mejor que nunca. Somos el equipo que menos ocasiones y disparos a puerta recibe. Para las veces que nos están llegando el número de goles es alto y no se corresponde con el rendimiento ofensivo de los equipos contrarios”.
Con esos mimbres se presenta este martes el Athletic en Valdebebas en el adelanto de la 19ª jornada (22.00, Movistar LaLiga) por motivo de la Supercopa de España el próximo enero. En el entorno hay cierta desconfianza y un tanto de desapego, pero desde dentro se lanzan mensajes optimistas. “Somos un buen equipo y queremos demostrarlo ante un rival que está en su mejor momento”, dice Garitano. “Enfrentarnos a un equipo tan bueno también es una motivación. Podemos ganar allí, ¿por qué no?”.