Bryan Gil emerge del barro para acabar con el Granada
El joven extremo andaluz y el portero Dmitrovic sostienen al Eibar, que rompe su mala racha (2-0)
Un chaval de 19 años de Barbate, en la costa de Cádiz, emergió sobre el barro en Ipurua para conceder el triunfo al Eibar ante el Granada. Flaco pero incansable, Bryan Gil demostró que se encuentra en un momento dulce de juego. El extremo sobresalió en un partido de los antiguos, con un césped muy pesado y disputado bajo una constante lluvia. Un escenario, a priori, nada propicio para su fútbol. Pero Gil superó todas las adversidades mientras rompe en un gran futbolista bajo la disciplina y las enseñanzas de José Luis Mendilibar...
Un chaval de 19 años de Barbate, en la costa de Cádiz, emergió sobre el barro en Ipurua para conceder el triunfo al Eibar ante el Granada. Flaco pero incansable, Bryan Gil demostró que se encuentra en un momento dulce de juego. El extremo sobresalió en un partido de los antiguos, con un césped muy pesado y disputado bajo una constante lluvia. Un escenario, a priori, nada propicio para su fútbol. Pero Gil superó todas las adversidades mientras rompe en un gran futbolista bajo la disciplina y las enseñanzas de José Luis Mendilibar. Gil había marcado dos goles en sus 38 partidos en Primera y en uno solo, ante el Granada, hizo dos. Uno al aprovechar el rechace de Silva en un penalti lanzado por Expósito. Otro después de recibir un gran pase del incansable Kike García. Recortó muy bien al borde del área y marcó, ahora, con la derecha.
El Granada sigue con su particular gafe ante el Eibar, equipo al que todavía no ha vencido en sus nueve enfrentamientos en Primera. Los andaluces se adaptaron bien a un partido que se jugó a cara de perro y gozaron de opciones para haber sacado al menos un punto de Ipurua. El partido se les fue a los 53 minutos, cuando Herrera cometió un penalti evitable. No midió al despejar y golpeó a Kike García, que se anticipó. Gil marcó tras la parada de Silva y Diego Martínez reaccionó con eficiencia.
Metió a Jorge Molina por Soldado y ordenó un juego directo para aprovechar las dejadas del veterano delantero. Luis Suárez gozó entonces de dos claras opciones para lograr el empate después de dos pases de Molina, que cumplió con su cometido. En ambas ocasiones surgió la figura de otro de los bastiones del Eibar, Dmitrovic, que salvó el empate con dos intervenciones estupendas. Justo después de frustrar al colombiano por segunda vez, Gil hizo el segundo gol para acabar con la resistencia andaluza. El Eibar ponía así fin a una mala racha de cinco encuentros sin conocer la victoria. Su salto en la clasificación es estimable al alcanzar los 19 puntos y situarse en la 11ª plaza.
El Granada sigue al acecho de los puestos europeos. En Eibar, en especial en el primer tiempo, volvió a mostrar su carácter competitivo y su capacidad para adaptarse a un escenario adverso. También supo reaccionar al primer gol local, pero no entraban en sus planes las excelentes intervenciones de Dmitrovic. Junto a Silva, dos de los mejores porteros de LaLiga.
A los dos minutos, Luis Suárez había avisado tras un centro de Quini y el Granada vio cómo Diop era amonestado a los cuatro minutos de juego por una dura entrada a Luis Suárez. El Granada buscó la velocidad al espacio de sus delanteros Luis Suárez y Soldado ante la siempre atrevida apuesta de Mendilibar. La táctica no le salió demasiado bien por las buenas coberturas de Oliveira y la excelente colocación de su portero Dmitrovic, que prácticamente jugó de líbero. El Eibar, por su parte, explotó su veta más habitual. Por la banda izquierda siempre aparecía Bryan Gil. Gil mantuvo un fantástico duelo con Quini y dio hasta tres excelentes centros al área. En uno de ellos, Rui Silva hizo un paradón tras un remate a quemarropa de Kike García. El balón se fue al palo y el Granada se salvó gracias a su portero.
El penalti de Herrera marcó una frontera en el partido. Acabó en gol gracias a Gil y dio ventaja al Eibar, que salió muy bien en la segunda mitad, a medida que la lluvia arreciaba. El Granada no se rindió y Luis Suárez pudo empatar. No llegó el empate y sí el segundo de Gil, que vivió uno de sus días más felices en la élite.