El Cádiz golpea al Alavés en el momento justo
Los andaluces aprovechan la expulsión de Tachi en un gran partido de sus delanteros Lozano y Negredo (3-1)
El fútbol consiste muchas veces en saber aprovechar los momentos. El Cádiz lo hizo a la perfección ante un Alavés que sufrió una enormidad después de la expulsión de Tachi en el minuto 51. El defensa derribó a Lozano y vio la segunda tarjeta amarilla para desnivelar un partido que se desarrollaba hasta ese momento por los cauces de una gran igualdad. El Cádiz olisqueó la debilidad del Alavés y rompió amarras. Es la sexta ocasión en LaLiga en la que el conjunto de Machín afronta un partido en inferioridad. Demasiad...
El fútbol consiste muchas veces en saber aprovechar los momentos. El Cádiz lo hizo a la perfección ante un Alavés que sufrió una enormidad después de la expulsión de Tachi en el minuto 51. El defensa derribó a Lozano y vio la segunda tarjeta amarilla para desnivelar un partido que se desarrollaba hasta ese momento por los cauces de una gran igualdad. El Cádiz olisqueó la debilidad del Alavés y rompió amarras. Es la sexta ocasión en LaLiga en la que el conjunto de Machín afronta un partido en inferioridad. Demasiada ventaja para un Cádiz que rompió su mala racha de cinco partidos sin ganar. Espino apareció por la banda de forma inesperada y puso un balón fantástico a Lozano, que irrumpió para marcar en el primer palo. Battaglia, improvisado central por la expulsión de Tachi, no supo cerrar el centro. Así se aprovechan los momentos en los partidos. El Alavés, por el contrario, no supo hacerlo. Con el 2-1, Rioja lanzó al palo un disparo que rozó el portero Ledesma en una gran exhibición de reflejos.
El Alavés se rindió después de esa jugada de Rioja. El Cádiz encontró mucho espacio al contragolpe, lo que aprovechó para sentenciar el partido. Lo hizo en una nueva demostración de calidad de Lozano. Regateó y pasó a su compañero Negredo, que marcó de un gran disparo con su pierna izquierda al primer toque. El madrileño ha perdido velocidad, pero no golpeo ni recursos. Luego lanzó otro balón al palo en pleno derrumbe vasco. Con dos delanteros del calibre de Lozano y Negredo, más Perea haciendo estragos por su banda izquierda, el Cádiz consumó un buen triunfo ante un rival directo como el Alavés. Los números avalan el trabajo de Álvaro Cervera en un recién descendido. Con 23 puntos en la séptima plaza, los andaluces ven el descenso a siete. Da la impresión, por ahora, que al Alavés de Machín le tocará sufrir más. Lo primero que tendrá que corregir es no sufrir tantas expulsiones, demasiado lastre que soportar cuando se disputan partidos tan igualados como los de LaLiga.
No hubo tregua en el Cádiz-Alavés. Los dos equipos llegaron al choque con la necesidad de ganar, angustiados por una racha para ambos de solo una victoria en los últimos seis partidos. Nada se dejaron en el magnífico césped del Carranza. El Cádiz, que roba y corre, salió con un punto más de intensidad. El Alavés, plagado de bajas pero muy competitivo, se mostró dispuesto a ofrecer resistencia. Hace tiempo ya que Machín dejó a un lado su sistema de tres centrales. Lo ha cambiado por un 4-4-2 muy evidente. El Cádiz, a lo suyo, avisó a balón parado en un remate de Negredo bien detenido por Pacheco.
Alberto Perea comenzaba a dar muestras de peligro. La alineación de este fino centrocampista es la única anomalía que permite Cervera en su equipo. Perea no roba y corre. Le gusta encarar y regatear desde la izquierda, donde suele crear mucho peligro a pierna cambiada. Suya, por supuesto, fue la jugada del gol de Álex Fernández. Álex marcó tras un rebote y gracias a que el balón fue tocado por Leujene, lo que habilitó su posición. El VAR hizo justicia para que Álex marcara su primer gol en Primera División después de 48 partidos. El Alavés respondió gracias a una acción evitable de Fali. El central reconvertido a mediocentro agarró de manera sostenida a Tachi. Lo raro fue que Sánchez Martínez, muy bien colocado, no viera el agarrón. Después de consultar la pantalla, el colegiado decretó penalti, que convirtió Joselu con una gran solvencia ante la ausencia de Lucas Pérez por lesión.
La expulsión de Tachi cambió de forma radical el partido. El Alavés no pudo resistir como en anteriores partidos en inferioridad porque el Cádiz golpeó rápido y de forma certera. Marcó Lozano, no lo hizo luego Rioja en la gran ocasión de los vascos y el partido quedó abierto para los de Cervera. Lozano, Perea y Negredo formaron un trío mágico que desarboló a un Alavés demasiado castigado por las circunstancias. Lozano volvió a marcar después de su tanto ante el Valencia y Negredo anotó su cuarto gol en LaLiga.