El Valencia saca petróleo a balón parado ante la Real

Antes de que comenzaran las hostilidades, el Valencia le hizo el pasillo como corresponde al campeón de Copa. Con la pelota en juego, el once del murciélago le tendió también la alfombra roja al bloque txuri-urdin y le regaló dos goles. El pulso entre los dos últimos campeones de Copa acabó en tablas, por sorpresa, y estuvo a un tris de llevárselo el más ambicioso, el que tiene mayor identidad, la Real. Pero el Valencia, que desaprovechó un penalti, fue efectivo en las acciones a balón parado y empató en la segunda mitad co...

Antes de que comenzaran las hostilidades, el Valencia le hizo el pasillo como corresponde al campeón de Copa. Con la pelota en juego, el once del murciélago le tendió también la alfombra roja al bloque txuri-urdin y le regaló dos goles. El pulso entre los dos últimos campeones de Copa acabó en tablas, por sorpresa, y estuvo a un tris de llevárselo el más ambicioso, el que tiene mayor identidad, la Real. Pero el Valencia, que desaprovechó un penalti, fue efectivo en las acciones a balón parado y empató en la segunda mitad con dos manotazos aislados. Pese al punto que rescató, la temporada del grupo de Gracia, de nuevo blando e indolente, es tétrica, un suplicio.

Sometido por la Real, el Valencia se encontró con un penalti en una acción aislada de juego directo. Cheryshev centró desde la izquierda y el balón impactó en la mano derecha de Gorosabel, que desvió la trayectoria. Carlos Soler, que estrenaba botas nuevas personalizadas para la ocasión, engañó a Remiro pero disparó fuera. El siguiente penalti sería para Wass.

El campeón de Copa respondió automáticamente al error local desde los once metros. Y con mejor tino; Guevara marcó de tiro ajustado después de que su equipo se paseara sin oposición por la frontal del área, trasladando la pelota de izquierda a derecha y, otra vez a la izquierda, hasta encontrar el agujero. Javi Gracia rechaza la posesión del balón para transitar rápido al contragolpe cuando su equipo lo recupera. El problema es que el Valencia, lento y largo, ataca mal al espacio. Juega a dejarse dominar para sorprender, pero acaba siendo domado por cualquier contrario. Aunque frente a la Real Sociedad exprimió las jugadas a balón parado —sin contar el penalti de Soler— y se encontró con el empate.

Pero antes de que eso ocurriera, se complicó la vida a lo grande. Ocurre que la salida de balón también es dramática en Mestalla. Sucedió ante el Levante con Diakhaby y frente a la Real con Gabriel Paulista. El brasileño, en un error flagrante porque su equipo estaba desplegándose en ataque, decidió mal y le regaló la pelota a Guevara, que filtró un pase sobre Isak que acabó en gol. El delantero sueco condujo con la derecha frente a Diakhaby y marcó con la izquierda de tiro cruzado con Jaume mal colocado. 0-2 y el Valencia noqueado, quizá aliviado por no escuchar a su atronadora afición en los días de enfado.

Paulista está en todas

Pero todo cambió en el segundo acto, de nuevo la Real torpe al pisar Carlos Fernández el pie de Gabriel Paulista en el área. Esta vez hubo cambio de lanzador y Wass acertó a batir a Remiro. El grupo de Gracia entró en el partido a balón parado y lo igualó por el mismo camino. Soler botó un córner en corto, Guedes centró con la izquierda y Paulista, que apareció por sorpresa desde el segundo palo, cabeceó a gol y empató el partido. El brasileño se resarció de su error y rescató un punto. Paulista estuvo en todas. Minutos antes del empate, el árbitro le perdonó la segunda cartulina amarilla por juego peligroso como en el primer acto le perdonó la roja a Le Normand por una entrada a Cheryshev.

Maxi Gómez sí fue expulsado. El uruguayo, que sigue desquiciado, vio dos cartulinas en dos minutos dejando a su equipo en inferioridad el último cuarto de hora de partido. Afortunadamente para el Valencia a la Real ya no le quedaban fuerzas ni acierto frente a Jaume. El once de Imanol se marchó de Mestalla preguntándose cómo había perdido tres puntos en un partido clave en su camino para asegurar la Europa League y acercarse a Champions.

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