Real Madrid y Barça se oponen al acuerdo entre LaLiga y CVC
El conjunto blanco critica la pérdida patrimonial que supone para el club, y el Barcelona considera que las condiciones condenan su futuro
Tras un día frenético, en el que parecía que todo sonreía a LaLiga con el anuncio del acuerdo con CVC para regar a los clubes con 2.700 millones de euros, ahora llega la resaca. Y parece que traerá dolores agudos de cabeza. El Real Madrid, uno de los clubes bandera de la competición española, ha emitido un comunicado este jueves en el que se opone al pacto alcanzado. “El Real Madrid convocará la asamblea de socios compromisarios p...
Tras un día frenético, en el que parecía que todo sonreía a LaLiga con el anuncio del acuerdo con CVC para regar a los clubes con 2.700 millones de euros, ahora llega la resaca. Y parece que traerá dolores agudos de cabeza. El Real Madrid, uno de los clubes bandera de la competición española, ha emitido un comunicado este jueves en el que se opone al pacto alcanzado. “El Real Madrid convocará la asamblea de socios compromisarios para debatir sobre el acuerdo y sobre las importantes pérdidas patrimoniales sin precedentes en nuestros 119 años de historia”, asegura en la nota. Y el Barcelona, el otro gran transatlántico de la liga, hizo lo propio con otra nota horas más tarde para incidir en que la operación no ha sido suficientemente contrastada con los clubes.
El acuerdo entre LaLiga y CVC, en caso de que se ratifique en la Asamblea de Clubes el 12 de agosto, supondría la inyección económica de 2.667,5 millones a cambio de un 11% del negocio. Un dinero deseado por algunos equipos para superar las estrecheces financieras que ha dejado el coronavirus, pero con unas condiciones a largo plazo que no convencen a otra parte de los miembros de la asociación que preside Javier Tebas, liderados por los dos grandes.
El principal escollo es que el dinero llegaría a los clubes en forma de préstamo (con un interés por debajo de mercado, según LaLiga, pero que habrá que reembolsar). Por tanto, el valor final que paga el fondo por el 11% del negocio de la competición será mucho menor. En la práctica, supone adelantar un dinero, lo que sería la única tajada de la operación para los clubes, pero a la larga sería perjudicial para sus economías.
“La negociación se ha hecho sin un proceso competitivo y las condiciones económicas pactadas con el fondo CVC le dan unas rentabilidades de más del 20% anual. Este mismo fondo oportunista es el que intentó, sin éxito, acuerdos similares con las ligas italiana y alemana”, incide el Real Madrid en su comunicado oficial. De esta forma, deja clara su postura y entiende que no son tantas las bondades del acuerdo. Como recoge el equipo que preside Florentino Pérez, este fondo ya negoció acuerdos similares con la liga italiana y alemana y ninguno llegó a buen puerto. Y también era uno de los interesados en financiar la Superliga, en la que el Real Madrid era uno de los fundadores e impulsores, un proyecto que tampoco fructificó.
Tanto el conjunto blanco como el culé critican asimismo que se haya cerrado el acuerdo sin contar con su participación. El Real Madrid añade además que solo ha conocido el jueves una parte de los términos del contrato, no en su totalidad, según recoge en su nota. “El Real Madrid no puede apoyar una operación que regala a unos inversores el futuro de 42 clubes de Primera y Segunda División y el futuro de los clubes que se clasificaran durante estos 50 años”, añade. La misma línea en la que se pronuncia el Barça: “No ha sido suficientemente contrastada con los clubes (propietarios de los derechos de TV), su importe no es congruente con los años de duración y que quedan afectados parte de los derechos audiovisuales de todos los clubes para los próximos 50 años”.
Sobre los derechos televisivos, LaLiga insistió en la presentación que CVC no tendría capacidad de gestión ni comercialización, aunque en este punto también hay discrepancias. Es cierto que el acuerdo deja fuera la gestión de estos derechos, pero el fondo sí recibiría la parte correspondiente de lo que genere esa venta, lo que provoca las fricciones. Es decir, se quedaría con casi un 11%, que es la participación con la que contaría de la nueva sociedad a la que se traspase toda la actividad de LaLiga, incluidos los contratos para las retransmisiones.
Desconfianza en Barcelona
“Los clubes tienen cedidos los derechos audiovisuales exclusivamente para su comercialización en régimen de competencia y por un plazo de tres años. Este acuerdo, usando una estructura engañosa, expropia a los clubes el 10,95% de sus derechos audiovisuales durante 50 años y en contra de la ley”, zanja el Real Madrid. Esta negociación conjunta de los derechos televisivos se rige además por un decreto ley, aprobado en 2015, en el que se permite realizar estos acuerdos en nombre de los clubes, pero solo por trienios. La entidad que preside desde hace unos meses Joan Laporta insiste en esta cuestión y expone que condena el futuro del club: “Es inapropiada la firma de un contrato de medio siglo ante las incertidumbres que siempre rodean el mundo del fútbol. Las condiciones del contrato del cual habla LaLiga condenan el futuro del FC Barcelona en materia de derechos audiovisuales”.
En las oficinas del Camp Nou, desde primera hora, ya deslizaban que el pacto tampoco terminaba de encajar. Esto resultaba llamativo, ya que en un primer momento parecía el elemento clave para cuadrar sus cuentas y desencallar la continuidad de Leo Messi. Sin embargo, parece que ha terminado por ser el detonante para que el conjunto culé se quede sin el argentino, según ha anunciado el Barça el jueves por la tarde en su cuenta de Twitter. Justo el día en el que todo apuntaba a que se anunciaría la firma de su nuevo contrato ha ocurrido todo lo contrario: se ha certificado el divorcio. Algo de lo que el club culpa de forma velada a Tebas: “A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española)”, explica el conjunto culé en un comunicado oficial.
Este elemento, que está estrechamente relacionado con la posibilidad de dar luz verde al acuerdo con el fondo CVC o dejarlo en papel mojado, enrarece las relaciones entre el club y la asociación. Así, al deshojar la margarita y posicionarse en contra de la inyección económica, como había hecho ya el Real Madrid, supone un varapalo para LaLiga y dificultará mucho que el 12 de agosto se ratifique la operación, ya que hace falta el sí de 32 de los 42 clubes de Primera y Segunda. Y los dos grandes colosos de la competición tienen mucha capacidad de arrastre sobre el resto.
LaLiga, por su parte, confirma el cumplimiento del ordenamiento jurídico en todas las dimensiones del proyecto LaLiga Impulso. Y ataca además al conjunto blanco: “LaLiga no está preocupada por una posible acción legal del Real Madrid, ya que era una reacción previsible dada la trayectoria de dicho club de oponerse de manera frontal y demandar cualquier proyecto estratégico que suponga un avance y un impulso de la competición y sus clubes”, sostiene en un comunicado publicado también en la tarde del jueves. A lo que añade: “El refuerzo para LaLiga que supone esta operación estratégica beneficiará al fútbol español en su conjunto, incluido el Real Madrid, como uno de los principales representantes del fútbol en el mundo”. La batalla de aquí al próximo jueves está servida.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.