España, contra el bajón

Tras la ausencia a última hora de sus dos referentes, Muguruza y Badosa, el equipo de Medina parte hoy en la Billie Jean King Cup con una nómina de circunstancias

Sara Sorribes pelotea durante un entrenamiento en el O2 de Praga. / RFET

La caída a última hora del doble estandarte que conformaban Garbiñe Muguruza y Paula Badosa supuso un golpe más que considerable para las aspiraciones del equipo español en la fase final de la Billie Jean King Cup, que arranca este lunes en el O2 Arena de Praga. Ambas decidieron renunciar a la citación, al haberse clasificado para el Masters femenino, –a continuación en el calendario, del 10 al 17 en México (Guadalajara)–, y del indisimulado optimismo se pasó a la confección de un equipo de circunstanci...

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La caída a última hora del doble estandarte que conformaban Garbiñe Muguruza y Paula Badosa supuso un golpe más que considerable para las aspiraciones del equipo español en la fase final de la Billie Jean King Cup, que arranca este lunes en el O2 Arena de Praga. Ambas decidieron renunciar a la citación, al haberse clasificado para el Masters femenino, –a continuación en el calendario, del 10 al 17 en México (Guadalajara)–, y del indisimulado optimismo se pasó a la confección de un equipo de circunstancias que rebate la pérdida de calidad con la ilusión de volver a figurar en la zona dulce de la competición.

Es decir, con Muguruza y Badosa en la nómina todo pintaba de otra forma, y al equipo capitaneado por Anabel Medina se le señalaba como uno de los más equilibrados y por fin como candidato. Sin embargo, la ausencia de las dos referencias –quinta y decimotercera del mundo respectivamente, recientes campeonas en Chicago e Indian Wells– plantea un escenario bien diferente que tratarán de compensar las cinco alistadas definitivas: Carla Suárez (335ª), Sara Sorribes (37ª), Nuria Parrizas (66ª), Rebeka Masarova (168ª) y Aliona Bolsova (175ª).

Estas dos últimas ayudaron a Medina a recomponer el puzle sobre la bocina. La capitana, en el banquillo desde 2017, encajó con resignación la pérdida de sus dos piezas principales y ahora apela a la fuerza del bloque para intentar superar el grupo inicial y, a partir de ahí, que sea lo que tenga que ser. Entiende la preparadora valenciana que el nuevo formato diseñado para renovar la antigua Copa Federación puede producir giros inesperados y que obligará a las jugadoras a no especular, siguiendo la estela de la nueva Copa Davis.

“Es un desafío para todos los equipos, hay muchas diferencias. Antes sabías que tenías cinco puntos y que podías remontar en el segundo día. Ahora no. Ahora debes dar toda tu energía en cada partido”, expresó en la comparecencia previa al choque inicial contra Eslovaquia, la primera rival en el grupo C, el punto de partida hoy (17.00, Teledeporte). La otra será Estados Unidos, sabiendo que solo una de las tres logrará el pase a las semifinales, así como que completan la participación la última campeona (Francia), Australia (subcampeona), República Checa, Canadá, Alemania, Bélgica, Bielorrusia, Rusia y Suiza.

Carla Suárez atiende a los medios de comunicación. / RFET

Para el debut contra las eslovacas, Medina recurrirá a Sorribes y medita qué hacer en el segundo individual. Ahí está la baza de Carla Suárez, que a sus 33 años afronta su último torneo después de una reconocida trayectoria. “Son muchos años aquí, tengo muchísima experiencia e intentaré aportarlo todo. Si estoy aquí es porque estoy disponible. Anabel sabe que, si lo necesita, puede contar realmente conmigo”, afirma la canaria, que este año ha ido despidiéndose de los grandes escenarios y no compite desde el US Open. En todo caso, su presencia es vitamínica.

Se jugará sobre pista dura y a cubierto, y la capitana dice que la superficie “no es excesivamente rápida por el desgaste de la tarima en los últimos años”. Sin Muguruza ni Badosa, no le interesa para nada a España la velocidad, aunque el formato obliga a esprintar desde el principio. De entrada, enfrente estará un equipo abordable. Karolina Schmiedlova (82ª) y Kristina Kucova (108ª) encabezan la convocatoria eslovaca, sensiblemente inferior al grupo que propone Estados Unidos, que pese a las bajas asiste con tenistas como Danielle Collins (31ª), Shelby Rogers (40ª) o Sloane Stephens (63ª).

Así se presenta esta Billie Jean King Cup, el Mundial femenino que al igual que la Davis, tuvo que ser suspendido en 2020 debido a la pandemia. Atractivo, en cualquier caso, y con al aliciente de volver a ver al equipo español en la primera línea después de una larga y dura travesía que lo condujo a la Segunda División. Poco a poco, Medina ha podido moldear un bloque reconocible. Eso sí, los últimos acontecimientos dificultan el objetivo de elevar un sexto trofeo, tras los obtenidos en 1991, 1993, 1994, 1995 y 1998, con Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez como eje. Posteriormente, tres finales y tres derrotas: 2000, 2002 y 2008.

De Kontaveit a Zverev

Por otra parte, este domingo se cerró definitivamente el cupo para el Masters de Guadalajara. A falta de un solo nombre para completar el cartel, finalmente lucirá el de la eslovena Anett Kontaveit, quien se impuso en la final de Cup-Napoca a Simona Halep (6-2 y 6-3) y remató el trabajo de los últimos siete días, en los que también ganó en Moscú. Las maestras, por tanto, serán: Aryna Sabalenka, Barbora Krejcikova, Karolina Pliskova, Maria Sakkari, Iga Swiatek y las españolas Muguruza y Badosa.

En el circuito ATP, el alemán Alexander Zverev, verdugo del murciano Carlos Alcaraz en las semifinales de Viena, logró su quinto trofeo en este curso al batir a Frances Tiafoe por 7-5 y 6-4.

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