Vinicius encuentra a Jovic
El brasileño suma su décima diana en este curso liguero y Ancelotti destaca el encuentro del serbio, que asiste y anota pese a la falta de rodaje
Los entrenadores son como los gases. Se expanden por todo el espacio del que disponen y más allá. Ya puede ser pequeña o grande el área técnica que pondrán, en cuanto puedan, un pie fuera de ella. Sólo Luis Enrique en La Cartuja, sentado en su nevera de pícnic, o Bielsa —también ferviente partidario de la fresquera—, que pasea de lado a lado como un pájaro encerrado en una jaula, parecen reconocer las fronteras que les marca el reglamento. En este asunto, Carlo Ancelotti es más bien moderado. Cruza la línea pero poco. Mete las manos en los bolsillos de su ajustado loden azul, impecable; de vez...
Los entrenadores son como los gases. Se expanden por todo el espacio del que disponen y más allá. Ya puede ser pequeña o grande el área técnica que pondrán, en cuanto puedan, un pie fuera de ella. Sólo Luis Enrique en La Cartuja, sentado en su nevera de pícnic, o Bielsa —también ferviente partidario de la fresquera—, que pasea de lado a lado como un pájaro encerrado en una jaula, parecen reconocer las fronteras que les marca el reglamento. En este asunto, Carlo Ancelotti es más bien moderado. Cruza la línea pero poco. Mete las manos en los bolsillos de su ajustado loden azul, impecable; de vez en cuando las saca y gesticula con mesura. O se mete en la boca, directamente de un bote azul, los chicles que consume para aplacar los nervios. Cuando el Real marca el primer gol, de un Vinicius en permanente estado de gracia, cierra los puños; en el segundo, de Jovic, eficaz remedio después de la lesión de Benzema, se da la vuelta, señala a su hijo y ayudante y se abraza a él. Sin alharacas, casi en un gesto funcionarial, a pesar de la relación paterno filial.
Luego, muestra su satisfacción en público: “Estos números en la clasificación dicen que lo estamos haciendo bien”, asegura. “Era un partido en un campo difícil frente a un equipo fuerte. Hemos jugado un partido completo. Estamos mostrando solidez y continuidad”. Cayó el Atlético, se descuelga la Real, perdió el Barcelona, Ancelotti reflexiona: “Es un día bueno para nosotros, pero la Liga sigue. Hay equipos que compiten mucho y ganar es complicado”, suelta, y no tuerce el gesto cuando le preguntan por Benzema. Es, incluso, optimista para el derbi del próximo domingo contra el Atlético.
El técnico italiano decidió, en el instante de la lesión, poner a Jovic. Fue una apuesta acertada, por lo que se vio: “Jovic es un buen delantero, como lo es Mariano. Es una calidad distinta a Karim”, afirma, y lo explica diseccionando los goles: “Es muy fuerte, utiliza bien la pared. El primer gol es un clásico de Jovic, que hace la pared y se la da a Vinicius. El segundo gol es de delantero de área, y él lo es”. Entonces se acuerda de los menos utilizados: “Le felicito porque es complicado para alguien que no juega habitualmente, y lo ha aprovechado. La victoria no siempre es completa porque hay jugadores que no salen y merecen jugar, y ese es un problema de un entrenador”.
Anoeta, tan moderno ahora, enseña sus tripas, y desde las cristaleras de la zona prémium y las de la sala de conferencias, se puede observar la entrada de los futbolistas a los vestuarios. Se exhiben en un escaparate, algunos ya sin la camiseta, que han regalado o intercambiado. Remiro se abraza con Luis Llopis, su preparador la temporada anterior, ahora en Madrid; Ancelotti entra como después de una jornada de trabajo en la oficina, Oyarzabal camina abatido; pesaroso Imanol Alguacil, que confiesa: “El Real Madrid fue un justo vencedor, aunque hoy le he visto más juntito, porque conocía nuestro potencial”. Mendy le cuenta, sonriente, a Vinicius cómo le pegó a una pelota que no salió como quería. A su interlocutor la sonrisa se le escapa de la boca. Ha marcado 10 goles en 16 partidos en la Liga esta temporada y se ha convertido en el primer jugador nacido en el 2000 o posterior en alcanzar los dobles dígitos en goles en una misma campaña de la competición. El Real Madrid, además, es el primer equipo de las cinco grandes Ligas europeas que esta temporada cuenta con dos jugadores con al menos 10 dianas (Benzema, 12; Vinicius, 10).
Luka Modric también pasa por el escaparate, pero antes de ducharse entra a hablar con las televisiones. Parece fresco como una rosa: “¿Otra vez 90 minutos para mí? Me siento muy bien, mental y físicamente y estoy encantado de que Ancelotti ponga esa confianza en mí. Lo más importante es que me encuentre bien de cabeza”, dice el cerebro del Real Madrid.
Inquietud por Benzema
El mordisco que le pegó ayer el Real Madrid a la Liga solo le dejó una zona de sombra: el físico renqueante de Benzema. Al cuarto de hora, el delantero francés hincó la rodilla en el suelo y dijo que no podía más. No hizo falta ni que apareciera el cuerpo médico en el campo para explorarle. El nueve blanco enfiló los vestuarios ante el morro torcido de Carlo Ancelotti, que se le acercó para preguntarle qué le pasaba. Apenas intercambiaron dos palabras en ese instante. Poco después se supo que el galo sufría unas molestias en los isquios de la pierna izquierda y que será sometido a pruebas hoy o mañana. “No ha querido forzar. No creo que llegue al Inter. Puede ser que sí esté disponible el domingo \[contra el Atlético\]”, comentó en sala de prensa el técnico italiano.
A la espera de conocer el diagnóstico exacto, el percance llega en un momento de máximas apreturas en el calendario merengue. El martes aterriza en el Bernabéu el conjunto nerazzurro para disputarle el liderato del grupo y el domingo se disputará en la Castellana el derbi contra el Atlético. Con 10 puntos de ventaja sobre los rojiblancos y un partido más, el choque se presenta como una jornada clave para el futuro del torneo. Antes de las Navidades, al Madrid también le quedan las citas frente al Cádiz (día 19) y el Athletic en San Mamés (22). Por eso, la caída del francés, de 33 años, se produce en un momento sin tregua para su físico.
A los compromisos como blanco suma desde este verano las citas con su selección después de que fuera indultado para la Eurocopa del pasado verano. En total, 1.687 minutos como blanco (el cuarto jugador de campo más usado) y 477 con el combinado nacional desde septiembre (ha participado en los siete duelos desde entonces). Benzema (17 goles y ocho asistencias) ha sido titular en todos los encuentros del curso con el Madrid, salvo en Elche, donde Ancelotti le dio descanso. En el resto ha sido de la partida en todos y, además, completando casi todos los minutos. Como mucho, el técnico italiano le ha concedido ligeros descansos en los tramos finales. De su ausencia en Anoeta, el Madrid salió triunfal gracias a Vinicius (ya metió un doblete en Elche) y un invitado: Luka Jovic. Ahora la duda es si Benzema podrá llegar al derbi.
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