Nadal recobra la alegría en Melbourne
El español (7-6 y 6-3 a Cressy) gana un título tras ocho meses de sequía, a solo una semana del Open de Australia. Suma 89 trofeos, al menos uno por año desde 2004
Necesitado de alegrías, de buenos estímulos y de un empujón anímico para invertir la tendencia negativa de los últimos tiempos, Rafael Nadal logró un título vitamínico en Melbourne a las puertas del Open de Australia, que comenzará el día 17 empañado por el caso Djokovic. El litigio entre el serbio y el país oceánico ha desviado el foco estos días de las pistas, mientras el grueso de los jugadores se afilaba en los torneos preparatorios y el español (7-6(6) y 6-3 a Maxime Cressy, ...
Necesitado de alegrías, de buenos estímulos y de un empujón anímico para invertir la tendencia negativa de los últimos tiempos, Rafael Nadal logró un título vitamínico en Melbourne a las puertas del Open de Australia, que comenzará el día 17 empañado por el caso Djokovic. El litigio entre el serbio y el país oceánico ha desviado el foco estos días de las pistas, mientras el grueso de los jugadores se afilaba en los torneos preparatorios y el español (7-6(6) y 6-3 a Maxime Cressy, en 1h 47m) volvía a mordisquear un trofeo después de casi ocho meses. No lo hacía el balear desde el 16 de mayo, entonces en el Foro Itálico de Roma, y pese al rango menor de este último logro –un ATP 250, la cuarta categoría del circuito masculino–, a Nadal le sabe a gloria.
Lo saborea el número seis, puesto que los últimos meses se han traducido en un verdadero calvario para él: casi medio año de parón por la lesión en el pie izquierdo (síndrome de Müller-Weiss), demasiadas ausencias (Wimbledon, Juegos, US Open, Copa de Maestros, Davis…) y un retorno frustrado por la covid-19, con solo dos partidos de aperitivo en Abu Dabi –derrotas contra Andy Murray y Denis Shapovalov– y luego más de una semana de encierro en el hogar de Porto Cristo, hasta que rindió al coronavirus. Repuesto del último golpe, voló el 29 de diciembre a Melbourne y tras seis días de entrenamientos y tres victorias, volvió a reencontrarse con el éxito.
“Estos últimos meses han sido realmente muy, muy complicados”, admitió el campeón de 20 grandes. “Ha habido muchas dudas y las sigue habiendo, no nos vamos a engañar”, continuó. “Pero es un comienzo positivo y estoy satisfecho. He pasado por muchos momentos difíciles y recoger la recompensa con un título siempre vale la pena”, valoró Nadal, ya con 89 trofeos en sus vitrinas –tres más que Novak Djokovic (86), solo por detrás de Jimmy Connors (109), Roger Federer (103) e Ivan Lendl (94)– y que con este último enlaza 19 temporadas consecutivas festejando al menos un premio.
El primero llegó en Sopot, el 15 de agosto de 2004, con 18 años y en su tercer curso como profesional; frente al argentino José Acasuso. Defiende el español un registro único. Djokovic, de conseguir uno en este 2022, prolongaría su racha hasta los 17 años, mientras la secuencia del suizo Federer quedó en 15 (de 2001 a 2015). “Evidentemente, después de todo a lo que me he tenido que enfrentar, la cifra significa mucho. Es especial. Ganar siempre es especial, sea el torneo que sea, porque al final es un título más para mi currículo”, subrayó el de Manacor, con un 70,6% de acierto en las finales que ha disputado hasta ahora (89 ganadas, 37 perdidas), únicamente a rebufo del estadounidense Pete Sampras (72,7, 64-24), el australiano Rod Laver (71,9%, 69-27), el sueco Björn Borg (71,7%, 66-26) y el ingobernable John McEnroe (71%, 76-31). Nole (69,7%, 85-37) sigue su estela.
A una semana del Open, el mallorquín recuperó la alegría que tanto se le negaba. En cualquier caso, el ensayo inicial de Melbourne tampoco permite extraer demasiadas conclusiones, más allá de que el pie ha respondido correctamente y de que sigue faltándole rodaje para guerrear otra vez contra los más fuertes. Ricardas Berankis (104º), Tallon Griekspoor (65º) y Cressy (112º) suponen un baremo insuficiente. Los indicios son positivos, eso sí.
“El partido de hoy [por el de este domingo] ha sido el mejor, sin duda”, apreció tras salvar una bola de set en el primer parcial, y de sellar el duelo con 33 golpes ganadores y solo siete errores. “Creo que, poniéndola dentro del contexto, esta semana de preparación ha sido fantástica”, prosiguió antes de insinuar dónde se encuentra y zanjar: “Entiendo que las expectativas siempre son altas porque al final he conseguido lo que he conseguido en mi carrera, pero sé de dónde vengo y esta vez vengo con un approach un pelín diferente, a intentar que me sirva cada día, cada entrenamiento. Hoy día no me siento un candidato real para lo que pueda venir dentro de una semana. Después, nunca se sabe…”.
Al margen de la celebración del balear, el cierre semanal dejó la derrota de España en la final de la ATP Cup, el torneo por selecciones que se disputa desde hace tres años en la antesala del Open. En la apertura de la serie definitiva, Shapovalov venció a Pablo Carreño (6-4 y 6-3) y después Felix Auger-Aliassime derrotó a Roberto Bautista (7-6(3) y 6-3). Por otra parte, la local Ashleigh Barty logró su segundo título en Adelaida y Simona Halep (Melbourne 1) y Amanda Anisimova (Melbourne 2) comenzaron con buena nota la temporada. Mientras tanto, Paula Badosa y Garbiñe Muguruza competirán a partir de esta madrugada en Sídney.
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