Abramovich deja la dirección del Chelsea
Amenazado por las sanciones del Gobierno británico a los empresarios rusos, el dueño del club más rico de Londres se traslada a Moscú y cede la gestión a la fundación
Roman Abramovich anunció este sábado que traspasaba la dirección del Chelsea a la fundación benéfica del club. El magnate ruso de las materias primas, propietario del club de fútbol más rico de Londres desde 2003, emitió el comunicado después de que esta semana el Parlamento británico citara su nombre en un confuso debate sobre las sanciones económicas que se proponía imponer el Gobierno a los empresarios vinculados al presidente de Rusia, Vlad...
Roman Abramovich anunció este sábado que traspasaba la dirección del Chelsea a la fundación benéfica del club. El magnate ruso de las materias primas, propietario del club de fútbol más rico de Londres desde 2003, emitió el comunicado después de que esta semana el Parlamento británico citara su nombre en un confuso debate sobre las sanciones económicas que se proponía imponer el Gobierno a los empresarios vinculados al presidente de Rusia, Vladimir Putin, por la invasión de Ucrania.
“Durante mis casi 20 años como dueño del Chelsea, siempre he contemplado mi papel como el de un custodio del club”, declaró Abramovich en el comunicado emitido por el club. “Alguien cuyo trabajo ha sido asegurar que podamos ser tan exitosos como lo somos hoy, así como construir para el futuro al tiempo que jugamos un papel positivo en nuestras comunidades”.
“Siempre he tomado decisiones en el interés del Chelsea”, prosiguió. “Sigo comprometido con estos valores. Es por eso por lo que hoy cedo la dirección del club a la fundación. Confío en que en estos momentos están en la mejor posición para cuidar de los intereses del club, los jugadores, los empleados y los fans”.
El estallido de la guerra provocó una onda expansiva cuyo primer gran impacto en la industria del fútbol se manifestó en el traslado de la final de la Champions, de San Petersburgo a París. El segundo golpe puede ser el Chelsea, vigente campeón de la Champions, cuya propiedad será objeto de un profundo debate jurídico. No será sencillo privar a Abramovich del control de un club adquirido y titulado mediante complejos vehículos de ingeniería legal. De hecho, hace años que Abramovich dirige el Chelsea sin pisar Londres, por más que la Justicia británica le investigue por supuestas actividades delictivas.
Bajo la dirección de Abramovich el Chelsea superó al Tottenham como el club de referencia en Londres. Hasta 2003 los blues apenas habían logrado un campeonato de Primera, en 1955. Desde entonces, gracias a la constante inyección de capital en forma de fichajes, el Chelsea levantó cinco trofeos de la Premier y dos Champions. En estas dos décadas de progreso solo le ha faltado definir un estilo de juego reconocible.
Abramovich se montó en un jet privado que le llevó de Montecarlo a Moscú este viernes, según The Washington Post. En el mismo artículo se citó a un abogado del empresario, que prefería el anonimato, cuando se le consultaba sobre las posibles sanciones que pueda aplicarle el Gobierno de Boris Johnson a raíz de la invasión de Ucrania. “Sería ridículo sugerir que nuestro cliente tiene alguna responsabilidad o influencia en el comportamiento del estado ruso”, declaró el jurista.
“Preocupado”
Más inquieto se manifestó este viernes el técnico del Chelsea, el alemán Thomas Tuchel, cuando le preguntaron por las consecuencias legales que podría tener la guerra de Ucrania para su jefe. “Me gustaría poder ejercer mi derecho a no pronunciarme al respecto hasta que no se tome una decisión”, dijo el entrenador, “pero la realidad es que estoy preocupado. Somos conscientes de todo y nos distrae. Hasta cierto punto puedo comprender las opiniones críticas que se vierten contra el club y contra nosotros como representantes del club”.
Fuentes próximas a Tuchel admitieron que estas palabras le sitúan en la diana de Abramovich, con quien mantiene una relación que se tensa desde hace meses. El técnico alemán hizo referencia tácita al debate parlamentario celebrado esta semana en el que el primer ministro Boris Johnson llegó a mencionar a Abramovich como un ejemplo claro del tipo de empresario ruso que pretende sancionar. Aunque luego el Gobierno desmintió que el ruso estuviera registrado en una lista negra, la sospecha no se disipó.
Chris Bryant un congresista del Partido Laborista aseguró haber tenido acceso en 2019 a un informe que conectaba a Abramovich con el estado ruso y con actividades corruptas. “Estoy seguro de que al señor Abramovich no debería permitírsele ser propietario de un club de fútbol en este país”, dijo Bryant.
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