La selección sueca de baloncesto expulsa a Jerebko tras fichar por el CSKA ruso
El país nórdico censura el movimiento del jugador y le aparta por contravenir “los valores de la organización y su posición sobre la invasión de Ucrania”
El desmantelamiento de los equipos rusos de baloncesto, una vez que se decretó su exclusión definitiva de la Euroliga por el escenario bélico abierto tras la invasión de Ucrania, vive estos días un nuevo episodio. El CSKA de Moscú, el equipo del ejército rojo, anunció este miércoles el fichaje de Jonas Jerebko, ala-pívot sueco de 2,08m y 35 años, para rearmarse tras la sa...
El desmantelamiento de los equipos rusos de baloncesto, una vez que se decretó su exclusión definitiva de la Euroliga por el escenario bélico abierto tras la invasión de Ucrania, vive estos días un nuevo episodio. El CSKA de Moscú, el equipo del ejército rojo, anunció este miércoles el fichaje de Jonas Jerebko, ala-pívot sueco de 2,08m y 35 años, para rearmarse tras la salida de media docena de jugadores. Y la reacción de la selección sueca ha sido inmediata. El país nórdico ha comunicado la expulsión de Jerebko del combinado nacional por entender que su incorporación al CSKA contraviene “la condena del gobierno y de la Confederación Sueca de Deportes a la invasión rusa de Ucrania” y “la decisión de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) de excluir a Rusia de todos los torneos y partidos”.
Jerebko, que en enero de 2021 rescindió su contrato con el Khimki y actualmente se encontraba sin equipo, participó en los dos últimos partidos de la selección sueca en la clasificación para el Eurobasket de 2023 con un papel destacado. En el último, disputado el 28 de febrero ante Croacia, Jerebko disputó 33 minutos en los que firmó 16 puntos, cinco rebotes y tres asistencias. “En el partido ante Croacia, nosotros y los jugadores nos manifestamos juntos por la paz, se inició una recaudación de fondos en beneficio de las víctimas de la guerra y muchas asociaciones suecas de baloncesto han mostrado su solidaridad de diversas formas durante el mes pasado”, explica la selección nórdica en su comunicado, antes de resolver que, tras la conversación mantenida entre Fredrik Joulamo, secretario general de la organización, y el jugador “sobre su elección de jugar en Rusia”, decretaban la expulsión de Jerebko porque su fichaje “entra en conflicto directo con los valores del baloncesto sueco” y su “clara postura sobre el tema de Rusia”.
El movimiento a contracorriente de Jerebko, que suma nueve años de experiencia en la NBA entre Detroit, Boston, Utah y Golden State, le deja aislado en Moscú con la única opción de disputar los partidos de la VTB United League. Justo el escenario que abrió la puerta a la salida masiva de jugadores de los equipos rusos desde que el 24 de febrero Vladímir Putin comenzara la invasión de Ucrania. Daniel Hackett y Tornike Shengelia (que ficharon por la Viruts italiana), Gabriel Lundberg (que se marchó a los Phoenix Suns de la NBA), Marius Grigonis, Johannes Voigtmann y Joel Bolomboy abandonaron el CSKA. Los estadounidenses Jarrell Brantley, Isaiah Canaan, John Brown y Lorenzo Brown salieron también del Unics de Velimir Perasovic. Y Mateusz Ponitka dejó el Zenit de San Petersburgo que dirige Xavi Pascual.
Queda por resolver el futuro de las organizaciones de élite del baloncesto ruso que participaban hasta hace dos meses en la máxima competición continental. “Cualquier opción para regresar a la Euroliga solo es posible cuando llegue la paz. Imaginemos que eso ocurre. ¿Significaría eso que Rusia recibiría inmediatamente la readmisión en las competiciones europeas? La probabilidad es muy baja”, analizó ayer Andrey Vatutin, mánager general del CSKA, en una entrevista a MatchTV. “Dada la increíble rusofobia que hay en Europa, es difícil pensar que un equipo que lleva el glorioso nombre de nuestro ejército, el mejor club ruso con una enorme historia de casi un siglo, pueda jugar ahora en los pabellones europeos. Este es un desafío directo a nuestro estado de ánimo y un problema para los organizadores”, afirmó Vatutin, que se cuestiona la viabilidad de que la readmisión pase por jugar como locales en canchas neutrales fuera de territorio ruso. Por el momento, Jonas Jerebko se queda sin opción de representar a su país tras su decisión de jugar para el equipo del ejército rojo.
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