El Girona, contra el Tenerife y la maldición de los ‘playoffs’ de ascenso a Primera División

El Girona es un equipo con callo en los playoffs de ascenso a Primera División, también un club que volverá a luchar contra el gafe o la maldición que le atenaza en estas eliminatorias. Resulta que desde la temporada 2010-2011, cuando se aplicó el sistema de eliminatorias con cuatro equipos -del tercero al sexto en la tabla definitiva de Segunda División-, ha participado en la mitad de las ocasiones (seis de doce si se cuenta esta) y nunca ha conseguido subir el peldaño. ...

El Girona es un equipo con callo en los playoffs de ascenso a Primera División, también un club que volverá a luchar contra el gafe o la maldición que le atenaza en estas eliminatorias. Resulta que desde la temporada 2010-2011, cuando se aplicó el sistema de eliminatorias con cuatro equipos -del tercero al sexto en la tabla definitiva de Segunda División-, ha participado en la mitad de las ocasiones (seis de doce si se cuenta esta) y nunca ha conseguido subir el peldaño. Ahora, ante el Tenerife, tiene la última reválida después de eliminar al Eibar en semifinales. Este sábado se juega en Montilivi (21.00, Movistar LaLiga) y el domingo 19 de junio en el Heliodoro Rodríguez López.

“No sé si este es el año bueno o no”, reflexiona Míchel, técnico del Girona; “pero lo que es seguro es que vamos a jugar una nueva final y tenemos el 50% de las posibilidades”. Ocurre que hasta ahora las estadísticas siempre le han ido en contra al equipo catalán, que, sin embargo, sí logró festejar el ascenso en 2017, aunque entonces lo hiciera como segundo clasificado en la Liga SmartBank y accediera por la vía directa. Algo que le cuesta horrores en las eliminatorias del playoff, como evidenció en las dos últimas ediciones, cuando también pisó la final y se esfumó el sueño de retornar a Primera. En el curso pasado le superó el Rayo y hace dos el verdugo fue el Elche.

No son las únicas finales que ha perdido el Girona, pues lo mismo le sucedió en 2016 (le superó Osasuna) y en 2013 (el Almería). Y en 2015 el batacazo fue doble porque primero se quedó con las ganas al caer en la última jornada liguera ante el Lugo -le privó del ascenso directo- y después en las semifinales de las eliminatorias, pues venció al Zaragoza 0-3 en la ida y perdió por 1-4 en la vuelta.

El Girona también se aferra a otros guarismos para confiar en volver a Primera, más allá de al juego coral y las definiciones de Stuani en el área rival. Así, en esta ocasión, el equipo de Míchel no juega la vuelta en Montilivi como siempre ha ocurrido, del mismo modo que se clasificó para los playoffs terminando sexto en la tabla, registro que le faltaba porque había concluido la liga como tercero (2014-2015), cuarto (2012-2013 y 2015-2016) y quinto (2019-2020 y 2020-2021).

Hace una semana, Borja García nada mas comenzar el envite y Stuani en la prórroga doblegaron al Eibar -necesitaban ganar de dos goles- y sellaron el salvoconducto para una nueva final. “Lo que se haya hecho hasta ahora no vale”, resuelve Míchel. Tampoco lo que dice una historia hasta el momento gafada.

Colgado el ‘no hay billetes’ en el Heliodoro

Anda la isla de Tenerife ilusionada con el posible regreso del equipo a Primera y así lo ha demostrado esta mañana de viernes, pues en apenas un cuarto de hora se han agotado todas las entradas que había a la venta. Por lo que el aficionado no ha tardado en tirar de picaresca y en incurrir en la ilegalidad, pues la reventa en Internet ya está a la orden del día; en varios foros se venden bolis o paquete de chicles con entradas para el duelo de regalo. Y los precios ya han pasado de 180 a casi 600 euros. “Lamentamos, rechazamos y condenamos las prácticas fraudulentas de algunos desaprensivos/as con relación a las entradas del Tenerife-Girona, al tiempo que nos ponemos a disposición de las autoridades policiales para colaborar en todo lo que precisen”.

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