La eterna revancha de Beth Mead
La goleadora inglesa, excluida de los Juegos de Tokio, se tuvo que adaptar a jugar de extremo
Cuando en enero de 2021 Phil Neville dejó el banquillo de las Three Lions, la federación inglesa (FA) solo tenía un nombre en mente para tomar las riendas de la selección femenina: Sarina Wiegman. Era una cuestión de currículo. La neerlandesa había conquistado la Euro 2017 con Países Bajos y contaba con dos premios The Best a la mejor entrenadora (2017 y 2020). Wiegman aceptó el cargo. Sin embargo, le pidió a la FA terminar su etapa en la Oranje en los Juegos Olímpicos de Tokio. La federación no tuvo problemas. Sí, en cambio, los tuvo...
Cuando en enero de 2021 Phil Neville dejó el banquillo de las Three Lions, la federación inglesa (FA) solo tenía un nombre en mente para tomar las riendas de la selección femenina: Sarina Wiegman. Era una cuestión de currículo. La neerlandesa había conquistado la Euro 2017 con Países Bajos y contaba con dos premios The Best a la mejor entrenadora (2017 y 2020). Wiegman aceptó el cargo. Sin embargo, le pidió a la FA terminar su etapa en la Oranje en los Juegos Olímpicos de Tokio. La federación no tuvo problemas. Sí, en cambio, los tuvo Beth Mead (Whitby, Inglaterra; 27 años), máxima goleadora de la Eurocopa 2022 (seis tantos), junto a la alemana Alexandra Popp.
La confianza que Wiegman deposita en Mead no la tuvo Hege Riise, entrenadora del Reino Unido en los Juegos de Tokio. Para la preparadora noruega, los 13 goles en 38 partidos de Mead en el Arsenal durante la campaña 2020-2021 no fueron suficientes para llevarla a Tokio. Las británicas se quedaron fuera de la lucha por las medallas en los octavos de final. “El rendimiento de la jugadora no ha sido muy bueno durante la temporada”, se limitó a decir Riise. “Me tomé bastante mal que Hege no me convocara para los Juegos. Respeto su decisión, pero no la comparto. Fue un momento duro. Me ha hecho más fuerte”, respondió Mead. Más motivación para una jugadora acostumbrada a los retos.
Bajo el mote de Hinderwell hot-shot (por el nombre del pueblo cerca de Whitby en el que creció y en el que se cansó de marcar goles), Beth Mead combinó sus estudios en Ciencias del Deporte en la Universidad de Teesside con el primer equipo del Sunderland. Tanto en el California Girls (su equipo de pequeña) como en la cantera del Middlesbrough y, por supuesto, en el Sunderland, Mead no olvidaba su idilio con las porterías. De hecho, en 2017 llegó al Arsenal con el premio a la mejor jugadora joven del año. En Londres, sin embargo, se encontró con su primer escollo: la neerlandesa Vivianne Miedema. Para convivir en el ataque del Arsenal con la delantera neerlandesa, Mead se tuvo que orillar al extremo izquierdo. “Beth necesita mejorar su juego integral y la ética de trabajo para involucrarse más con el equipo”, expuso Mark Sampson, entonces técnico de Inglaterra.
Y Mead así lo hizo. “Me he concentrado mucho en pasar el balón y en asistir a mis compañeras, pero marcar también es importante”, se defendió. Ahora es una de las líderes del Arsenal y, claro, de la selección inglesa que aspira a conquistar su primera Euro en Wembley. Mientras Sarina Wiegman hace historia en el banquillo de las Three Lions (suma 17 victorias y dos empates en sus 19 partidos), Mead quiere consolidarse como la máxima artillera de la Eurocopa. Nada nuevo para la delantera, juegue de nueve o de extremo.
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