El Manchester United resurge y supera al Liverpool con Casemiro en la grada
El brasileño, que se despidió por la mañana del Real Madrid, aterriza en Old Trafford para ver ganar a su nuevo equipo, que sale del descenso
Casemiro saltó al césped de Old Trafford poco antes del partido, exhibió al cielo de Mánchester una camiseta con su nombre y se hizo un selfie para las redes sociales del club entre el clamor generalizado. En el tránsito hacia la grada divisó en la banda a Roy Keane, antiguo cacique del centro del campo del United y ahora comentarista televisivo, y acudió a cumplimentarle. El adusto irlandés, el mismo que acabó con la carrera futbolística del padre de Haaland en un derbi contra el City, le saludó afectuo...
Casemiro saltó al césped de Old Trafford poco antes del partido, exhibió al cielo de Mánchester una camiseta con su nombre y se hizo un selfie para las redes sociales del club entre el clamor generalizado. En el tránsito hacia la grada divisó en la banda a Roy Keane, antiguo cacique del centro del campo del United y ahora comentarista televisivo, y acudió a cumplimentarle. El adusto irlandés, el mismo que acabó con la carrera futbolística del padre de Haaland en un derbi contra el City, le saludó afectuoso. Casemiro ya es uno de los suyos. “Todo el mundo conoce la historia de este gran club y su importancia en todo el mundo. Jugar aquí es un honor”, resolvió el brasileño
La velada en Old Trafford comenzó de manera abrupta, con una protesta multitudinaria contra la familia Glazer, propietaria de la mayoría accionarial del club. El United había arrancado la Premier con dos derrotas en las dos primeras jornadas (contra el Brighton 1-2 y ante el Brentford 4-0) y antes de arrancar la tercera fecha se encontraba colista del campeonato. Tres horas antes del inicio del partido de su nuevo equipo contra el Liverpool había aparecido Casemiro por el estadio. Un cierto caos se desató con su presencia, apenas había personal de seguridad para acompañar al futbolista entre el medio centenar de seguidores que se percataron de la llegada del brasileño. La mayoría pugnaban por hacerse un selfie con él.
Las crisis van por barrios y el cuadro de Anfield firma un inicio de temporada con dos empates y una derrota. El United le ganó (2-1) desde el coraje, el que desplegó en un inicio de partido frenético. Van Dijk, rápido al cruce, evitó a los tres minutos que Rashford se quedase mano a mano ante Allison. A los ocho Elanga disparó al palo, a los 14 desplegó Jadon Sancho todo el talento que se le supone y apenas se le observa y marcó un gol de bandera, tras enviar al suelo a Milner y al portero del Liverpool con dos asombrosos amagos. Poco después Alisson tuvo que sacar de la escuadra un libre directo botado por Eriksen.
Cuando, al descanso, el técnico Ten Hag necesitó un relevo para Elanga encontró a Martial. CR se quedó entonces en la banqueta, como Maguire o Luke Shaw, otros dos habituales del once. Para entonces el Liverpool ya jugaba más tiempo en campo rival y el United había esquivado una bala que se había disparado en el pie Bruno Fernandes, que armó un despeje hacia su propia portería que rebotó, sobre la línea de gol, en Lisandro.
Le faltó fútbol al Liverpool en toda esa porfía. Y se encontró un golpe cuando a los ocho minutos de la reanudación Rashford encontró un espacio al filo del fuera de juego para encarar a Allison y batirle en medio de un ambiente electrizante. Sancho volvió a estar en el origen de todo.
Klopp apenas encontró recursos. Thiago, lesionado, vio el partido desde el graderío, acompañado de Darwin Núñez que iniciaba una sanción de tres partidos después de su expulsión la jornada anterior. Diogo Jota también estaba de baja, pero Salah encontró un resquicio y a diez minutos del final acortó distancias en la primera acción clara de gol generada por el Liverpool. Fue la única, incapaz de apretar a De Gea en el epílogo.
Aquel ambiente tenso que había recibido a Casemiro tornó en sonrisas. La gente empezó a alternar los reproches a los Glazer con las aclamaciones al recién llegado. Y al equipo, claro, que se fue entre vítores. Ahora se le espera la próxima jornada en Southampton, en duelo fijado para el mediodía del sábado. Ahí Ten Hag tendrá la opción de retocar la pizarra, en la que ha dibujado tres medulares en otros tantos partidos. Contra el Liverpool confió en el fornido escocés McTominay para trabajar por delante de la zaga. Eriksen y Bruno Fernandes partían, en principio como interiores. Son Kroos y Modric, salvando las distancias, que no parecen pocas. Mientras tanto, todo apunta a que Casemiro portará el dorsal 18, la suma de los dos de sus colegas de demarcación en el Real Madrid, también el número total de títulos que ganó vestido de blanco.
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