Jon Rahm mantiene los brazos en alto en el Open de España
El golfista vasco es quinto con 10 golpes bajo par tras la segunda jornada, a dos impactos de los líderes, después de cuatro birdies en los siete últimos hoyos
Una vuelta en la montaña rusa deja a Jon Rahm quinto en el Open de España después de la segunda jornada, con 10 golpes bajo par y a dos de los líderes, el inglés Paul Waring y el escocés Stephen Gallacher. A ese puerto llegó el golfista vasco después de una travesía con muchas olas, sobre todo en la segunda vuelta: a los bogeys en los hoyos 10 y 11 respondió con cuatro birdies en los siete siguientes y todas las cartas sobre la mesa de cara al fin de semana en el Club...
Una vuelta en la montaña rusa deja a Jon Rahm quinto en el Open de España después de la segunda jornada, con 10 golpes bajo par y a dos de los líderes, el inglés Paul Waring y el escocés Stephen Gallacher. A ese puerto llegó el golfista vasco después de una travesía con muchas olas, sobre todo en la segunda vuelta: a los bogeys en los hoyos 10 y 11 respondió con cuatro birdies en los siete siguientes y todas las cartas sobre la mesa de cara al fin de semana en el Club de Campo Villa de Madrid. Rahm es el único español entre los 10 primeros clasificados, con Sebastián García, Alfredo García-Heredia y el amateur Luis Masaveu en -8, y Pablo Larrazábal en -7. El campeón vigente, Rafa Cabrera, no pasó el corte (+1).
Rahm arrancó de par en par hasta en el hoyo 4, un par cinco en el que perdió la calle a la izquierda y gastó un golpe en devolverla al ruedo. En el siguiente escalón llegó el primer derrape, un bogey después de errar la salida de nuevo por el costado zurdo. No atinaba el de Barrika desde el tee con la misma precisión robótica que había lucido el día anterior, y también el pepinazo en el siguiente par cinco, el hoyo 7, voló fuera de la línea recta, esta vez a la derecha. “Que esa bola no cierre no me lo puedo creer. ¿En serio?”, comentó el vasco cuando conectó el segundo golpe desde el rough. Desde esa trampa aún cazó el birdie y añadió otro a la mochila en el 8 después de aterrizar al fin en el centro del recorrido con su primer impacto. La afición se arremolinaba alrededor de su partido, y en más de una ocasión de escuchó el sonido de los teléfonos móviles. Pasó en el 9 cuando Rahm se disponía a patear, en la salida del 10, en medio de la calle del 12... El australiano Min Woo Lee, compañero de ronda de Rahm, no daba crédito cuando un hombre descolgó el teléfono y se puso a hablar sin ningún reparo en mitad del juego.
La segunda vuelta comenzó con baches. Calle fallada en el 10, fuera de green con el segundo golpe, la bola hundida, un mal bote y el putt fallado: bogey. Lejos de green en el 11, la bola entre los árboles, un segundo impacto muy largo que se pasa de green y otro bogey. Dos bofetadas para Rahm cuando encaraba el tramo decisivo. Pero también la oportunidad para reaccionar. “El 11 ha sido un punto en el que más abajo no podía ir, me he apoyado en el ánimo del público, he ido con esa mentalidad y he jugado los últimos siete hoyos de maravilla”, expresó luego Rahm. Fueron cuatro birdies en esos siete hoyos, con golpes muy certeros desde la salida, en el centro de la calle, y dardos a la bandera. De nuevo el mejor golf del número seis del mundo salía a escena. Solo un putt corto fallado en el 18 evitó que el botín fuera mayor. “Dos golpes respecto a la cabeza no es nada”, dijo Rahm (este sábado saldrá a las 12.43 con Min Woo Lee y Matthieu Pavon), de lleno en la pugna por su tercer Open de España, el triplete con el que busca igualar a Seve Ballesteros.
Clasificación del Open de España.
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