El derbi del cambio paraliza Sevilla
El Betis, en puestos de Champions, se mide a un Sevilla en zona de descenso, una distancia no vista en 25 años
”De nada sirve ganar los derbis si quedo en la posición 14ª. Eso sí, el hacha de guerra de la rivalidad entre el Betis y el Sevilla no se entierra nunca”, proclama Manuel Pellegrini, el hombre que le ha cambiado la cara al Betis en los últimos dos años. Y lo ha hecho hasta un punto impensable. El equipo verdiblanco encara esta noche el derbi del cambio en posición de Liga de Campeones (cuarto, empatado con el tercero, el Atlético) ante un Sevilla en puestos d...
”De nada sirve ganar los derbis si quedo en la posición 14ª. Eso sí, el hacha de guerra de la rivalidad entre el Betis y el Sevilla no se entierra nunca”, proclama Manuel Pellegrini, el hombre que le ha cambiado la cara al Betis en los últimos dos años. Y lo ha hecho hasta un punto impensable. El equipo verdiblanco encara esta noche el derbi del cambio en posición de Liga de Campeones (cuarto, empatado con el tercero, el Atlético) ante un Sevilla en puestos de descenso (21.00, Movistar) y a 13 puntos de distancia. Una situación inédita en el siglo XXI. Un hecho que no se producía desde el 17 de mayo de 1997. Entonces, hace más de 25 años, el Betis recibió como tercer clasificado a un Sevilla en descenso. Y, sin embargo, aquel derbi terminó 3-3.
En lo que va de siglo, el Sevilla ha mantenido la superioridad respecto del Betis, salvo en momentos puntuales. Pero 2022 ha dado paso a un periodo de hegemonía bética. Todo comenzó a virar después del último derbi jugado en el Benito Villamarín, el de octavos de Copa, ganado por el Betis (2-1) el 16 de enero. Desde aquel día del palo a Jordán, el Sevilla solo ha ganado siete partidos de los 30 de Liga que ha disputado. El Betis ha vencido en 16 de esos 30.
Los sevillistas de hasta 20 años no han tenido conocimiento de la actual superioridad del Betis, en un periodo donde el Sevilla acumuló hasta 10 títulos. El derbi oficial 138 de la historia entre la Liga, la Copa y la Liga Europa depara un escenario insólito en este siglo, con un Betis campeón de Copa y un rival en franca decadencia. “La verdad es que no recuerdo un derbi con tanta diferencia a favor del Betis”, destaca Dani, delantero que anotó el gol del triunfo en la final de Copa de 2005 del Betis ante Osasuna.
El derbi ha cambiado de pronóstico y también en cómo lo viven los profesionales. Ya no ocurre como en los años 80. Entonces, el malogrado Canito, del Betis, y Pintinho, del Sevilla, se perseguían hasta en las discotecas después de los partidos. Buyo y Rincón se mataban en el campo y Diego, que vivió 17 derbis con el Betis y seis con el Sevilla, recordaba a este diario como algún compañero iba armado al duelo de la máxima rivalidad sevillana. Hasta principios de este siglo, estos partidos se vivían en la calle entre los jugadores. “Ahora son todos extranjeros y el futbolista no sale de su casa. No es como en nuestra época”, explica Antoñito, delantero del Sevilla, canterano y sevillista. En este choque, Jesús Navas puede batir el registro de derbis con el Sevilla. Si juega, será el número 24. El récord lo tiene Joaquín, con 26. Aunque el maltrecho césped del Ludogorest lastimó la musculatura del capitán verdiblanco, ausente hasta después del Mundial.
Ahora, el derbi es mucho más de la gente. Más de 10.000 peticiones de entrada de sevillistas cuando solo había 500 boletos disponibles, por ejemplo, es un dato significativo. Difícilmente Pellegrini o Sampaoli empapelarán el vestuario con recortes de prensa para motivar a los suyos como hacían Serra Ferrer y Joaquín Caparrós. Es complicado ahora que los empleados del Betis limpien con zotal y lejía los vestuarios del equipo visitante como se hacía en la época de Lopera, un presidente que llegó a poner el busto de su persona anclado al sillón presidencial en el derbi más polémico que se recuerda, suspendido por un botellazo a Juande Ramos, entrenador del Sevilla, en 2007.
En otro de ellos, en 2002, el meta bético Prats fue agredido por un hincha que saltó al terreno de juego. Todavía el último derbi celebrado en el Benito Villamarín, el de octavos de Copa del mes de enero, se tuvo que suspender por la agresión a Jordán, al que lanzaron un palo de plástico de una bandera.
El objetivo de Pellegrini
Manuel Pellegrini, el entrenador del Betis, no sabe lo que es ganar un derbi liguero ante el Sevilla desde su llegada en el verano de 2020. Ha perdido tres y solo logró empatar uno en el Benito Villamarín. Sí ganó el de la Copa del curso pasado en octavos de final, competición en la que el Betis acabó ganando el título. Jorge Sampaoli, que jamás se ha enfrentado a Pellegrini, sin embargo, ganó los dos derbis jugados en la temporada 2016-17. El técnico del Betis deberá pelear contra sus datos y contra el maleficio del conjunto verdiblanco en su estadio ante el eterno rival. El Betis solo ha ganado cuatro de los 22 derbis disputados en Heliópolis en este siglo, con nueve empates y nueve victorias del Sevilla.
El Betis podrá contar con Guido y tiene las bajas de Joaquín y Juanmi. El Sevilla, por su parte, pierde a Marcao e intentará recuperar a Fernando y Nianzou.
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