Gareth Bale y Pau Gasol, de profesión golfistas

Un ganador de cinco Champions y un doble campeón de la NBA compitiendo en un torneo oficial de golf del circuito estadounidense rodeados de profesionales. Gareth Bale y Pau Gasol han descubierto no solo una nueva pasión después de sus retiradas del fútbol y del baloncesto, el fin a unas carreras muy exitosas, sino también un deporte que les afila el sentido competitivo y las ganas de entrenarse y mejorar. El galés de 33 años y el español de 42 han jugado esta semana AT&T Pebble Beach Pro-Am, en California, una competición que disputan golfistas profesionales junto a amateurs y personalidad...

Un ganador de cinco Champions y un doble campeón de la NBA compitiendo en un torneo oficial de golf del circuito estadounidense rodeados de profesionales. Gareth Bale y Pau Gasol han descubierto no solo una nueva pasión después de sus retiradas del fútbol y del baloncesto, el fin a unas carreras muy exitosas, sino también un deporte que les afila el sentido competitivo y las ganas de entrenarse y mejorar. El galés de 33 años y el español de 42 han jugado esta semana AT&T Pebble Beach Pro-Am, en California, una competición que disputan golfistas profesionales junto a amateurs y personalidades como Bill Murray y Condoleezza Rice. Se celebra por parejas, uno por cada bando, en el formato tradicional de cuatro rondas, de jueves a domingo, a 72 hoyos y con corte después de la tercera.

Para Bale y Gasol no ha sido solo una diversión, sino el escenario para probar en qué punto está su golf. El exfutbolista es hándicap 2 (es la cantidad de golpes que se da por encima del par del campo; a menor número, mejor jugador, hasta llegar al 0, que equivale a ser profesional), y el exjugador de los Lakers es hándicap 11. El primero ha compartido torneo con Joseph Bramlett, y el catalán con Mark Hubbard. Y ambas parejas se colaron entre las mejores. El mal tiempo obligó este sábado a suspender la competición del pro-am (continuará la de profesionales), con Gasol y Hubbard novenos en la clasificación con -16, a nueve de la cabeza, y Bale y Bramlett decimosextos con -15.

Después de jugar el jueves y el viernes en los recorridos de Spyglass y Monterey Peninsula, el sábado el caramelo para los dos famosos novatos era pisar Pebble Beach, uno de los grandes escenarios del golf americano. Por el camino, tanto Gale como Gasol regalaron golpes que bien podrían entrar en los highlights de cualquier cita del PGA Tour. El galés, moviéndose con un swing que no se diferencia apenas del de un profesional (como futbolista era zurdo, pero es diestro como golfista), brindó un delicado golpe a green desde un camino de cemento donde había acabado su bola. El catalán aterrizó cerca de bandera tras impactar junto a un árbol como obstáculo. Las redes sociales del circuito compartieron los vídeos con mensajes de admiración. Metidos en los zapatos de golfista, hasta les tocó sufrir la suspensión de sus rondas por el viento.

Gales. Golf. Madrid. Aquel mensaje que ironizaba sobre las prioridades de Bale ha borrado al fútbol de la ecuación. Después de disputar el Mundial con su selección, el golf se ha convertido en el gran amor deportivo de Bale. Ya lo era en cierto modo desde hace mucho tiempo, pero ahora el exdelantero puede dar rienda suelta a su afán por competir, y quién sabe si en un futuro soñar con algo más. Facultades no le faltan para seguir subiendo peldaños. Ni padrinos. En el campo de La Moraleja compartió horas de práctica con Eugenio López-Chacarra, el golfista madrileño que hoy se alista en la liga saudí, LIV Golf. Y recientemente dejó con la boca abierta a Jon Rahm antes de un torneo del vasco en el que ambos jugaron juntos. “Le dije: ‘No puedes ser tan bueno en el fútbol profesional y en el golf al mismo tiempo’. Simplemente no me parece justo. No se puede dedicar a una cosa y tener tanto talento para el golf. Es muy, muy bueno”, contó Rahm. Ha comenzado a demostrarlo.

Más tarde descubrió Pau Gasol el golf. El gran referente del baloncesto español lleva practicando menos de tres años. Aunque ya se ha dejado ver por dos museos como Augusta y Saint Andrews el curso pasado. Gasol acudió al Masters invitado por Sergio García, y repitió experiencia en el templo escocés en el último Open Británico. En ambos casos era fácil encontrarle por el campo, un par de cabezas por encima de los aficionados, una altura de 2,15m privilegiada para seguir los partidos, y siempre muy atento al juego y con hambre de saber y practicar. “En el golf he descubierto una cierta paz, que es algo que me ha venido muy bien. También es un reto aprender un nuevo deporte que tiene muchas capas. Me ha atraído muchísimo cuando he tenido tiempo para dedicarle, porque necesitas echarle muchas horas para mejorar y disfrutar. Se ha abierto una puerta y he entrado en un mundo fascinante, y a la vez un desafío competitivo que me ha permitido revivir las ganas de trabajo y esfuerzo”, contaba en una entrevista en EL PAÍS el pasado verano. Gasol y Bale, Bale y Gasol, de profesión golfistas.

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