Vuelve Pedri, la luz del Camp Nou
El Barça aspira a recuperar su mejor versión con el tinerfeño después de tres partidos a cero
“No soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo sombrero en mano y en los estadios suplico: una linda jugadita, por el amor de Dios”. Muchos de los aficionados del Barça son desde hace tiempo fieles seguidores de Eduardo Galeano. El deseo de la gent blaugrana podría cumplirse finalmente este domingo, festividad de Sant Jordi, día del libro y la rosa, jornada en la que también se disputa la final del Godó, con la visita del Atlético (16.15, Movist...
“No soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo sombrero en mano y en los estadios suplico: una linda jugadita, por el amor de Dios”. Muchos de los aficionados del Barça son desde hace tiempo fieles seguidores de Eduardo Galeano. El deseo de la gent blaugrana podría cumplirse finalmente este domingo, festividad de Sant Jordi, día del libro y la rosa, jornada en la que también se disputa la final del Godó, con la visita del Atlético (16.15, Movistar LaLiga). Y es que en el Camp Nou está prevista la reaparición de Pedri.
El Barça no es el mismo equipo con o sin el tinerfeño, ausente en los últimos 11 partidos, lesionado en el recto anterior de la pierna derecha desde el 16 de febrero, día del empate a dos con el Manchester United. Al igual que ya pasó la temporada pasada en la misma competición, entonces frente al Eintracht Fráncfort, los azulgrana no han encontrado el hilo de juego con la baja de Pedri. La dependencia del canario es absoluta por su perfil y porque no tiene sustituto después del fallido fichaje de Bernardo Silva.
El interés azulgrana por recuperar a Messi tiene mucho que ver precisamente con la falta de futbolistas creativos, precisos en el juego interior, que se asocien a través del pase y profundicen para unos delanteros que ahora mismo están más de espaldas que de cara a la portería, faltos de la munición de Pedri. La expectación es máxima por ver si el centrocampista de Tegueste, comparado por su entrenador Xavi con Iniesta, será capaz cuanto menos de marcar un punto de inflexión en su equipo, que suma tres partidos sin marcar y no rompe a jugar ni en el Camp Nou.
El cómo ganar no tiene sentido cuando se empata o se pierde y, por otra parte, la Liga todavía no está cerrada a falta de nueve jornadas a pesar de los 11 puntos de ventaja que acumula el Barcelona respecto al Madrid y 13 sobre el Atlético. “Ha llegado el momento de decir que vamos a hacer las cosas bien y que vamos a ganar la Liga”, anunció Xavi ante la visita del Atlético. “Volver a disponer de Pedri y de De Jong nos permite volver también a recuperar las sensaciones, a ser reconocibles, a tener identidad”, remachó el técnico del Barcelona.
El Barça no se parece al Barça, o al menos al equipo que conquistó el mundo, porque los centrocampistas han perdido protagonismo respecto a los defensas y al portero Ter Stegen. Los azulgrana solo han encajado nueve goles en 29 partidos, un registro que remite al Chelsea de Mourinho (2004-2005), de la misma manera que únicamente cuentan con 53 tantos a favor, cifra que no se advertía desde la temporada 2003-2004 y que hasta cierto punto sorprende porque el Pichichi es Lewandowski (17). La distancia entre las áreas es un océano si no están De Jong y Pedri.
Ambos son a juicio de Xavi “jugadores esenciales que pueden cambiar la cara” de un equipo últimamente demasiado aburrido, siempre previsible, sin picos de fútbol, necesitado de creatividad y capacidad para generar juego, virtudes asociadas a Pedri. “Es el que da la luz”, admiten en la Ciudad Deportiva del Barcelona, el generador del fútbol y el que también puede habilitar a Lewandowski” en ausencia de Dembélé, sustituido en la lista de convocados por un delantero de 15 años de nombre Lamine Yamal.
A falta de desequilibrio en las bandas, el Barça aspira a recuperar la estabilidad en la divisoria con el cuadrado de centrocampistas que irrumpió en aquel 4-0 contra el Athletic: Pedri, Busquets, De Jong y Gavi. Vuelve el pase y puede que el gol —seis suma Pedri— o “el golcito” con el que “la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire”. Palabra de Galeano.
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