Bono: “En el fútbol hay momentos que parece que estás en una cárcel”
El portero del Sevilla, que se juega el pase a la final de la Liga Europa ante la Juventus (1-1 en la ida), analiza un difícil año para él y su equipo
Yassine Bonou, conocido como Bono (Montreal, Canadá; 32 años) es el portero del Sevilla, que recibe a la Juventus en la vuelta de las semifinales de la Liga Europa tras el 1-1 de la ida (Movistar LC, 21.00 horas). El año del guardameta de la selección nacional de Marruecos, semifinalista del Mundial de Qatar, ha sido complicado, como el de su equipo.
Pregunta. Nacido en Canadá de una familia de emigrantes, regresó a Marruecos y desarrolló su carre...
Yassine Bonou, conocido como Bono (Montreal, Canadá; 32 años) es el portero del Sevilla, que recibe a la Juventus en la vuelta de las semifinales de la Liga Europa tras el 1-1 de la ida (Movistar LC, 21.00 horas). El año del guardameta de la selección nacional de Marruecos, semifinalista del Mundial de Qatar, ha sido complicado, como el de su equipo.
Pregunta. Nacido en Canadá de una familia de emigrantes, regresó a Marruecos y desarrolló su carrera en España. ¿De dónde se siente?
Respuesta. Mi lugar en el mundo es Casablanca. Allí están mi familia, mis amigos y el club que quiero (el Wydad Casablanca). Me siento canadiense también y quiero conocer más de ese país. Y con España, cómo lo puedo decir, siento algo distinto. Con España tengo amor y agradecimiento. Estoy como en mi casa.
P. ¿Es verdad que su padre, profesor de física, no quería que usted fuese futbolista?
R. Sí, mi padre es profesor y en Marruecos es muy difícil hacer una carrera futbolística. Pero yo quise ser profesional por los recuerdos que tenía de futbolistas como Naybet (jugó en el Deportivo) o de Zaki Badou (portero del Mallorca). Fue un reto que me propuse.
P. ¿Por qué siente tanta admiración por Argentina?
R. Porque son unos apasionados del fútbol y esa pasión a mí me estimula. También porque en Marruecos hubo una época en la que consumimos un montón de fútbol argentino. Lo daban gratis en la tele. La forma en la que vivimos nosotros el fútbol en Marruecos es muy parecido a como lo viven en Argentina.
P. Campeón del Sevilla con la Liga Europa y titular indiscutible desde 2020, llegó José Luis Mendilibar y lo puso de suplente en la Liga. ¿Cómo lo lleva?
R. Yo nunca me sentí titular o suplente en el Sevilla. Me siento como un jugador que se tiene que preparar para responder a las necesidades del club. Incluso en mis mejores momentos aquí dije que la portería no pertenecía a Bono. Bono es un tipo como todos, que llegó con la idea de triunfar y trabajó para eso.
P. ¿Es un buen compañero?
R. Yo creo que sí, porque soy muy transparente y veo las cosas con cierta relatividad, más allá de lo que se piensa en el mundo del fútbol. No voy a cenar o a hacer cosas por ahí con mis compañeros, pero jamás le he faltado el respeto a ninguno de ellos.
P. ¿A qué le tiene miedo?
R. A la soledad, a sentirme solo en la vida.
P. ¿Un portero debe tener alma de líder?
R. Depende. Quizás sí, pero debemos preguntarnos qué significa un líder. Un líder puede ser un tipo que está hablando siempre y que transmite desde la cercanía. Un líder también puede ser un tipo ejemplar, que no habla mucho, que transmite desde la lejanía. En nuestro equipo ese líder es Fernando. Él me transmite muchísimo más que un jugador que no pare de arengar o de hablar. Hay que dar ejemplo, ser respetuoso con tus compañeros y contigo mismo. Ese liderazgo de gente como Fernando es el que yo comparto.
P. ¿Es importante en el fútbol ser una buena persona?
R. Mucha gente te dirá que en el mundo del fútbol es muy difícil hacer amigos. Hay unas líneas rojas que se deben respetar y el fútbol es como cuando tienes un negocio. Pueden participar en él gente de la familia que piensa distinto de ti, que es de otra religión o tiene otra mentalidad, pero todo eso debe quedar apartado porque lo que interesa es que el negocio funcione. El fútbol es lo mismo. Lo que une a los compañeros es lograr los objetivos.
P. ¿Es cierto que estuvo al borde de la depresión en el Mundial de Qatar?
R. Sí, lo pasé muy mal. En esto del fútbol hay momentos que parece que estás en una cárcel, como esclavo de un montón de cosas. Terminas de entrenar y todo son prohibiciones. No tienes que hacer esto, no tienes que hacer lo otro... Entrar en ese mundo, si no estás preparado mentalmente, es complicado. En el Mundial entré en una rutina de estar siempre en la habitación, haciendo cada día lo mismo, y sentí ansiedad. Y mira, juegas contra Canadá, el país donde nací. Y hay ese miedo, esas ideas negativas de que si entra un gol raro por ahí van a decir que, claro, como es canadiense... Y más con la mentalidad de Marruecos. La gente se lo cree. Y luego llegó España. Y claro, la gente puede pensar que es el país que me paga y esas cosas. No fue fácil el Mundial. Además, hubo luego tanto éxito. Yo no estaba preparado para tanto éxito. Y más cuando vuelves a Sevilla y estás en una situación de pelear el descenso. No fue fácil para mí.
P. ¿Le motivó entonces ver una foto de su hijo vestido de portero?
R. Sí, me ayudó mucho. Me ayudó a relativizar las cosas y verlas de manera más positiva. Mire, hay cosas de la cultura europea que están mal. La gente idealiza todo. Para ser feliz hay que tener muchas cosas, acaparar, tener éxito... Y eso no pasa en una cultura como la de Marruecos o países menos desarrollados.
P. ¿La felicidad para el Sevilla es la Liga Europa y eliminar a la Juventus?
R. Este año íbamos muy mal en la Liga, teníamos la Europa League, pero nos planteamos priorizar la Liga. Sin embargo, ahora podemos meternos en una final. El cambio se produjo con el gol de En-Nesyri en Mánchester. Hay un antes y un después de ese gol. Se generó todo lo que este club tiene con esta competición y surgió una energía que no teníamos. Estamos a tiempo y tenemos el derecho de soñar. Jugamos contra la Juventus, un equipo muy grande, pero podemos pasar.
P. ¿Qué le ha dado Mendilibar al Sevilla?
R. Hay un antes y un después con Mendi. Llegó y nos hizo las cosas fáciles. Los chicos se sintieron más libres y más contentos en el día a día. El fútbol es de los futbolistas. No hay que buscar más. Llega un entrenador y todo comienza a funcionar y no sabes muy bien por qué. Lo dije el primer día. Lo de Mendi en el Sevilla iba a depender de los futbolistas porque su propuesta, que es buena, dependía de nosotros.
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