Noah Lyles: “Nadie merece más que yo el título de rey del esprint”
Entrevista con el atleta norteamericano, ganador de los 100m en el Mundial de Budapest, que ante la carrera de los 200m del viernes anuncia, en referencia al récord de Usain Bolt: “Estoy muy preparado para correr en menos de 19,19s”
El domingo, dos horas antes de la semifinal de los 100m, Noah Lyles (Gainesville, Florida, 1996) se hacía fotos en el hospitality de su marca de zapatillas, Adidas, con traje y capa al sol, 40 grados por lo menos. Sin perder nunca la sonrisa. La desinhibición, la despreocupación aparente, la marca de fábrica de quien, después de ganar, pese a todo, los 100m en la final, a las 19.10h, con la mejor marca de su vida (9,83s) proclama que va a ser el ...
El domingo, dos horas antes de la semifinal de los 100m, Noah Lyles (Gainesville, Florida, 1996) se hacía fotos en el hospitality de su marca de zapatillas, Adidas, con traje y capa al sol, 40 grados por lo menos. Sin perder nunca la sonrisa. La desinhibición, la despreocupación aparente, la marca de fábrica de quien, después de ganar, pese a todo, los 100m en la final, a las 19.10h, con la mejor marca de su vida (9,83s) proclama que va a ser el nuevo Usain Bolt, el nuevo rey del esprint mundial, y que comenzará su aventura batiendo el viernes el récord mundial del jamaicano (19,19s) en la final de los 200m. “Estoy muy preparado para ello”, afirma en una entrevista que interrumpe brevemente por la entrada impetuosa de una mujer en la sala afirmando en alto, “dejadme pasar, soy la madre del campeón del mundo”. Tras el momento de teatro, madre e hijo se abrazan y ríen a carcajadas.
Pregunta. Cuando se fue a dormir el domingo después de ganar los 100m, ya coronado rey de la velocidad en Budapest ¿se sintió diferente de la noche anterior?
Respuesta. Me sentí más emocionado y alegre. A veces, cuando gano campeonatos del mundo [es doble campeón mundial de 200m], siento que me he quitado un peso de encima, pero esta vez sentí que estaba recargado y listo para volver a la batalla. Para mí fue más una afirmación que un momento glorioso. Creo que todavía estamos caminando hacia la cumbre de lo que serán estos campeonatos del mundo.
P. Habla del viernes, de la final de los 200m, ¿no?
R. Sí, exactamente. Hablo de correr por debajo de 19,19s [se refiere al récord del mundo de Usain Bolt desde 2009. Su mejor marca en la distancia es de 19,31s]. Ahí es hacia dónde está empujando todo mi impulso ahora. Es casi como si los 100m fueran una práctica para construir mi velocidad a lo largo de la semana para llegar al viernes.
P. ¿Se siente ya preparado para batir el récord de Bolt?
R. Estoy muy preparado.
P. Pero para ser el hombre más rápido del mundo no basta con tener el récord de los 200m, necesitará sobre todo el de los 100m, los 9,58s de Bolt, He leído que también tienes en mente desde hace dos o tres años bajar de 9.58 en los 100. En la final del domingo logró su mejor marca de nunca, 9,83s. ¿Qué necesita para bajar 26 centésimas, hasta 9,57s?
R. Lo bonito de la final del domingo es que me mostró todavía tengo mucho que aprender sobre los 100 metros. Los 200 metros los conozco como la palma de mi mano. Es fácil. Es natural. Los 100m son como mi mano izquierda. Sé que la tengo, la conozco, pero no puedo escribir mi nombre tan bonito con ella. Pero sé que puedo conseguirlo. Algún día escribiré con ella como con mi mano derecha. Estoy emocionado por descubrir lo que me va a costar llegar hasta ahí. Así que sí, me convertí en campeón del mundo de 100 metros, pero lo más emocionante es que sé que voy a mejorar cada año.
P. ¿Necesita que le aprieten otros corredores con salida rápida, como Coleman en la final, para mejorar?
R. Para nada. Yo estaba solo, en mi mundo. Para ser honesto, no recuerdo haber visto a ningún rival. Sabía que estaban allí, pero cuando quedaban 20 metros, también que estaba a punto de alcanzar una velocidad que nadie más podía alcanzar. Y lo hice. Y supe al cruzar esa línea que era el ganador. Estaba un poco confundido porque todos los demás estaban gritando como si hubieran ganado. Por lo general, soy excesivos en mis celebraciones, rompo camisetas, bailo, doy volteretas, todo eso. Pero esta vez, tuve que esperar hasta que la pantalla me dijo que yo era el ganador, y todo fue más calmado.
P. En las últimas cinco finales de Mundiales y Juegos de 100 metros, ha habido cinco ganadores diferentes, Gatlin, Coleman, Jacobs, Kerley y usted. ¿Cree que será el primero que, ganando en 2024 en los Juegos de País, repita? Sería el primero después de Bolt…
R. Estoy utilizando este Campeonato del Mundo como modelo. Venir aquí, ganar tres medallas de oro, va a ser exactamente el mismo objetivo de cara a los Juegos Olímpicos del año que viene. Creo que en Budapest ha dado comienzo mi propia dinastía.
P. Tampoco nadie ha doblado la victoria en 100m y 200m desde que el jamaicano lo hizo en Río 2016.
R. Hay muchas cosas que hacen que seas una leyenda, y doblar es una de ellas. Es algo muy difícil de hacer. Quiero ser coronado como el rey del esprint. Siento que nadie se merece ese título más que yo y estoy dispuesto a luchar con uñas y dientes por ello.
P. ¿Ha estado alguna vez en España?
R. No, aún no he tenido el placer.
P. Claro, allí no se organiza ningún gran mitin para gente de su nivel…
R. Oh, bueno, tal vez se pueda cambiar algo en el futuro.
P. Quizás, pero se necesitaría invertir bastante más dinero en atletismo… Más patrocinadores, más marketing…
R. Pero no, creo que las pequeñas cosas que podemos empezar no tienen que ver con mucho dinero. Se trata más bien de dónde poner los recursos que se están canalizando ahora. Creo que muchos de los mejores atletas cambiarían dinero por más audiencia. Si saben que su valor de mercado está aumentando, creo que estarían dispuestos a cambiar parte de ese dinero rápido inicial por dinero a largo plazo.
P. Su exuberancia, su corte de pelo, la alegría infantil con la que celebra sus victorias forman parte de esa estrategia, ¿son una forma de buscar más audiencia?
R. Ese soy yo, no es estrategia. Los niños me preguntan todo el tiempo, o me dicen todo el tiempo, quiero ser como tú cuando crezca. Y la única forma que conozco de responder es, mientras seas como tú mismo, ya estás siendo como yo.
P. Siempre se ha declarado admirador del manga, de Dragon Ball, de Goku…
R. Y sigo leyendo manga, claro. En la final de los 100m llevaba calcetines de Goku…
P. He leído que en el colegio sufrió bullying…
R. En sexto grado, definitivamente sufrí bullying, sí.
P. Da la impresión de ser un hombre que siente impelido a cumplir una misión… ¿Nació esa necesidad allí, de lo que sufrió en el colegio?
R. No, yo no diría eso. No diría que esas cosas están conectadas. Diría más bien que no me gusta que me comparen. Crecí en un hogar donde todos celebrábamos los dones de los demás, nuestros dones naturales, ya fuera ser bueno corriendo, ser inteligente en la escuela, crear cosas. Así nos veíamos los unos a los otros. Nos considerábamos diferentes y creábamos un colectivo y un equipo fuerte. Por eso, cuando veo que la gente me compara con otros, eso va en contra de muchas de las creencias que yo tenía cuando era pequeño.
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